Comentario: La
primera actuación de Jamaladeen Tacuma (JT) en España casi no llegó a
materializarse ya que hasta 3 días escasos del concierto un malentendido
entre los músicos hizo que en sus respectivas agendas no figurase este
concierto.
Las vicisitudes siguieron el
mismo día ya que se extravió alguna maleta por lo que, lógicamente, los
músicos llegaron a Barcelona, un tanto contrariados, hasta el punto que el
propio JT desautorizó la posibilidad de fotografiarle. No obstante y
gracias a laboriosas negociaciones por parte de la organización,
consiguieron hacerle "bajar del burro" y dejar hacer el trabajo a
la prensa gráfica que acudió al evento.
El concierto lo inició Edmon
Hoskidian al saxo alto, o mejor dicho, a los efectos especiales ya que el
artista le había sacado la boquilla al saxo y conectado por micro a unos
pedales lo que provocaban efectos ambientales como de iniciación a la
fusión de músicas que vendrían a continuación.
JT utiliza un bajo muy
pintoresco del que arranca un potente sonido muy versátil y controlado. El
tema de introducción tenía aires arabescos, con un ritmo bien marcado y
equidistante entre el étnico y el jazz de fusión. El batería egipcio
tiene un estilo muy peculiar, poco ortodoxo, a veces percute los timbales
con las manos otras veces le pega unos mamporros con las baquetas que pueden
despertar al más dormido, una vez puso el tacón en el timbal que estaba
tocando para sacar nuevos sonidos.
Esta banda es capaz de tocar
desde finas melodías orientales hasta incluso funky-hardcore ultra ruidoso,
pero en cualquier caso nunca deja indiferente al oyente. Tacuma hacía
vibrar a la sala especialmente cuando se movía en terrenos más rítmicos
funky, pero sin caer en la ñoñería que algunas veces acompaña a este
estilo musical.
El personaje más pintoresco fue
Hamadouche, con un aire entre hippy-zappa-beefheart, de mirada perdida, a la
vez, con raíces tradicionales arábicas. Utilizaba la voz como un
instrumento más con una serie de variaciones tonales acompasadas con su
laúd. En un momento del concierto, cogió su laúd y lo aproximó al
monitor de audio para que se acoplase y así, obtener nuevos efectos
sónicos.
Los temas solían empezar suaves
y se iban calentando sobre la marcha. Momentos de libre improvisación
venían seguidos de estribillos al unísono de toda la banda. Un mismo tema
podía tomas formas bien diferenciadas entre sí a lo largo de su tiempo de
representación.
El saxo soplaba con furia y con
aires de auténtico free-jazz, contorneándose con fuerza y determinación.
Fue un elemento imprescindible que llevó parte del peso musical del
conjunto.
El cuarteto conectó con el
público ya que dieron un espectáculo bien variado, dinámico y original.
Tras el último tema Tacuma salió del escenario mientras se comía un plato
de patatas fritas y dejó a Hamadouche la labor de interpretar el bis.
Nota: Quiero agradecer la labor
que están haciendo la organización del festival "Nits de
música" de la fundación Miró ya que brindan la oportunidad de
acercar a Barcelona a consagrados músicos de la escena vanguardista que
aunque no tengan un ámbito muy grande de público, permiten ampliar la
oferta cultural de la ciudad. Para conciertos más multitudinarios ya hay
otros festivales con unas orientación y expectativas más comerciales.