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VII FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE SAN JAVIER 2004
- Fecha: 26 de Junio, 2, 3, 4 y 9 de Julio.
- Componentes:
26 Junio: B.B. King - Dr.
John - Shemelia Copeland
2 Julio: Joao Donato Trío & Wanda Sá
- McCoy Tyner Trío (McCoy Tyner - p; Charnett
Moffett - cb; Eric Kamau Gravatt - bt)
3 Julio: Ferroblues - The Blues Brothers
Band
4 Julio: The Dave Brubeck Quartet (Dave
Brubeck - p; Michael Moore - cb; Bobby Militello - as; Randy
Jones - bt) Manhattan Jazz All Stars (Lewis Nash
- bt; Lew Soloff - tp; Eric Alexander - ts; Wycliffe Gordon -
tb; Bill Cunliffe - p; Peter Washington - cb) Deborah
Coleman
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Comentario:
Comenzó este festival de jazz de San Javier con un
concierto de Blues anunciado como concierto de Blues. Aunque
lo primero no nos parezca sorprendente, lo segundo si lo es.
Es de agradecer por parte del festival que las cosas se
presentaran en este caso como son. Esperemos que se tome nota
de esto en próximas ediciones de los múltiples festivales de
verano de la península. De este modo B.B. King abría la séptima
edición del Festival.
Bossas
. Ya el día 2 de Julio, Joao Donato nos realizó su
particular recorrido por la bosanova, acompañado por la
cantante Wanda Sá. Fue este un concierto sin demasiadas
sorpresas, se hizo lo que se esperaba, aunque se hizo bien.
Tras un par de temas a trío en los cuales se estableció la
base de lo que sería todo el concierto, apareció en escena
Wanda Sá que, acompañada de guitarra, incluso se atrevió
con un “There will never be another you”, tema que aun con
inspiración de Baker sonó algo desangelado y
condescendiente, dado el festival en el que nos encontrábamos.
El concierto continuó como empezó, bossas a trío con el añadido
ocasional de Wanda en alguno de los
temas, para conformar un proyecto que para mí, que no
soy amante de la bossa, resultó algo monótono.
Los grandes.
Este mismo día el espíritu de Coltrane rondaba el
ambiente. La cita en el programa del festival, la música de
ambiente antes del concierto...De modo que a ninguno nos extrañó
que “Moment’s notice“fuera el primer tema del
concierto del “ansiado” McCoy Tyner. Ya en este primer
tema notamos que la batería no era la de Al Foster, tal y
como se había previsto, sino Eric Kamau Gravatt, un baterista
de toque realmente seco, que, en mi modesta opinión, no
contribuye a crear el mejor grupo posible en estas
circunstancias. Aun así disfrutamos de un gran concierto, con
un McCoy Tyner en forma, que, además, permitió lucirse a sus
acompañantes. Así pudimos disfrutar de las habilidades técnicas
con el contrabajo de Charnett Moffett, un gran contrabajista
que, como suele ocurrir, quizá abusara en algún momento de
su técnica en detrimento del fondo musical. El público no
respondió demasiado bien en esta ocasión, el auditorio
estaba a menos de la mitad de su capacidad. Sin embargo estábamos
los interesados por el concierto, y eso se nota.
Posteriormente tuve el gusto de asistir a un concierto que
supuso para mí una grata sorpresa, el cuarteto de Dave Brubeck.
Acompañado por Michael Moore (contrabajo),
Bobby Militello (saxo alto y flauta) y Randy Jones (batería),
Brubeck demostró, independientemente de estilos, lo que debe
ser un grupo. Con una gran compenetración entre los músicos,
y una calidad mayor a la suma de la calidad de los individuos,
ofrecieron un concierto admirable. En él repasaron temas clásicos
de Brubeck, para finalizar con un “Take five”, que yo ya ni
esperaba a esas alturas, ni necesitaba, pero que satisfizo
a los aficionados al músico. Se puede destacar la inteligencia
de Militello que aun en éstas circunstancias (concierto casi
homenaje, con un Brubeck ya muy mayor), renunció a la imitación
de Desmond para buscar su propio sonido y situación en el
grupo. Tuvo además espacios de sobra para lucirse, tanto al
saxo como a la flauta, con la cual ofreció un gran (por cantidad
y calidad) solo, en el cual nos sorprendió con la técnica
multiphonics, con la cual se hace sonar dos notas a la vez
a través del instrumento. Terminó este concierto como tenía
que terminar, con el público en pie a ritmo de blues, y es
que si queremos crear afición al jazz, esto es una de las
cosas que necesitamos, y no Brothers y Sardinas (Blues y Eric
respectivamente). Como nota final mencionar que tanto Brubeck
como Tyner pasaron en algún momento por el “stride”. Quizá
en ciertos momentos sea obligada la vuelta a los orígenes.
