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BALDO MARTÍNEZ & CARLO ACTIS DATO
- Fecha: 26 de mayo de 2004
- Lugar: Casa de Galicia, Madrid.
- Hora: 20:00 horas
- Asistencia: unas 40 personas.
- Componentes:
Carlo Actis Dato: clarinete bajo y saxo barítono
Baldo Martínez: contrabajo
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Comentario:
Tienen caracteres y raíces musicales
muy distintas, pero sobre un escenario se complementan perfectamente.
Uno –Baldo- es introvertido, reservado, apacible; el
otro –Carlo- es expansivo, un terremoto de sano humor
anarcosurrealista.
Baldo Martínez realiza un jazz con fuertes influencias
del folclore de su Galicia natal, de lo celta y que, por extensión,
mira hacia el Norte.
La música de Carlo Actis Dato que, como él mismo
dice, pertenece a “la única familia del norte
de Italia que ha emigrado al sur de la bota”, tiene
un sabor meridional y exótico –visto desde la
“vieja” Europa-, con condimentos procedentes del
Magreb, el África negra, Oriente Próximo, Medio
y Lejano, América y el Caribe...
Pero esta descripción es baladí y cae peligrosamente
en los lugares comunes.
Porque el dúo que forman Baldo Martínez y Carlo
Actis Dato realiza una música que es todo menos común
y que, conservando la personalidad de cada uno de ellos, logra
una combinación que retrata la complejidad del ser
humano y la variedad del planeta.
Ambos son espíritus inquietos, mentes abiertas y ante
todo coinciden en ser muy buenos músicos, lo que ayuda,
claro. Aunque lo hagan de forma esporádica, tocan juntos
desde hace ya varios años y el nivel de entendimiento
es muy alto. Así, en este concierto, empezaron fuerte,
con “Festa ancestral”, composición de Baldo
que, con unos complejos cambios de ritmo, no permite despistes.
Siguieron otros seis temas, cuya autoría se repartieron
galantemente ambos músicos y que, como no podría
ser de otra forma, cubrieron multitud de estilos con un difícil
equilibrio entre lo festivo y lo profundo. Y con la emoción
como común denominador.
Porque, aunque ambos tengan una gran técnica en sus
respectivos instrumentos, el elemento primordial es la creación
en estado puro. Por ejemplo, el dominio de Actis Dato de la
respiración circular no es nunca una muestra de exhibicionismo
sino que es un elemento que se integra en el discurso musical,
como en “Viejo Elmer”, hermosa composición
de Baldo en la que el soplo de Carlo sirve como base para
la melodía tocada por el contrabajo.
La aparente economía de medios, al haber tan sólo
dos músicos sobre el escenario, no es tal dado los
grandes recursos que tienen ambos. Carlo Actis Dato es musical
en todo lo que hace, hasta tocando una lata de cerveza (literal),
y su dominio del saxo barítono y del clarinete bajo
(en esta ocasión no trajo el saxo tenor) le sitúan
como uno de los principales sopladores de la escena actual.
Pero Baldo Martínez no le va en absoluto a la zaga:
en este concierto utilizó un pedal de efectos en su
contrabajo del que sacó sonidos sorprendentes y, una
vez más, demostró su maestría con el
arco. Así, en el tema –el más destacado
para quien esto escribe- que cerró la actuación,
“Djolibà” (compuesto por Carlo), Baldo
Martínez utilizó un efecto de distorsión
creando un tapiz sonoro casi hendrixiano. Por otro lado, el
formato abierto de las composiciones permite que ambos músicos
realicen labores de acompañamiento, que no quedan limitadas,
como sería lo habitual, al contrabajo.
Fue, en definitiva, un concierto maravilloso, muestra de una
música verdaderamente global y mestiza, divertida y
seria, accesible y exigente pero, sobre todo, hermosa.
Como en los mapas del siglo XIX, la propuesta de Baldo y Carlo
es como aquella “terra incógnita” que,
llena de sorpresas, fascinaba a exploradores y aventureros.
Ellos se han atrevido a internarse por aquellos parajes y
nos traen maravillas que, de otro modo, no conoceríamos.*
Diego Sánchez
Cascado
*Los dos días siguientes al concierto, Baldo y Carlo
grabaron material para un disco... que aún no tiene
sello. Desde aquí pedimos a quien corresponda que ponga
remedio a este disparate.
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