Convocatoria contra Operación
Triunfo
Por PEMOC* (Noviembre-Diciembre 2002)
MANIFIESTO ³OTRO
TIMO NO²
Corren malos tiempos para la música. Cuando todos los ojos están
puestos en el fenómeno de la piratería, parece que pocos han advertido la
presencia de los tiburones. Como cualquier otra manifestación artística
popular, la música se sostiene sobre dos columnas: el arte en sí mismo y el
negocio. Ambas se necesitan. Sin el negocio, la músicano llegaría hasta la
gente, no habría industria del disco ni salas de conciertos ni nada. Sin música,
sin músicos, sin compositores, sin intérpretes, sin talento, sin arte al fin y
al cabo, el negocio no tendría nada que vender. Hoy, sin embargo, se está
logrando la cuadratura del círculo.
Vamos de cabeza hacia un panorama en el que el negocio lo ocupa todo y la música
ha sido hábilmente substituida por un sucedáneo que da el pego. Hace ya mucho
tiempo que escuchamos la palabra ³producto² en boca de los ejecutivos de la
industria pesada de la música. Tienen razón: la mayoría de lo que se publica
es sólo eso, ³producto². Ahora, a las abrumadoras campañas de marketing para
lanzar artistas prefabricados, o al agobio de las cien mil canciones del verano,
se ha venido a sumar un nuevo montaje sonoro de difícil digestión: Operación
Triunfo. En su segundo año triunfal, este tinglado músico-televisivo amenaza
con dar al traste con lo poco que quedaba del funcionamiento mínimamente
sensato de la música en nuestro país.
Lo que hay es lo que se ve: Operación Triunfo no es más que un negocio puro y
duro, un programa de televisión en el que se ventilan cientos de millones de la
moneda que sea. Hasta ahí, todo normal. Lo perverso comienza cuando el programa
trasciende de sus límites televisivos para entrar a saco en la industria del
disco, cuando se monopoliza la presencia de la música en televisión, cuando se
acapara el mercado de las galas...
Si la televisión pública se hubiera comprometido en una operación similar que
afectara a cualquier otro tipo de industria substituyéndola con un sub-producto
propio publicitado en términos de desleal competencia, y con la inevitable
consecuencia de crisis en el sector y despidos generalizados -como ya está
pasando- no habrían faltado las quejas de sindicatos y asociaciones de todo
tipo. La música, sin embargo, calla.
Y más allá de las consecuencias económicas de esta operación de crematístico
triunfo, está el daño enorme que se está haciendo a la música como arte. Por
tanto, desde PEMOC DENUNCIAMOS:
PRIMERO: El desembarco del medio televisivo como herramienta omnipotente
en la creación, promoción, distribución, comercialización y venta de la música.
Esta maniobra orwelianamente dirigista va encaminada a cambiar radicalmente las
estructuras de la industria en beneficio del negocio privado de unos pocos, aún
a costa de destrozar definitivamente el necesario equilibrio entre arte y
negocio en el ámbito de la música.
SEGUNDO: La utilización de los enormes medios de la televisión pública,
aquella que pagamos entre todos con nuestros impuestos, para la promoción sin
precedentes de un negocio estrictamente privado. También denunciamos la
monopolización del ³prime time² para la comercialización de estos productos
teledirigidos, quedando fuera de las horas ³buenas² de pantalla cualquier otra
música.
TERCERO: La mutación del fenómeno musical a través de Operación
Triunfo (sin olvidar sus clones: Popstars, etc), haciendo pasar como música de
calidad lo que no son más que ejercicios de amateurs. Nuestras simpatías
siempre estarán junto a los que comienzan en el azaroso mundo de la música,
incluidos los concursante de Operación Triunfo y similares, pero nunca con los
que orquestan negocios ventajistas con el telón de fondo de sus carreras.
CUARTO: El falseamiento de la mecánica real de una carrera artística,
la censura deliberada de géneros musicales, el adoctrinamiento cultural y estético,
y la valoración de un determinado tipo de ³triunfo² como concepto
indiscutible y unidireccional.
QUINTO: Exigimos la consideración de la música como un bien cultural y
no como un mero objeto de rentabilidad inmediata. De no reconducirse este
sistema de explotación primaria del negocio de la música, dentro de poco el
imperativo comercial habrá acabado con la veta de los artistas reales, y ya no
habrá ni música ni negocio.
SEXTO: Lamentamos que personas antaño involucradas en la creación de
una cultura popular se presten al más burdo tocomocho. Nos entristece comprobar
que discográficas y artistas en ejercicio se apunten a dar credibilidad a una
propuesta degradante por, respectivamente, vender lo que saben basura o arañar
unos minutos en ³prime time²; su complicidad es un baldón del que terminarán
arrepintiéndose. Las consecuencias inmediatas de estas maniobras comerciales
apoyadas por la enorme fuerza de la televisión son de temer: desaparición de
las músicas minoritarias, hundimiento de las pequeñas compañías discográficas,
empobrecimiento de los catálogos de las ³majors², reducción de la oferta
musical para el consumidor, etc.
SÉPTIMO: Hacemos un llamamiento a los medios de comunicación -prensa,
radio, Internet y televisión- para que se recupere el sentido crítico ante éste
tipo de fenómenos. La manida falacia de que ³es lo que el público demanda²
puede acabar llevándonos por derroteros nada deseables. Es necesario fomentar
el criterio para no sucumbir obligatoriamente ante el imperativo comercial.
Porque decir cuidado no es suficiente, PEMOC pasa a la acción.
Invitamos a los fans de Operación Triunfo a explorar otras opciones
musicales, y les hacemos una oferta cargada de futuro:
³TE CAMBIAMOS TU DISCO DE OPERACIÓN TRIUNFO POR UNO DE VERDAD²
Esperamos que entre los discos que ponemos a disposición del público, cada
cual encuentre alguno que le interese. En cualquier caso, todos son discos
hechos por artistas originales, músicas cuyo valor va más allá de las
maniobras comerciales, del morbo del cotilleo o del efecto hipnótico de la
pantalla del televisor.
Te pedimos que, si estás de acuerdo con este manifiesto te adhieras a él y lo
hagas llegar a aquellas personas que consideres que les pueda resultar de interés.
En este correo estamos en contacto: mailpemoc@terra.es
*PEMOC (Periodistas Especializados en Música,
Ocio y Cultura)