All stars
. Como cabía esperar en algún momento tenía que
llegar el grupo “All stars”, al parecer casi obligado en
los festivales. Se trata del mismo concepto deportivo que
conocemos, jugadores que no forman un equipo, no se conocen,
no entrenan juntos, etc.... pues musicalmente es exactamente
lo mismo, el todo es mucho menor a la suma de las partes.
Era Lewis Nash (batería)
quien lideraba un grupo en el que participaban Lew Soloff (trompeta),
Vincent Herring (saxo
alto), Eric Alexander (saxo
tenor), Wycliffe Gordon (trombón),
Bill Cunliffe (piano)
y Peter Washington (contrabajo).
Standard tras standard fueron exhibiendo estos grandes músicos
sus cualidades individuales (a destacar el uso de escobillas
por parte de Nash), sin que por ello el resultado fuera de
gran nivel. Fue Soloff el que en algunos momentos trató de
evitar las formas mas manidas en este tipo de conciertos,
ofreciendo los momentos más originales de la noche. Sin
embargo este concierto era en realidad una “Jam Session” y
eso se tiene que notar. Tras varios temas con todos los
miembros del grupo en el escenario, llego el momento
surrealista de la noche, cuando hizo su aparición el mismísimo
Mariano Rajoy junto a toda su corte periodística en mitad de
un “Mood Indigo” que se estaba interpretando a duo
trombón/contrabajo. Esto, aparte de enrarecer el ambiente
durante unos minutos, no agradó demasiado al público, que
silbó posteriormente su peculiar aparición en mitad del
concierto.
Lo mejor fue un “rythm changes” a gran velocidad (de cuyo
nombre no puedo acordarme), y es que si uno lo que ofrece es
espectáculo, esta es la mejor manera. Cabe destacar también
la enorme solvencia y buen gusto del que hizo gala el
contrabajista Peter
Washington, es uno de esos músicos que parece que no están,
pero que si dejaran de estar se les echaría mucho de menos.
No sé si a Rajoy le gustó Deborah Coleman. Desde luego a mí
y a la mitad del público que abandonó el auditorio durante
la actuación nos pareció bien poco interesante. También es
cierto que antes de empezar el concierto ya había 20 fans de
pie al borde del escenario preparados para disfrutar con su ídolo.
Sin embargo con este concierto, que como otros se nos venden
como los que van destinados al gran público, se demostró que
con éstas propuestas tampoco se tiene asegurado el satisfacer
al respetable, lo cual me alegra enormemente.
En cuanto a lo musical poco que comentar, temas “tipo 3
minutos” que se alargaban hasta los 8 o 9, y lo peor, sin
hacer nada especial para conseguirlo. Quizá lo mejor del
concierto fueran las posturitas de bajista, las fotos en los
periódicos quedaron bonitas seguro, bajista que en el primer
tema debió encontrar una nota que le gustaba tanto que debió
pensar que para qué usar otras en el resto del concierto (léase
esto a modo de metáfora de lo que musicalmente vimos).
Le queda mucho aun a este festival, que en 7 años ha
conseguido llegar hasta los 24 conciertos, lo cual tiene mucho
mérito. Este año todavía nos queda por ver a Wynton
Marsalis, Michel Camilo, Richard Bonna, Jimmy Smith, Antonio
Serrano- José Reinoso, E.S.T... esto no ha hecho nada más
que empezar.
Javier
Manzanares Hernández
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