Comentario: Extraordinaria y sublime reunión de enormes talentos en Tarrasa. Esta frase podría ser el resumen del magnífico concierto regalado por Richard Galliano y Gary Burton, quienes ofrecieron un recital que sin lugar a dudas fue más allá de las fronteras del jazz, un concierto por y para los sentidos a tenor de la música que fueron desgranando a lo largo de las más de dos horas de duración de la actuación.
Tanto Galliano como Burton fueron desarrollando temas de enorme musicalidad, sentimiento y belleza, como por ejemplo el inmortal “Waltz for Debby” de Bill Evans, obras del omnipresente Astor Piazzolla, o composiciones propias como “Pra Jobim”, que homenajeaba al maestro brasileño.
La velada musical discurrió por unos cauces de sensualidad, ternura y sutileza bien difíciles de encontrar en los festivales actuales, con un Richard Galliano entregado y sensorial, al igual que su compañero de escenario, Gary Burton. Aparte de los líderes de la noche, hay que resaltar la encomiable y maravillosa labor de la sección rítmica, pues tanto James Genus como Clarence Penn rayaron a una gran altura, atentos a las exigencias musicales, perfectamente situados en el contexto musical en el que se encontraban y con unas dosis de exquisitez que sorprendieron a más de un aficionado. Sin lugar a dudas, una velada exquisita, que tardará mucho tiempo en desaparecer de la retina musical de los aficionados.
© Juan Carlos Abelenda, Tomajazz, 2006