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VII FESTIVAL INTERNACIONAL DE JAZZ DE SAN JAVIER 2004
- Fecha: 14, 16 y 17 de Julio.
- Componentes:
14 julio:
The Lincoln Center Jazz Orchestra
Wynton Marsalis (Director musical y trompeta)
Walter White (trompeta)
Sean Jones (trompeta)
Marcus Printup (trompeta)
Ron Westtray (trombón)
Andre Haywarb (trombón)
Vincent R. Gardner (trombón)
Wess ‘Warmdaddy’ Anderson (Saxo alto y sopranino)
Ted Nash (Saxo alto, soprano y clarinete)
Walter Blanding, Jr. (Saxo Tenor)
Robert Barics (Saxo Tenor y soprano y clariente bajo)
Joe Temperley (Saxo barítono, soprano y clarinete)
Eric Lewis (Piano)
Carlos Henriquez (Bajo)
Herlin Riley (Batería)
Jennifer Shanon (cantante)
16 julio:
Joaquín Chacón - Uffe Markussen Quinteto Europeo
Invitado especial: Billy Hart
Joaquín Chacón (guitarra)
Uffe Markusen (saxo y clarinete)
Billy Hart (batería)
Ben Besiakov (piano)
Mario Rossi (contrabajo)
Randy Brecker-Bill Evans Soulbop Band 2004
Randy Brecker (trompeta)
Bill Evans (saxos)
Hiram Bullock (guitarra)
Dave Kikoski (teclados)
Victor Bailey (bajo)
Steve Smith (batería)
17 julio:
Brian Auger's Oblivion Express
Brian Auger (órgano Hammond B3 y cantante)
Savannah Auger (cantante)
Karma D. Auger (batería y percusión)
Chris Golden (bajo)
Richard Bona
Richard Bona (bajo, cantante)
Aaron Heick (saxo)
Etienne Stadwijk (teclados)
Stephan Vera (batería)
Samuel Torres (percusión)
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Comentario:
Marsalis.
Tras su visita del año pasado en la cual obtuvo un
tremendo (y probablemente exagerado) éxito, a pesar
de no contar con todos los miembros titulares de su septeto
y de no presentar un proyecto musical concreto, Wynton Marsalis
volvió a San Javier. Está vez sin parte de su
septeto y los estudiantes que le acompañaron el año
pasado, sino con la Lincoln Center Jazz Orchestra, que él
mismo dirige.
Nos encontramos ante una big band de lujo, con un estupendo
sonido y gran swing a cargo del baterista Herlin Riley, que
trata de acercar la historia del jazz al público a
través tanto de estandards, como de temas originales
compuestos para la banda.
San Javier recibía a Marsalis con un lleno absoluto
en el auditorio, sorprendente para una noche de miércoles,
pero que, dado el éxito popular de Marsalis, se hacía
esperar.
Tras una pomposa presentación de los músicos,
el concierto comenzó con varios correctos temas originales
de Marsalis, tras los cuales hicieron su incursión
en los estandards con versiones de “I mean you”
y “Una muy bonita” de Ornette Coleman, este ultimo
tema arreglado por el saxofonista Ted Nash. Aunque a algunos
les guste la transformación que es capaz de realizar
esta banda, convirtiendo composiciones de Thelonious Monk
en música pseudo-clásica, Monk en sus manos
pierde ese punto irreverente tan necesario en la música
de este compositor.
El concierto continuó de forma tan variada como irregular,
el tema “La espada en la noche” compuesto por
Ted Nash, anunciadamente inspirado en la música “española”
nos dejó bastante perplejos a más de uno. Se
trataba de la más típica y tópica visión
americana de lo “spanish” que uno se pueda imaginar.
Durante unos minutos “El Zorro” se paseó,
para nuestra desgracia, por San Javier, para finalizar con
un solo de Nash en el cual muchos músicos españoles
hubieran tenido bastante más que contar.
Afortunadamente pronto el concierto tomaría otros derroteros,
tras Dizzy Moods, la cantante Jennifer Shanon aparecía
en escena con una maravillosa voz para meterse el público
en el bolsillo desde la primera silaba de un clásico
Lullaby of birdland. Dos temas más tuvimos la posibilidad
de escuchar a Shanon, “Midnight song” y una bossa
de Jobim (“Waters of march”), que resultó
algo descafeinada a pesar de la interminable introducción
por parte de la banda.
