22º Festival de jazz de Terrassa (www.jazzterrassa.org)
Fecha: 21 de marzo de 2003
Lugar: "La Nova Jazz Cava" de Terrassa (Barcelona)
Entrada: Lleno completo. Entradas agotadas. Precio de la entrada 35 euros.
Músicos:
Comentario:En la magnífica sala de conciertos de la "Nova Jazz Cava" de Terrassa se celebró, esa noche, el segundo de los conciertos de Branford Marsalis dentro del Festival de Jazz de Terrassa de este año. Valga mencionar, que de los festivales de jazz que se celebran actualmente en tierras catalanas, éste es el que consigue convocar al mayor número de reconocidas figuras internacionales del jazz.
Previo al concierto, una cadena de televisión entrevistó, cámara en mano, a Branford a un lado del escenario. Había otra cámara apagada, postrada en un lugar estratégico aunque la organización desautorizó verbalmente cualquier forma de grabación electrónica sonora o visual.
Lleno a rebosar, tuve que presenciar el concierto de pié y detrás una mampara de cristal, aun habiendo llegado al local media hora antes del comienzo. La sala quedó pequeña ante tal congregación de asistentes. La expectación estaba asegurada.
En el escenario se podía observar una batería Sonor compuesta de 4 timbales, 1 bombo, 1 charles, 4 platillos, uno de ellos hexagonal (Paiste) y un par de cencerros de percusión; un piano acústico de cola, un contrabajo, un saxo tenor y uno soprano.
Los músicos accedieron a la escena. Con aspecto jovial y sonriente, Branford se dirigió al público con un -"Hola, Que tal?... Me too." (Risas). Presentó a la banda y luego dijo "-Vamos a tocar un par de temas de Jeff "Tain" Watts (JTW). Uno llamado "Mistery GG" (o algo así) dedicado a su perro (risas) y otro con el nombre "Love Kind man" dedicado a él mismo (más risas).
Empezaron con la directa puesta, tempo alto, toques enérgicos y decididos. Con Branford al Tenor y todos tocando al mismo nivel de fuerza. Durante todo el concierto, el que más me sorprendió fué JTW, por su destreza a la batería, inagotables recursos, inventiva y contundencia bien llevada. Los temas, en general tenían una duración de unos diez minutos.
En el segundo tema, lógicamente, bajaron el tempo. Llevaba una línea más "Rhythm & Blues" y con patrones bien definidos. Hubo un momento destacable en el que duplicaron los compases durante un rato para luego volver, de golpe, al número inicial. JTW en la que aplicaba inteligentemente una serie de variaciones sobre la melodía.
Lo siguiente fue un bolero con nombre "The groovy & the plural" (me pareció oír). Branford dijo que no sabía quien lo compuso pero que lo escuchó por primera vez cantado por Nat King Cole y que formará parte de su próximo álbum. Al soprano, inició la pieza con una melodía clara, sin complicaciones. JTW utilizaba unas baquetas de toque suave. Siguió una secuencia de solos por parte de los otros integrantes y después Branford volvió con otro solo pero con más componente melancólica.
Tras este tema, el líder se dirigió al público comentándoles que su inminente disco les gustará. Se disculpó por no hablar español y prometió aprender cinco palabras para la próxima ocasión. JTW empezó con otro esplendoroso solo, con dominio y expresividad percusiva. Después reapareció la banda con Branford al tenor. Sonaba a estandar. Volvieron a tocar con el mismo vigor que el tema introductorio. Joey Calderazzo (JC) con los dedos más sueltos, hizo un solo de esos "de sudar". Transmitió esa energía a la audiencia y ésta le correspondió con entusiasmo. El tema se transformó en un sólo a dúo entre el tenor y la batería, a toda velocidad, como si fuera una carrera. La gente entusiasmada. En un in-crescendo se llegó el final con una explosión de júbilo musical.
A continuación se hizo una pausa de diez minutos.
Después del descanso, volvieron con un rítmico swing de esos que se pueden seguir con movimientos de pié o de cabeza.
A JC se le extravió una partitura y tras una búsqueda infructuosa entre sus papeles, se giró hacia al público e hizo un gesto de circunstancias lo que arrancó la risa de unos cuántos. Aún así, empezaron un nuevo tema, muy entrecortado y cambiante, cuyo final era difícil de adivinar. Con paradas y arrancadas, a veces parecían varios temas superpuestos. Siempre dentro del mainstream pero como un amalgama de sonidos.
El siguiente tema fué más intimista, con ciertos toques a lo Jarrett: Piano, Bajo y Batería bien compenetrados y subiendo gradualmente de tono. Branford observando, sentado a un lado del escenario entró con el soprano para rematar la faena.
Llegó una canción de Harry Connick Jr. con nombre "Let me love", a incluir en un futuro disco de Baladas con Branford Marsalis de titular. Típica Balada, intimista con percusión a base de escobillas. JTW parecía entre concentrado y ausente con la boca semiabierta mientras rozaba los timbales. Quizás demasiado aplomado. La melodía, en este caso, no se perfilaba tan bien como en las anteriores baladas. Era de esos temas, que la gente se acomoda bien en sus sillas, se relaja y hace algún bostezo ocasional.
Tras esa "tregua", JTW inauguró una nueva pieza y pronto le secundó el resto, con BM al tenor. Volvió el torbellino musical, apurando los últimos cartuchos. La música era parecida a la del tema de presentación.
Al final, llegó la despedida con una nueva introducción de los músicos. Después del minuto de rigor previo al bis, volvieron a escena empezando a cantar "a capella" todos excepto JC. A esto siguió la instrumentación. Este tema de corte clásico y positivo, fácil de seguir. La batería, preponderante con ritmos marcados y eventuales sincopados. El final del tema volvió a traer las voces que lo iniciaron. Despedida y cierre.
Branford Marsalis llevó una buena formación de músicos, con suficiente calidad y autonomía como para dar conciertos en distintas formaciones. Personalmente me gusta más el sonido de Branford al soprano que al tenor ya que en el primero, consigue una gama tonal más rica y expresiva que en el segundo, aunque no por ello se tenga que infravalorar su labor en el tenor. Dentro del mainstream, sin salirse de lo esperado, la banda dio un buen concierto, de aquellos que llegan a la audiencia más ortodoxa y que no ofenden a nadie.
Bernat Comerma