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NOUS
SONS ´05
Músiques Contemporànies SPANISH
BRASS LUUR METALLS & KENNY WHEELER
- Fecha: 12 de febrero de 2005
- Lugar: CCCB (Centre de Cultura Contemporània de
Barcelona)
- Componentes:
Juanjo Serna: Trompeta
Carlos Benetó: Trompeta
Manuel Pérez: Trompa
Indalecio Bonet: Trombón
Pedro Castaño: Tuba
Con la colaboración especial de
Kenny Wheeler: Trompeta.
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Comentario:
Se ha iniciado en Barcelona una nueva edición del Festival
dedicado en su totalidad a las músicas contemporáneas.
Para ello se han programado un total de 12 conciertos que vienen
a configurar y a representar los nuevos sonidos que se producen
en la actualidad, y que no son otros que el de las músicas
contemporáneas. Este festival quiere contar con la inquietud
que se produce en nuestros días, y para ello ha programado
uno ciclo de conciertos donde se van a poner de relieve las
distintas ideas, estilos, tendencias y géneros de los
nuevos sonidos contemporáneos, y para ello ha conformado
un elenco de músicos que van desde la presencia de la
Orquesta de la OBC, el Spanish Brass Luur Metalls, The Hilliard
Ensemble, Louis Sclavis, el Trío Kandinsk o Mat Manieri
entre otros.
El ciclo Nous Sons ´05 presentó en su segundo concierto,
un recital destinado al esplendor de los metales (tal y como
rezaba en el programa de mano). La afirmación se cumplió
con creces, a consecuencia que el programa del concierto se
encontraba conformado de piezas (en su totalidad obras inéditas)
para el grupo Spanish Brass Luur Metalls, con la participación
estelar del trompetista Kenny Wheeler en la última obra
del concierto; obra que fue encargada por el festival de Nous
Sons al trompetista canadiense para su estreno en la presente
edición.
El concierto se inició con la obra de Cesar Cano “Brass
Quintet”, que se encontró compuesta por cuatro
movimientos: Expectaciones, Secretos, Espejismos y Duelos. El
primero movimiento “Expectaciones” se nos presentó
como un pequeño estudio de la escucha sonora que se encargaron
de proporcionar los instrumentos del grupo Spanish Brass Luur
Metalls, todo conjugado con un uso del silencio en determinados
momentos. El segundo movimiento “Secretos” se trato
de una pieza de corta duración que conllevó una
gran carga sonora por todos los instrumentistas. Mientras que
el tercer movimiento, “Espejismos”, se encontró
configurado como un juego de la microtonalidad, mostrando una
parte central de extraordinaria dificultad para los músicos,
al desplegarse una fuerte carga de notas (un mural sonoro) que
los cuatros integrantes del grupo desarrollaron de forma brillante.
La obra finalizó con el movimiento “Duelos”,
que como bien señala su tituló, provocó
confrontaciones entre diversos instrumentistas que se fueron
repitiendo a lo largo de todo el movimiento. Este movimiento
presentó pasajes homofónicos con ritmos claramente
establecidos y que confirió al mismo una sensación
musical plena y significativa a raíz de la gran cantidad
de música desarrollada.
La segunda composición interpretada por el grupo español
fue de Ricardo Climent “Biometric Fingerprints (as a tape)”.
La obra se desenvolvió a base de una construcción
de potentes láminas sonoras, y donde el resto de músicos
iban interponiendo como pequeños “inputs”
musicales (a base de minúsculos fragmentos sonoros, que
se perciben de forma clara y precisa) a veces por parte de las
dos trompetas o de trompeta y trompa, o de trompa y trombón,
todo ello siempre a base de una enorme proyección musical.
La obra finaliza por el contrario con un gran lirismo por parte
de todos los músicos, que desarrollan de una forma individual
pequeños fragmentos musicales de enorme belleza, que
nos transporta por momentos a las tres dimensiones.
La tercera de las obras planteadas fue la de Enrique Sanz-Burguete
“Gaudi *um”. La obra presenta dos características,
la primera es que se encuentra planteada como un homenaje al
arquitecto Gaudi, y la segunda es que se presentó como
una obra con una enorme espiritualidad.
La obra pretende a través de la música el representar
las diversas construcciones de Guadi, es por ello que la música
se presentó por parte del quintero de metales de grandes
proporciones sonoras, siendo adornada con motivos musicales
que quisieron dar a entender las diversas formas arquitectónicas
propias del modernismo de Gaudi. Todo ello transcurrió
por pasajes dulces y sencillos desplegados por medio de diversas
escalas y materiales tímbricos de diferente resultado
sonoro, todo ello con el objetivo de dar al público la
sensación imaginaria de las formas voluminosas de la
arquitectura en el espacio que ocupan.
El concierto finalizó con la obra de Kenny Wheeler “Brass
Quintet”, y que conllevó la presencia del trompetista
canadiense junto al quinteto Spanish Brass. La obra se encontró
conformada por 9 movimientos todos ellos de corta duración,
y unidos por pequeño puente que era interpretado por
Kenny Wheeler. La obra resultó ser de una belleza espectacular
por parte de todos los músicos, con pequeñas aportaciones
de Wheeler, para pasar en los últimos temas a una participación
mucho más activa y a un constante diálogo con
sus compañeros de escenario, que permitió al publico
es disfrutar de una obra música de enorme calado musical.
Una pequeña maravilla acústica y sonora.
Juan Carlos Abelenda.
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