Lo mejor del concierto estaba por llegar, y resultaría
ser la fantástica última parte de la suite Black,
Brown and Beige, de Duke Ellington. Sin duda, de haberse optado
en el concierto por este tipo de obras clásicas de
Ellington, hubiéramos disfrutado de un concierto mucho
más redondo. Este grupo ofrece un grandísimo
nivel en este tipo de composiciones.
Para finalizar se recurrió de nuevo a composiciones
originales, esta vez de Marsalis y Herlin Riley.
Marsalis es un maestro, y sabe qué es lo que tiene
que ofrecer al público para tener el éxito asegurado,
de modo que decidió realizar el primer bis en formato
de quinteto. En él ofreció un blues a ritmo
“new Orleans”, en el cual hizo exhibición
técnica de sobreagudos, multiplepicados, sobregraves,
maullidos variados y todo lo imaginable a través de
su instrumento. De este modo el público se iría
satisfecho a casa.
Un concierto de una gran banda, que hubiera sido mucho mejor
de haber contando con un proyecto musical menos diverso y,
sobre todo, más consistente.
Elegancia y fuegos de artificio. Buen concierto
el que realizó en San Javier el elegante guitarrista
Joaquín Chacón, acompañado por Uffe Markusen
al saxo y un gran aunque algo excesivo Billy Hart. Fue este
concierto de menos a más; conjugando estandards y algunos
temas originales consiguieron satisfacer a un público
que en realidad tenía más interés en
el espectáculo posterior. Cabe destacar la solvencia
coltraniana de Uffe, demostrada en un tema propio al comienzo
del concierto y también la estupenda versión
de The Kicker, tema de Joe Henderson con el que finalizaron
el concierto. Esperamos poder ver más proyectos españoles
por festivales de verano.
Tras Chacón esperábamos lo que se suponía
uno de los platos fuertes del festival, la Soulbop Band. Es
éste uno de esos All Stars, en esta ocasión
camuflado bajo nombre de grupo. De este modo el concierto
nos demostró que no se trataba de un proyecto musical,
sino de dar cancha a cada uno de sus miembros con el fin de
realizar demostraciones personales.
Comenzó este concierto dejando muy claras las bases
de lo que sería hora y media de música. Ritmos
bailables y frases incendiarias eran intercambiadas entre
Evans y Brecker a modo pregunta-respuesta intentando dar el
máximo espectáculo posible.
Pudimos ver en este concierto a Randy haciendo uso de pedalera
de efectos, e incluso cantando en plan estrella de rock uno
de los temas de su último disco, sin duda la peor parte
del concierto, junto a una posterior insulsa balada a cargo
de Bill Evans. Un músico como Brecker no tiene ya nada
que demostrar, pero verle en tal situación resulta
realmente aburrido.
Se interpretaron temas del último disco de Bill Evans,
Hiram Bullock y Brecker, quedando muy claro en cada momento
quien era la estrella del tema y quienes le acompañaban,
para disfrute del público, al cual le apetecía
bailar.
Finalizó el espectáculo con Bullock realizando
un paseo por la grada del auditorio mientras realizaba un
“espectacular” solo, algo que no quedó
para nada fuera de sitio dado el contexto del concierto. Todo
esto ante la mirada risueña de sus compañeros.
Cabe destacar la habilidad de Dave Kikoski para acompañar
siempre del modo requerido en cada uno de los temas de sus
compañeros, y la contención de un Victor Bailey
al cual solo se le dejó parte de un tema para su lucimiento
personal.
Así terminaba un concierto que gustó mucho a
un público de San Javier que aplaudió fervorosamente
cada una de las evoluciones individuales demostradas en el
escenario.
Off Jazz. El día 17 nos encontramos
con dos buenos conciertos, a los cuales “sólo”
se les puede poner la pega (sea ésta de mayor o menor
importancia, dependiendo de la opinión del lector)
de que no resulten apropiados para un festival que se supone
de jazz.
Por un lado Brian Auger's Oblivion Express, grupo que ofrece
un Rock bastante honesto, contando con músicos de buen
nivel.
Por otro lado Richard Bona, que ofreció un recital
de composiciones de inspiración africana, y que, aparte
de dominar el bajo como nadie, tiene la inteligencia de no
convertir la música en exhibición deportiva,
dejando ver en contadas ocasiones su espectacular técnica.
Concierto de gran éxito el de Bona, que provocó
en más de una ocasión la participación
de un público deseoso de contribuir a la fiesta.
Como siempre, me cuestiono si este tipo de conciertos no tienen
mejor cabida en otro tipo de festival, y es que cada evento
debería buscar su propia personalidad.
Javier
Manzanares Hernández
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