Comentario:
Muy esperada se presentaba la visita del saxofonista americano
John Zorn y Masada en Barcelona. Un buen de número de
aficionados se dio cita en el Teatre Grec para ver a una de
las formaciones más eclécticas y heterogéneas
del panorama musical. A raíz de lo interpretado en el
concierto, los aficionados salieron enormemente satisfechos
por la música interpretada. Zorn y su grupo desgranaron
sucesivos temas en donde fluyeron estilos bien diversos, como
el bop, destellos de un free elegante con ráfagas de
improvisación, altas cotas de sonoridad, momentos de
sensuales baladas, así como destellos de música
contemporánea.
Todos estos elementos se cohesionaron de una forma extraordinaria
por todos los integrantes del grupo, lo que demostró
el punto de de conjunción de esta formación.
La formación al completo rayaron a una gran altura
interpretativa, desde el trompetista Dave Douglas, quien demostró
no sólo sus dotes como músico acompañante
sino también en los solos desplegados, tanto por su
gran cantidad y calidad de ideas, así como por unas
aportaciones en conjunción con su líder que
permitieron un vínculo prácticamente telepático;
pasando por la sección rítmica, y, en donde
Greg Cohen como Joey Baron, desarrollaron el colchón
musical para arropar a los colíderes. Mención
especial fue la aportación musical de Joey Barón,
tanto en la función de rítmica como de acompañamiento
a Zorn y Douglas y así como de un descomunal despliegue
de desarrollos en sus solos, que dejó a más
de un aficionado atónito.
Todo lo apuntado evidenció que Masada es una de las
grandes formaciones actuales, tanto por planteamientos musicales
como por ideas creadoras, lo que le confiere una paleta musical
de enorme riqueza y todo ello basado en una búsqueda
improvisatoria. Estos planteamientos se plasmaron en el concierto
del Teatre Grec, lo que nos permite el calificar al concierto
ofrecido por Masada, con unos de los mejores que se han llevado
a cabo en Barcelona en el presente año.
Juan Carlos Abelenda
Como bien se encargaron de darnos a conocer nuestros colegas
de Barcelona, Masada ya había actuado anteriormente en
la ciudad, casi 10 años desde ese momento, hace lógico
pensar que con músicos de semejante nivel y una formación
tan engrasada y amparada por tantos años de experiencia
y convivencia los resultado no podían defraudar.
Así fue el show de Masada en el teatro Grec, un escenario
formidable y además con una buena acústica,
una actuación que se ciñó a lo esperado.
Cuatro auténticos virtuosos haciendo gala de un gran
conocimiento mutuo y de una técnica individual impecable.
La mayor parte del show estuvo relacionada con los temas
pertenecientes al segundo libro de canciones de Masada mostrándose
estos continuistas con lo establecido en el primer libro.
John Zorn se mostró en plena forma con el saxo alto,
buscando todos y cada uno de las sonoridades del mismo, desde
el agudo más desgarrado al bop más clásico.
Dave Douglas estuvo menos incisivo y vanguardista que el líder,
muy entonado tanto en los intercambios con Zorn, como en sus
apariciones solistas. Greg Cohen realizo algún solo
muy interesante y siempre fue un apoyo rítmico muy
solido. ¿Qué decir de Joey Baron? Impartió
en la hora y media del concierto un curso práctico
de como se debe tocar la batería en un grupo de jazz.
Como nota curiosa del concierto estuvo el exitoso intento
de aplacar la lluvia. Cuando parecía que se podía
suspender por la aparición de unas pequeñas
gotas de lluvia, Masada toco un tema tranquilo y la amenaza
se quedo sólo en eso. Como decía un agradable
Zorn, esto es una muestra de como la música puede controlar
el tiempo.
¿Críticas? Quizás el excesivo tono conservador
que tiene la propuesta de Masada, después de tantos
años juntos, las diferencias son mínimas. Los
seguidores de Zorn siempre esperamos novedades y desde luego
se recibió lo que se esperaba. ¿Cuántos
años más seguirá siendo Masada y la música
radical judía el centro de la producción de
Zorn? Difícil responder, ya que parece encontrarse
a gusto. El mismo personaje que en un par de años se
aburrió de Naked City, parece no querer moverse de
sitio.
De todas maneras, Masada es hoy por hoy uno de los mejores
grupos que se pueden escuchar, un CLÁSICO con todas
las letras.
Joaquín Villaverde