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ATOMIC

  • Fecha: 10 de febrero de 2005
  • Lugar: Centro Cultural del Matadero, Huesca, España.
  • Hora: 22:30 horas
  • Asistencia: Entrada 8 euros. Tres cuartos de entrada.
  • Componentes:
    Fredrik Ljunkvist (clarinete, saxos)
    Magnus Broo (trompeta)
    Havard Wiik (piano)
    Ingebrigt Haken Flaten (contrabajo)
    Paal Nilssen-Love (batería)
  • EXPLOSION CONTROLADA EN EL MATADERO

    La temporada de conciertos del Centro Cultural del Matadero comenzaba este jueves y lo hacía con muy buen pie. Atomic, la revelación de la pasada edición del Jazzaldia donostiarra, cerraba en Huesca una pequeña gira española que ha tenido un fuerte eco en los medios de comunicación.Eso se notó en una sala casi llena que atrajo además a aficionados de zonas próximas: Jacetania, Zaragoza o Pamplona. Un público que salio más que satisfecho abalanzándose sobre el puesto de venta de discos.

    Con todo, la cosa no llegó a mayores. Efectistas, su actuación fue como una explosión controlada. La exposición de sus temas sigue los patrones del hard bop de los cincuenta –los sopladores encajan perfectamente en esta estética con un pirotecnico Magnus Broo a la trompeta- para luego acercarse al expresionismo del free, mas en el sonido que en actitud, merced a las buenas maneras de su saxofonista Fredrik Ljungkvist que, aunque situado en un sonido mainstream contemporáneo, logra acercarse al saxofonismo free de forma creíble, pero, también, algo limitada. Es en estos desarrollos donde el grupo alcanza sus mejores prestaciones, aunque en buena parte de los temas interpretados asumieron pocos riesgos y estuvieron mas ocupados en interpretar que en improvisar. Fue en la segunda parte de su actuación y sobretodo en su clásico “Foom, Foom” donde se soltaron algo más llegando a anunciar una explosión “atómica” que por no terminar de perder los papeles se quedo en “controlada”.

    El “patito feo” de la noche resultó ser el pianista, Hayard Wilk, relegado al papel de bisagra entre “pitos” y “rítmica” y una sonorización por debajo del nivel de grupo, poco pudo hacer por mostrar sus buenas maneras de “pianista moderno” de las que hace gala en “Postures” su trabajo a trío. Sí tuvieron mas ocasión de destacar sus compatriotas de sección, Ingebrigt Haker Flaten –con un buen solo de contrabajo que fue adornado con unos apoyos a modo de “conducción” guiada por Ljungkvist, uno de los momentos álgidos de la noche- y Paal Nilssen Love que, aunque anduvo comedido, sí apuntó maneras del porque está considerado como uno de los mejores baterías de la libreimprovisación europea de la actualidad. Cambios de ritmos, cortes, escapadas a otros territorios… pero en su haber también algún despiste momentáneo.

    Aunque no llegaran a poner el Matadero “patas arriba” como se podía prever, una buena ocasión de disfrutar del jazz nórdico que se huye de los tópicos de la new age y las ensoñaciones de paisajes de fría aridez con esa efectiva mezcla de fondo hardbop y maneras free. Pura ortodoxia.


    jesusmoreno