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KENNY WERNER TRIO Seixal Jazz
2003 - 7ª edición
- Data: 25 de Outubro de 2003 / 25 de
octubre de 2003
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Lugar: Auditório Municipal - Fórum Cultural do Seixal. Seixal, Portugal
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Hora: 21h30 (1.º Set)
- Audiência: 300 pessoas
- Músicos:
Kenny Werner (piano)
Johannes Weidenmueller (contrabaixo / contrabajo)
Ari Hoenig (bateria)
Resenha - Reseña
Portugués: Eduardo Jorge Chagas
Español: Eduardo Jorge Chagas
- traducción: Diego Sánchez Cascado
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Resenha: Um clássico
é um clássico, ponto final. E o concerto do Kenny Werner Trio
foi um clássico: no formato trio de piano, no repertório, na
atitude. Só isto? Não. Na noite de 25.10.2003, Kenny Werner,
o segundo nome de peso do Seixal Jazz 2003, deu um autêntico show de
virtuosismo assente numa interessante releitura dos clássicos e da
sua própria obra.
Abriu o set com With a Song
In My Heart, da dupla Hart/Rodgers. Pelo meio tocou temas próprios
e alheios, e fechou em alta com Blue in Green de Miles Davis/Bill
Evans. E Werner, sendo realmente um discípulo fervoroso de Bill Evans,
ainda teve tempo e oportunidade de pagar tributo a Keith Jarrett e a Oscar
Peterson, no estilo e influências, que não nas composições.
Porém, valha a verdade,
há e houve mais Werner para além das evidentes influências
daqueles mentores. Por exemplo, causaram-me impressão positiva a
especial leveza do seu ataque, mesmo quando em velocidade por vezes alucinante,
e a apetência por melodias simples, que evocam a infância –
um piscar de olho a Monk, outro dos seus mestres, magnificamente ilustrado
na interpretação do original intitulado Amonkst,
um dos melhores da noite.
Werner guarda sério respeito
pela improvisação sobre acordes, mas não faz disso
uma lei imutável. As leis existem para ser quebradas, mas com moderação,
pareceu-me ouvir isso das mãos do pianista, que – aí está
outra surpresa – conseguiu por vezes ser livre e imprevisível nas
mudanças rítmicas e nas direcções que tomou.
Curioso o contraste entre o peso físico de Werner e a leveza das
suas mãos, a percorrerem o teclado com a dose certa de intensidade,
imaginação, velocidade e efeitos, com a técnica impecável
de um mestre altamente sofisticado em termos harmónicos, rápido
a pensar e a executar, pianista elegante que toca muito para além
das tais evidentes influências.
Ponto alto do programa foi a interpretação
de Trio Imitation, a peça mais interessante da noite, nos
antípodas da versão de um tema de Johan Sebastian Bach. Pessoalmente,
cansam-me estas incursões pela chamada third stream, termo alegadamente
inventado por Gunther Schuller (curiosamente, o pai dos manos Schuller que
tocarão nesta edição do Seixal Jazz no dia 31 de Outubro),
baseada na improvisação jazz sobre música clássica,
vertente muito cultivada pelo próprio Schuller, Modern Jazz Quartet
e por Dave Brubeck, entre outros.
Johannes Weidenmueller e Ari Hoenig,
baixista e baterista que integram o Trio, disponibilizaram acompanhamento
competente e versátil, ambos possuidores de saber e técnica
impecáveis, ao nível do líder. Transmitiram ao ouvinte
o mesmo tipo de segurança que se sente quando vamos de automóvel
com um condutor experiente e muito rodado ao volante.
Pela relativa «facilidade»
da audição, porque essencialmente de jazz mainstream se tratou,
no concerto da noite de 25.10.2003 ouviu-se jazz para toda a família.
E a tradição foi actualizada, mais do que reiventada. Fácil,
simples e natural como beber um copo de água fresca.
Eduardo
Jorge Chagas
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Comentario:
Un clásico es un clásico, y punto. Y el concierto del Kenny
Werner Trio fue un clásico: en el formato de trío de piano,
en el repertorio, en la actitud. ¿Nada más? No. La noche del
25.10.2003, Kenny Werner, el segundo nombre de peso del Seixal Jazz 2003,
ofreció un verdadero espectáculo de virtuosismo basado en
una interesante relectura de los clásicos y de su propia obra.
Abrió el set con “With
a Song In My Heart”, del dúo Hart/Rodgers. Luego tocó
temas propios y ajenos y cerró a gran altura con “Blue in Green”
de Miles Davis/Bill Evans. Y Werner, pese a ser realmente un ferviente discípulo
de Bill Evans, también tuvo tiempo y oportunidad de rendir tributo
a Keith Jarrett y Oscar Peterson, en estilo e influencias, que no en composiciones.
Sin embargo, a decir verdad, hay
y hubo más Werner, aparte de las evidentes influencias de estos mentores.
Por ejemplo, me causaron una impresión positiva la especial suavidad
de su ataque, incluso cuando en ocasiones adquiría una velocidad
alucinante, y su gusto por las melodías sencillas, que evocan la
infancia –un guiño a Monk, otro de sus maestros, magníficamente
ilustrado en la interpretación del original titulado “Amonkst”,
uno de los mejores de la noche.
Werner tiene un gran respeto por
la improvisación sobre acordes, pero no la convierte en una ley inamovible.
Las leyes existen para ser quebrantadas, pero con moderación, eso
es lo que me pareció escuchar de las manos del pianista, que consiguió
en ocasiones –y esa es otra sorpresa-, ser libre e imprevisible en los cambios
rítmicos y en las direcciones que tomó. Curioso el contraste
entre el peso físico de Werner y la ligereza de sus manos, que recorren
el teclado con la dosis justa de intensidad, imaginación, velocidad
y efectos, con la técnica impecable de un maestro altamente sofisticado
en términos armónicos, rápido a la hora de pensar y
en la ejecución, un pianista elegante que va mucho más allá
de las evidentes influencias.
Punto álgido del programa
fue la interpretación de “Trio Imitation”, la composición
más interesante de la noche, en las antípodas de la versión
de un tema de Johann Sebastian Bach. Personalmente, me cansan estas incursiones
por la llamada third stream, término acuñado por Gunther Schuller
(curiosamente, el padre de los hermanos que tocarán en esta edición
del Seixal Jazz el 31 de octubre), basada en la improvisación jazzística
sobre la música clásica, vertiente profusamente cultivada
por el propio Schuller, el Modern Jazz Quartet o Dave Brubeck, entre otros.
Johannes Weidenmueller y Ari Hoenig,
bajista y batería que integran el trío, aportaron un acompañamiento
competente y versátil, ambos poseedores de un saber y una técnica
impecables, al nivel del líder. Transmitieron al oyente el mismo
tipo de seguridad que se siente cuando vamos en un automóvil con
un conductor experimentado al volante.
Por la relativa “facilidad” de
audición, porque esencialmente se trató de jazz mainstream,
en el concierto de la noche del 25.10.2003 se escuchó un jazz para
toda la familia. Y la tradición fue actualizada, más que reinventada.
Fácil, sencillo y natural como beber un trago de agua fresca.
Eduardo Jorge Chagas Traducido
por Diego Sánchez Cascado
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