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    ATOMIC
Jazz em Agosto 2005
  • Fecha: 07 de Agosto de 2005.
  • Lugar: Anfiteatro al aire libre de la Fundación Calouste Gulbenkian
  • Aforo: Aprox. 250 personas
  • Componentes:
    Fredrik Ljungkvist (saxo tenor y clarinete)
    Magnus Broo (trompeta)
    Havard Wiik (piano)
    Ingebrigt Haker-Flaten (contrabajo)
    Paal Nilssen-Love (batería)
  • Comentario: Otro de los grandes conciertos del festival.

    Conociendo los discos de la banda, sobre todo Boom Boom y The Bikini Tapes, teníamos una idea aproximada de lo que el grupo podía dar de sí en directo. Y la verdad es que el vértigo del directo beneficia a este grupo, que no se olvida de las composiciones sino que las ejecuta con más brillo y energía. Otra característica de esta banda es que toca mucho en directo, lo que hace que tenga los temas bien rodados y que los músicos ataquen las composiciones con confianza y energía. Lo logran con un equilibrio impresionante entre las partes compuestas y las partes libres, lo que da como resultado una especie de free bop muy suelto e inspirado.

    No se puede decir que la música sea de influencia europea o americana, pues en ella conviven la semiología de ambas orillas del Atlántico. Haker-Flaten, bajista del grupo, dice que lo que hacen es juntar el free, grooves y ambientes, y que ni el jazz europeo ni el americano son una restricción, sino una inspiración que les hace construir un sonido nuevo y fresco. Según las palabras del bajista: “Hacemos música para gente sociable y esperamos que sea entendida de la misma forma”.

    El sonido de Atomic es eso mismo, una música orgánica, fuerte, que resuelve de una vez la cuestión antigua y recurrente entre los guardianes del templo del jazz, que no dejan entrar a los innovadores y a aquellos que quieren destruir esa iglesia, porque la ven reaccionaria y decadentes. Estos chavales, pues estamos hablando de músicos jóvenes, también van a la iglesia, también escuchan tocar a los ancianos, aprenden con ellos, rezan de manera diferente, son más abiertos. Y no por ello dejan de hacerse entender.

    Hablar de los instrumentistas es redundante, pues todos ellos son músicos de primera, por lo tanto es más importante hablar de conceptos. Es fantástico cómo el contrabajo o la batería pueden realizar solos mientras que el resto del grupo toca al unísono. No es convencional, en absoluto. Pero, ¿por qué tendría que serlo? Muchas veces la música del grupo me recordó a un jazz ya escuchado, como en la segunda pieza, cuando en un momento en que tocaba el piano acompañado por el bajo y la batería, comencé a escuchar a Bill Evans, para rápidamente viajar a unas composiciones de influencia coltraneana y a registros más modernos. ¿Quieres ver un jazz nuevo, fresco, saludable, con un fuerte sentido melódico, hecho con ideas frescas y compuesto y tocado por cinco músicos jóvenes?

    Pues vete a ver a Atomic cuando toquen en una sala cerca de donde estés.

    João Pedro Viegas traducido por Diego Sánchez Cascado