Comentario: A medio gas. Ésta sería la definición y la percepción que dejó el primer concierto del nuevo ciclo de actuaciones de jazz, Palau Jazz XXI de Barcelona.
El proyecto musical de Joshua Redman, San Francisco Jazz Collective, es una idea originalmente surgida en el festival de jazz de esa ciudad estadounidense, basada en la reunión de un grupo de músicos de enorme talento junto con el añadido de alguna gran leyenda del jazz como Bobby Hutcherson. Con el tiempo este proyecto se ha consolidado y ha acabado publicando diversas grabaciones (para la ocasión se encontraban presentado su nuevo disco, un homenaje a la música de John Coltrane).
En la actuación llevada a cabo en el Palau de la Música Catalana, no obstante, Joshua Redman y sus músicos desarrollaron un programa basado principalmente en la música de Herbie Hancock, interpretando música de la época Blue Note, con el añadido de diversos temas originales de algunos de los componentes de la formación como Renee Rosnes, Matt Penman, Eric Harland o Miguel Zenón.
El concierto empezó de forma un tanto desangelada y fría, como si la formación saliese a llevar a cabo un concierto más de su gira, tocando los temas de forma mecánica y muy atentos a las partituras, con el objetivo de interpretar y desarrollar la cantidad de arreglos que se apreciaban en los temas. No fue hasta la mitad del concierto cuando los asistentes pudieron disfrutar de los mejores momentos tanto interpretativos como solistas de SF Jazz Collective, todo ello debido en gran parte a los temas originales de los miembros de la formación. Cabe señalar muy especialmente a Miguel Zenón, quien demostró una vez más la extraordinaria concepción de sus propias composiciones con un tema rico en matices, así como unos desarrollos complicados llenos de improvisación y de gran sonoridad que recibieron algunas de las mejores ovaciones de la noche. O el tema original de Eric Harland, estupendamente arropado por el resto de músicos, muy especialmente por Renee Rosnes, Matt Penman y por las participaciones estelares del legendario, Bobby Hutcherson. El resto de músicos estuvieron discretos en los desarrollos, como Nicholas Payton o el propio Joshua Redman.
En definitiva, un concierto interesante que permitió ver a alguno de los músicos más atractivos de la actualidad, pero que no deja de recordar que una reunión de los mismos no es siempre garantía de éxito.
© Juan Carlos Abelenda, Tomajazz, 2006