Me'Shell Ndegeocello - Cyro Baptista || Sons D'hiver, Créteil, Paris, Francia, 18/19-II-2005 ||Conciertos || Tomajazz

Comentario: El cierre del magnífico festival Sons D'hiver, especie de estupendo precalientamiento parisino para el similar, pero mayor, Festival Banlieues Bleues que tendrá lugar dentro de un mes escaso, con una programación que pone los pelos de punta. Este nuevo festival al que asistimos en su último fin de semana, se celebra en diversas salas de la periferia de la capital...en concreto, los dos conciertos a los que nos acercamos se hicieron en una sala muy nueva en el barrio de Créteil, a veinte minutos del centro de la ciudad en metro, una especie de flamante Sala de Cultura. Auditorio como para unas setecientas personas sentadas, con una aparente buena sonoridad, aunque específicamente en los dos días que comentamos los encargados del asunto se lo montaron para que sonase bajo... y mal. El precio que hay que pagar muchas veces en estos festivales.

Público variado, mucha gente joven muy "fashion", tanto el día de Me'shell como el segundo, este con público más joven que claramente estaba allí para ver a Seu Jorge, cuyo primer disco está siendo un pelotazo en círculos relativamente reducidos de aficionados a la música brasileña en Francia... y en el resto de Europa, aunque para estas cosas sí que por desgracia a veces parece que realmente esta se acabe, como antes se decía...en los Pirineos. El día de Me'shell, muchos, muchísimos músicos entre el público, entre ellos mezclados los de Jazz (Ducret, Julien Loureaux) con los de otros estilos (Keziah Jones, muchísimos raperos franceses), que sabían claramente también a qué iban.

El concierto de Me'shell con su banda de Jazz, el Spirit Music Jamia, ha sido el bombazo del año: el grupo, que muchos vimos en San Sebastián durante el pasado Jazzaldia, allí algo inconexo aunque con un par de momentos gloriosos cuando se dedicaron al afrobeat todos, o por parte de Oliver Lake en los solos, aquí sonó solido como una roca : aparte del tiempo pasado de gira, la líder parece que ha dado más forma al asunto, que ahora mismo podríamos decir que consiste en "Weather Report ( en su mejor momento ) meets Fela" en un Loft en los ochenta con los vientos Post Free de un, digamos, World Saxophone Quartet en su día más inspirado, más un componente extra M-Base modernizado, muy evidente este día por la presencia abismal de un Steve Coleman comedido, cuyo "poder" es ya presente aunque se dedique a reforzar el concepto de un concierto así en vez de intentar hacerse notar... es un monstruo, un músico de una talla enorme cuya presencia en algo así es impactante.

Detalles: solos terribles de Oliver Lake, superexpresivo como siempre, alternados con otros de Coleman en un espíritu tranquilo y reservado que lo contrapunteaban de manera excelsa. Ron Blake soberbio al barítono que tan bien encaja con la música de Fela, explícita, como su tema con el que se abrió el concierto, o planeando sobre otros temas del concierto; al tenor y soprano, excelente.

Michael Cain extraordinario al Rhodes, Wurlitzer y un teclado con sonidos de Hammond y sintetizadores, con solos alternados, unos muy Funk, otros en la vena más Bill Evans que recordaba a los mejores momentos de los teclistas que estuvieron con Miles en los setenta. Fiuczynski casi siempre ejerciendo de guitarra rítmico, menos cuando se lanza a esos solos ácidos tan galácticos que aquí quedaban perfectos. Fima Ephron casi medio concierto apoyando con su laptop el trabajo impecable de DJ Medhi Sundance, el hijo discjockey de Oliver Lake, que tuvo detallitos increíbles, como sorprender a todos encajando como un maestro un sampleo de Lester Bowie en un tema que hasta parecía compuesto para ello. Cuando Ephron cogía el bajo bien para jugar a dos con la líder, bien para sustituirla en sus rapeos (sólo dos) o cuando cantaba, impecable.

Y la rítmica... difícil de contar con palabras: Me'shell me parece la más original bajista desde Pastorius y los maestros del Reggae, y con diferencia. Se ha convertido en una especie de Miles del instrumento, sustituyendo la capacidad de tocar muchas notas con una "tripas" metidas en el asunto que hacen que cada línea que crea se te meta en los huesos hasta el tuétano... su idea de tocar a la vez Funk y líneas Reggae con un sonido saturado a veces como en el Dub más profundo es inaudita, y la combinación con su último batería, Chris Dave, es algo fuera de la norma. En el Jazzaldia este último se encontró muy cómodo en los dos momentos en los reinterpretó los ritmos afrobeat de Tony Allen... pero aquí es que estuvo inconmensurable en casi todo momento... la magia que desprendieron los dos fue única, si siguen juntos pasarán a la historia y si no lo cree alguien... al tiempo.
Un conciertazo: desde la intro del DJ, a la que se sumó enseguida Steve Coleman para rememorar aquellos años gloriosos del Hip Hop en los que le encantaba tocar con un par de platos detrás como único acompañamiento, hasta esos "unissons" de los tres vientos haciendo riffs escalofriantes sobre la rítmica flotante, y los solos de todos, por supuesto...Pegas, pocas, si acaso el tema de los Screaming Headless Torsos que había que hacer para los fans de los invitados, con Dean Bowman versioneando a Hendrix, que no estuvo nada mal, pero rompía el hilo del concierto, o el tema de Ron Blake en cuarteto que fue bonito, muy coltreniano, pero no encajó con el concepto general de la actuación.

