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Componentes: Ander Erzilla (oboe)
Javier Olabarrieta (piano)
Iñaki Jaio (batería)
Jabier Fdez. de Jauregui (contrabajo)
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Colaboradores:
Fermin Goñi (txistu)
Iñaki Lagos (violín)
Aitor Astigarraga (viola)
Irati Ortubia (chelo)
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Títulos: Nik baditut; Ezpatadanzta
edo...; Ene bihotzaren lautadak; Maskaradari
goraintzi; Boastitzea;
Santaiageda; Xarmangarria;
Gaiherdiko
ametsa; Abendua; Albait arinen; Hara
nun diran
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Comentario: La música vasca y su inmenso
caudal compositivo han inspirado innúmeros proyectos musicales de los más
diversos "palos" estéticos. Desde rock, música de baile,
sinfónica... hasta, cómo no, jazz. Trabajos ya referenciales de nombres
consagrados como Iñaki Salvador, Josetxo Goia-Aribe o Iñaki Askunze (o lo
que es lo mismo Iruña Big Band) hasta grupos de más reciente aparición
como Zur-e Gura o, quien nos ocupa en este caso, Amaraun.
La proliferación de proyectos puede dar lugar a la siempre inevitable (¿?)
y maliciosa comparación. Sin embargo, el proyecto Amaraun parte con un
elemento diferenciador ciertamente llamativo. La presencia de un oboe como
instrumento solista de viento es reclamo suficiente, cuando menos, para una
escucha del trabajo.
El proyecto Amaraun nace precisamente de la inquietud del portador de dicho
oboe. Ander Erzilla, natural de Durango, ha abierto una puerta poco
frecuentada en nuestra música. La puerta de la valentía, del riesgo, de lo
novedoso e incluso de lo transgresor. Imagino que no pocos serán los
incrédulos ante un oboe que siente en jazz. Y vaya que sí siente en jazz.
Las presumibles carencias de intensidad sonora del instrumento, e incluso su
fragilidad traducida en una mayor desnudez en el fraseo solístico quedan
cubiertas por un gusto exquisito en solos y una apreciable asimilación del
tan complejo siempre (¿?) lenguaje jazzístico. Virtudes a las que suma
también su labor compositiva y vocal. Composiciones que en ocasiones
flirtean con el concepto de suite. Voz que sirve a un texto del poeta Joseba
Sarrionandia en una bellísima composición del propio Ander.
El otro aportador de partituras al grupo es el navarro Javier Olabarrieta.
Javier es uno de los grandes "tapados" de nuestra música. Un
improvisador con lenguaje de guitarra y delicado ingenio (el que le lleva a
intercalar en sus solos frases musicales de lo más pintoresco en origen).
Vida de maestro educador que nos resta tiempo del maestro pianista.
No conviene olvidar, por supuesto, a los otros dos componentes de Amaraun.
Jabier e Iñaki, contrabajo y batería. Tampoco la labor de los
colaboradores. El trío de cuerda que acompaña al grupo en el tema inicial
y sobre todo al txistulari y trompetista (aquí como lo primero) Fermín
Goñi. Su txistu improvisador alcanza sorprendente destreza en el lenguaje
del bop. Todo un contrapunto sonoro en un trabajo que de por sí ya lo es en
esencia. La suma de txistu y oboe crea un timbre divertido merecedor de más
capítulos.
Capítulos que hoy por hoy se escriben en el lenguaje vasco de la música.
La ya mencionada fuente de inspiración cultural que Amaraun desarrolla a
través de dos vertientes: el arreglo y la composición "inspirada
en". El arreglo de seis temas vascos y la composición de cinco temas
inspirados en ritmos, armonías e incluso sabores de la tradición vasca que
otorgan categoría de presente con miras de futuro a un grupo merecedor del
mayor de nuestros aplausos.
Carlos Pérez Cruz
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