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GILAD ATZMON QUARTET

  • Fecha: 29 de marzo de 2006.
  • Lugar: Bogui Jazz (Madrid).
  • Componentes:

    Gilad Atzmon: saxo alto.
    Pedro Sarmiento: piano.
    Baldo Martínez: contrabajo.
    Carlos "Sir Charles" González: batería.


        

Fotografías: © Pablo Neustadt 2006

  • Comentario: Presentar a alguna figura de cierto peso en la escena internacional acompañada de músicos locales es un recurso que, años atrás, los clubes de jazz de Madrid utilizaban más a menudo.  Esto nos permitió disfrutar reiteradamente de, por ejemplo, artistas como Art Farmer, Barry Harris, George Cables o Jeanne Lee.

    El pasado miércoles la fórmula volvió a ponerse en práctica con interesantes resultados en el Bogui Jazz.  Este Atzmon Quartet sorteó inteligentemente uno de los principales riesgos de una propuesta de estas características al evitar sonar a solista con meros acompañantes.  Esto fue posible gracias a que el líder supo repartir el juego y los tres españoles supieron estar a la altura.

    Teníamos curiosidad por ver qué tal se escuchaba a Atzmon sin esa variedad de timbres que se aprecia en sus últimos discos y sin una presencia –al menos tan marcada– de músicas árabes, judías o rioplatenses.  Y el saxofonista nacido en Israel demostró que puede continuar sonando con personalidad aunque cambie de ingredientes e incluso de repertorio, paseándose por algunos de los estándares más emblemáticos del jazz americano como "Body and Soul", "Yesterdays", "Beautiful Love", "Easy Living", "Sofly as in a Morning Sunrise", "Some Day My Prince Will Come"…

    No podemos decir que lo que escuchamos fuera un grupo absolutamente cohesionado pero, precisamente por estar empezando a conocerse, surgieron momentos muy estimulantes con Atzmon paseándose por la tarima del Bogui para acercarse a dialogar con Sarmiento, Baldo o "Sir Charles".

    En algunas ocasiones el pianista y Atzmon estuvieron seguros y rápidos de reflejos, en otras arriesgaron hasta ponerse dubitativos, pero siempre consiguieron mantener viva la tensión de la música y el interés del público.  Cuando la formación quedó reducida a un trío, Sarmiento se deslizó siempre con elegancia sobre el buen trabajo de la base rítmica y en "In a Sentimental Mood" nos ofreció uno de sus solos más aplaudidos.

    Baldo, además de apuntalar el trabajo del grupo y estar siempre atento a los giros del líder, dejó un bello puñado de solos (uno de ellos apoyado por Atzmon casi mezclado entre el público), administrando muy bien los silencios, haciendo que los sentimientos vibraran en su instrumento.

    “Sir Charles” ofreció una energía impresionante, demostrando que él tampoco estaba allí como un simple invitado.  En un momento a dúo, le propinó a Atzmon una hermosa e intensa descarga que empujó al líder al límite de sus fuerzas.

    Gilad con sus cambios de atmósferas consiguió imprimir un constante dinamismo a toda la actuación.  Podía comenzar tranquilamente con un blues o con el dulce fraseo de una balada, pero a medida que iba improvisando, su estilo tórrido y pasional crecía hasta alcanzar una turbulencia que atrapaba.

    Por otra parte, Atzmon se mostró generoso con sus compañeros y en todo momento se le vio a gusto y de muy buen humor.

    El público, pese a que ya se había hecho bastante tarde, aplaudió hasta conseguir un bis y el cuarteto se despidió en gran forma tocando "Liberating the American People" tema de Atzmon en el que el vigoroso saxo alto se marcó un original solo salpicado por improvisaciones vocales en árabe.

    Ya se sabe: a veces los mejores planes salen por no planificarlo todo demasiado.  Muchas veces nos hemos aburrido con artistas que vienen a presentar una obra que, de estar ya tan preparada, acaba hasta con el entusiasmo de los propios músicos.  Otras veces, por el contrario, en una jam o en un concierto como el de este cuarteto, al talento se le suma frescura, una buena química entre los músicos y surge esa chispa que te mantiene enganchado toda la noche.  Atzmon no traía a Madrid ningún proyecto nuevo, sólo ganas de hacer buen jazz en buena compañía. Objetivo más que cumplido.  Todos contentos.


    © Sergio Zeni, Tomajazz, 2006.