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DEAD CAPO
- Fecha: Sábado, 11 de Diciembre de 2004.
- Hora: 22:30
- Lugar: Club de música y jazz, San Juan Evangelista,
Madrid
- Asistencia: Tres cuartos de entrada.
- Componentes:
Javier Adán (guitarra y melódica)
Javier Gallego (batería)
Javier Díez (contrabajo)
Marcos Monge (saxo tenor y clarinete bajo)
Jorge Magaz (piano y teclados)
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Comentario: Con 12 minutos sobre
el horario previsto, tres cuartas partes del aforo cubierto
y un “gracias por venir” por parte Javier Díez,
comenzó el concierto con la proyección de imágenes
de fondo que por momentos parecían funcionar independientemente
de la música.
No cabe duda, salta a la vista que el grupo rebosa juventud
y ganas de agradar (a pesar de la sosa e indolente presentación);
comenzaron con un tema propio de su único y primer
trabajo hasta la fecha (Díscolo), cuyo título
es tan original como sorprendente: Nueve Camisas de ocho Jardines.
El tema que sirvió a modo de presentación de
los componentes del combo.
Su segundo tema, que llevaba por título Managua Cruje
fue quizás de lo mas destacable de toda la velada desde
un punto de vista creativo.
Fuerza, arrebato y esplendidos cambios de ritmo, rock en clave
de jazz.
Este grupo tiene la extraña habilidad de camuflar el
tango, el rock o el blues haciendo que parezca otra cosa,
un juego de ambigüedades estilísticas, una “caja
de Pandora”de la cual son capaces de sacar cualquier
cosa y afirmar que no es esa cosa.
Tocan en clave de jazz por su instrumentación y con
músicas nacidas al amparo del mismo y sin embargo por
momentos a lo largo del concierto anduve preguntándome
si realmente hacían jazz.
Incluso el aspecto físico de sus miembros denota cierto
gusto por forma rokeras; las patillas de J.Díez, J.Gallego
y Jorge Maraz así lo muestran; a eso se le añade
la forma y el sonido de su guitarrista J.Adán, que
recordaba en muchos momentos a los Beach Boys, los Shadows
o a Relámpagos, todos grupos de los 60.
Instrumentalmente no son ningunos virtuosos y a veces parecen
existir ciertos desajustes de acoplamiento, lo que sumado
a interpretaciones de referencias cinematográficas
que van de Henry Manzini (Charada) a Lalo Schfrin pasando
por el Drácula de F.F.Coppola o Atraco a las tres(momento
castizo que levantó los mayores aplausos de la noche),
no es precisamente lo más conveniente en los tiempos
que hoy corren desde el prisma creativo.
Cierto es que lo combinan con temas propios(como los ya nombrados
al principio o Hot Dog Night, Capuccino Conmotion), con versiones
de ilustres del jazz como T.Monk (donde tuvo papel destacado
Marcos Monje al clarinete bajo) u Ornette Coleman (Lonely
Woman a ritmo de rumba, destacando Jorge Maraz al piano);
pero particularmente no me parecieron convincentes estas propuestas.
Dead Capo es un grupo de presente con las mayores posibilidades
de futuro; gente joven con impulso a quienes el tiempo le
dará la madurez necesaria para alcanzar mayores logros
creativos.
Un largo camino por recorrer que atisba buenos augurios, si
nos agarramos a los brillantes momentos que como chispazos
de conciencia encontramos a lo largo de este concierto.
Enrique Farelo
-“alquimia”Radio Rivas 95.4Fm Madrid- http://www.audio.ya.com/radiorivas
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