Y momentos que los que tuvimos la suerte de ver recordaremos durante años, como el afrobeat acelerado del primer tema con la banda al completo, el tema que da título al disco de esta banda, o la increíble intro en plan Miles ( cuya sobra planeaba siempre por encima, como lo hace también en el disco ) en el 69-70 de Fiuczynski y Cain al bis espectacular de toda la banda incluído un Bowman soberbio haciendo la segunda voz a Me'shell.
El futuro pasa por esta banda, seguro. Esperemos que la suerte se ponga de nuestro lado y aterrice por la península en verano, que vuelve a girar por Europa. En Mayo, parece ser que vuelve a París, probablemente al Bataclan. Un servidor estrá allí... seguro, y de paso, será también para contarlo.

El último día, jornada doble: un primer concierto de la nueva estrella de la música brasileña, el jovencísimo Seu Jorge, insufrible. Una voz muy potente, pero incapaz de dar tres notas, y además sin la gracia del "desafinado" de otros cantantes de su país. La banda, correctita, pero aburridísima, y los temas, aún más aburridos. Mal pop disfrazado de música con raíces a base de slogans para miembros de ONGs de pega.

Tras semejante sufrimiento, aliviado en mi caso por la numerosa asistencia de público femenino de muy buen ver, a lo que fuimos, que era a ver a Cyro Baptista con su grupo Beat The Donkey, que fue la sorpresa del fin de semana : a los dos minutos se nos transformó a los que habíamos allí a ver algo potente la cara de aburrimiento que nos había dejado Jorge en una sonrisa que expresaba nuestro asombro, y lo que nos divirtió el concierto de este espectáculo total, mezcla de teatro, danza, toda la música que uno pueda imaginar, y un sentido del humor desbordante del líder y de sus acompañantes. Jungle, Funk, Africa, Brasil... hasta Krautrock cantado por la guitarrista adornada con cuernos de vikingo, partidos de tenis entre dos percusionistas con pandeiros y sin bola... algo increíble.

Y música... para parar trenes: un batería soberbio y el arte indescriptible del líder como base, más dos percusionistas y bailarines excelentes, una japonesa que lo mismo se nos marcó un zapateado asombroso que un baile con espada de samurai que... ¡unos rapeos en su idioma impresionantes de gracia! Más una violinista-guitarrista-cantante divertidísima y un Jamie Saft a los teclados y sobre todo, a la melódica... impresionante, y divertidísimo también, con un momento increíble en el que cortó el intento del líder de interrumpir uno de sus solos corriendo medio escenario con la melódica para tocarle amenazadoramente la música de "El Padrino" con una mano mientras le amenazaba también con un gesto de dispararle con la otra.

Impresionante: nada de la gracia por hacer la gracia... sino un sentido del humor que tantas veces se echa en falta en tantos conciertos, y mucha, muchísima buena música detrás, y como remate, una canción aparentemente tonta de Baptista como bis, sobre su incapacidad para dejar de fumar y las consecuencias que ellos acarrea en la ciudad donde vive, Nueva York, que me pareció... un hit.

Un bombazo. Si como acompañante nos ha impresionado siempre lo mismo, fuese con Hancock, Zorn, Cassandra Wilson o...Peter Gabriel o Sting, como líder Cyro Baptista es espectacular, y sus conciertos no son... conciertos : un auténtico espectáculo, y de los buenos.

Si Banlieues Bleues ya estaba en la agenda de la gente con ganas de ver mucha y buena música... aquí tenéis otro motivo más para echarnos todos a llorar cuando pensamos en nuestros festivales... las comparaciones son odiosas, lo sé, pero uno piensa en lo que tenemos por aquí y en lo visto en un fin de semana en París, y dan ganas de echarse a llorar. O de ahorrar, para volver, y desde luego, si hay que elegir, pasar en cambio de los festivales de por acá, y esto lo digo, ahora que el mundo es cada vez más pequeño y todo está cada vez más cerca, como aviso a navegantes y con mala (¿o buena?) intención: que lo lea alguien implicado en nuestros festivales, y saque sus propias conclusiones.

Jorge LG