Comentario: Tras su visita
en el verano del 2.003, vuelve de gira por España la
banda de Charmaine Neville. En esta ocasión sin el saxofonista
Reggie Houston, pero con la presencia del veterano Amasa Miller,
colaborador entre otros de Bob Dylan, Linda Ronstadt, Steven
Stills y Maria Muldaur, y que en aquella ocasión no pudo
acompañar al grupo.
Antes de nada una aclaración para las publicaciones
que informan sobre esta gira, Charmaine, aunque digna sucesora
del clan de los Neville Brothers, no es hija de Art, sino
de Charles “The Horn Man”. Pero no, nos os alarméis,
Tomajazz no tiene previsto iniciar una nueva sección
dedicada a la crónica del corazón.
Calor, el patio de San Benito engalanado y perfectamente
acondicionado, gradas con asientos, buena iluminación,
y una triste media entrada, eran la antesala de un concierto
dedicado a las raíces de la música norteamericana,
un viaje a la profunda, mestiza y fascinante Nueva Orleáns.
Comenzó la actuación con varias interpretaciones
a los teclados de Amasa Miller, y un tema cantado por el batería
Gerald French, correctos, pero algo faltos de la magia que
yo esperaba. Menos mal que la aparición de Charmaine
Neville y de su hechizo hizo desbordar el escenario de ritmo
y de “Afro Blue”.
Es difícil hacer participar al público castellano,
que siga el ritmo y más aún moverlo de los asientos,
pero, durante la noche Charmaine nos fue ganando poco a poco,
a base del batir de palmas, de sus cómicos e infructuosos
intentos por cantar en español, vamos, que nos íbamos
animando, hasta tal punto que una espontánea salió
a bailar de repente y fue invitada a subir al escenario. Este
no es mi Valladolid que me lo han “cambiao”...
y para bien.
Con temas clásicos como “Early in the morning”
de Louis Jordan, “Night in Tunisia” de Dizzy Gillespie
iba avanzando la velada, entre el jazz, el blues, el funk,
los ritmos cubanos, brasileños... Una mezcla explosiva
apoyada en el bajista, con la fuerza expresiva de las percusiones
y la batería y la excelente ejecución a los
teclados. Lastima que por problemas en la mesa de mezclas
los músicos carecieran durante la primera parte de
la actuación de la señal del resto de compañeros.
Aún así, supieron salvar con naturalidad y profesionalidad
esta incomoda situación.
La calidad vocal de Charmaine Neville es indudable, pero
la sorpresa nos llegó cuando poseída por el
espíritu de Louis Armstrong interpretó “What
a Wonderful World”. ¿Cómo una mujer como
Charmaine es capaz de llegar a estos registros? Quizás
se pueda encontrar la respuesta en el “Nueva Orleáns
Historic Voodoo Museum”.
Para terminar, una pequeña perla; una caliente versión
de “Fever”, sin duda un tema de lo más
apropiado para el “Mardi Gras” del que Charmaine
se auto-proclama su Reina. Bien, será cuestión
de ir acaparando collares y baratijas para hacer una visita
a Nueva Orleáns antes de la Cuaresma. ¡Cuidado
no te quemes!
José Miguel Sebastián