Comentario: La noche temática
del 25 Festival de Jazz de Terrassa dedicada a tríos,
fue tan diferente, como lo es el día de la noche, y por
ello el resultado distó tanto en calidad como en musicalidad
en los dos conciertos.
La primera parte estuvo dedicada al trío del conocido
bajista Avishai Cohen (miembro del Chick Corea New Trio), quien
nos presentó una selección de sus últimos
trabajos discográficos. La presencia de este músico
despertó cierto interés entre los aficionados,
que disfrutaron del concierto, con un programa musical excesivamente
previsible. Avishai Cohen es un extraordinario músico,
con un sonido bello y vigoroso, con unas ansias de querer agradar
al público a base de unas interpretaciones muy vistosas
y efectivas de cara al aficionado (en ciertos momentos nos recuerda
el espectáculo que suele ofrecer Richard Bona), pero
no siempre resolutivas a nivel musical. La música desplegada
por el trío de Cohen se encuentra concebida y planeada
para el lucimiento único y exclusivo del líder,
con solo explosivos y sugestivos que en muchas ocasiones no
aportan nada al conjunto del grupo. La música además
se encuentra excesivamente arreglada y compuesta, con un fuerte
reclamo rítmico para “enganchar” al público,
lo que resta vistosidad al discurso musical de Cohen. Si el
concierto no navegaba por aguas muy corrientes, se acabó
de estropear hacia el final del mismo, cuando Avishai Cohen
y Sam Barsh, utilizaron el bajo y el piano eléctrico
respectivamente. Con ello se pudo apreciar como Cohen se apuntó
al carro de la electrónica, con el desarrollo de unos
temas tanto fatuos como inanes, y desprovistos de calidad musical
alguna, todo ello a pesar, de la estruendosa ovación
que el público le ofreció tras la ejecución
de los mismos. Tras la escucha del concierto pudimos comprobar,
el extraordinario músico que es Avishai Cohen, pero además
la falta de contenido musical, y la sensación de vació
que provocó la escucha de su concierto.
La segunda parte de la noche estuvo dedicada al Myra Melford
Trío, y al igual que después de la noche viene
el día, el escenario musical cambió radicalmente.
El Festival de Terrassa había programado un trío
con batería que finalmente fue sustituido por un guitarrista
acústico. La verdad es que, a tenor del cambio, el concierto
fue un placer y disfrute para los oídos.
Myra Melford nos ofreció su versión tan particular
del jazz, con unas composiciones muy trabajadas a nivel compositivo
y armónico, y donde pudimos apreciar una mezcla de estilos
desde momentos melódicos hasta momentos de gran búsqueda
sonora. Señalar la gran aportación de Stomu Takeishi
al bajo eléctrico, quien sin excesos ni artificios, ofreció
todo un recital de las posibilidades interpretativas de su instrumento.
Tanto la líder como Stomu Takeishi, estuvieron perfectamente
arropados por Brandon Ross, quien con toques sutiles de su guitarra
acústica se fue amoldando a la interpretación
de sus compañeros.
En definitiva, el trío de Myra Melford nos ofreció
un concierto de una gran calidad musical, que dejo un gran sabor
de boca entre los aficionados.
© 2006 Juan Carlos Abelenda.