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MARIA
SCHNEIDER ORCHESTRA
37 Festival Internacional de Jazz de Barcelona
- Fecha: 10 de Noviembre de 2005.
- Lugar: L´Auditori (Barcelona)
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Componentes:
Maria Schneider, arreglos y dirección; Steve Wilson,
saxo alto y soprano, clarinete y flauta; Charles Pillow, saxo
alto y soprano, clarinete, flauta y oboe; Rich Perry, saxo tenor
y flauta; Donn McCaslin, saxo tenor y soprano, clarinete y flauta;
Scott Robinson, saxo barítono, flauta y clarinete; Tony
Kadleck, Greg Gisbert, Laurie Frink e Ingrid Jensen, trompetas
y friscornos; Keith O´Quinn, Rock Ciccarone, Larry Farell,
trombones; George Flynn, trombón bajo y contrabajo; Ben
Monder, guitarra; Gary Versace, acordeón; Frank Kimbrough,
piano; Jay Anderson, contrabajo; Clarence Penn, batería,
con la colaboración especial de Marc Miralta al cajón.
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Comentario: En la actualidad
muy pocas orquestas suenan de la forma en que lo hace la formación
liderada por la compositora, arreglista y directora de Minnesota,
Maria Schneider. Me atrevería a decir, pero a otro nivel
muy distinto, que la Dave Holland Big Band, y alguna otra que
en estos momentos se me escapa, presenta tal grado de cohesión
interna y profundidad musical como la Orquesta de Maria Schneider,
que tuvimos la oportunidad de apreciar en Barcelona.
Para tal evento, Schneider desarrolló temas de su último
disco “Concert in the Garden” (el primer disco que
gana un Grammy sin haber salido a la venta en las tiendas de
discos; su compra sólo es posible a través de
Internet), más algún otro nuevo que fue presentado
en el presente concierto.
En L´Auditori de Barcelona pudimos comprobar la extraordinaria
formación de músicos que conforman la Orquesta
de Maria Schneider, y que es el punto de partida de ella, pues
la misma posee un gran caudal de música interna que deriva
de las extraordinarias carreras que poseen muchos de los instrumentistas.
Junto a este factor hay que resaltar, la gran cantidad de tiempo
que los mismos llevan tocando juntos, lo que permite apreciar
una perfecta conjunción de piezas, que tan sólo
es adquirida con el paso del tiempo.
Con estos dos puntos de partida claros, el trabajo de Schneider
es conducir la orquesta por caminos musicales que quedan perfectamente
delimitados a través de sus composiciones y principalmente
de los arreglos (en alguna ocasión excesivos), lo que
conlleva una dirección atenta, pulcra y precisa, lo que
hace que la música suene como un todo orgánico
y único, (pero nunca de una forma individualizada), con
personalidad y carácter en los momentos más rítmicos,
y de una manera fluida y sutil en los momentos más dulces
de la interpretación.
Interesantes resultaron a su vez, las ruedas de solos en las
que participaron la mayoría de los músicos, y
en donde Maria Schneider dejó el espacio suficiente para
el lucimiento de los mismos, destacar los solos desplegados
por los saxofonistas Steve Wilson, Rich Perry y Donn McCaslin,
y el de la trompetista Ingrid Jensen.
La única nota negativa del concierto fue el bis que llevaron
a cabo, al interpretar el standard “Over the Rainbow”,
y en donde el tema no acabó de cuajar con el excelente
concierto ofrecido por la orquesta, con unos arreglos fuera
de lugar y con una aceleración del tema, que lo desnaturalizaron
en su totalidad. A ello no contribuyó el sólo
que se interpretó, excesivamente largo y tedioso.
A pesar de lo comentado, el concierto resultó excepcional
y un auténtico placer para los sentidos de la gran cantidad
de aficionados que se dieron cita para disfrutar de la música,
con letras mayúsculas.
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