Comentario: Todo sensualidad.
Esta sería la expresión que podría resumir
el concierto protagonizado por el dúo entre Jerry González
y Javier Colina en el Festival de Jazz de Ciutat Vella en Barcelona.
Tanto González como Colina son dos músicos con
unos cimientos musicales acreditados, que establecen un dialogo
propio con grandes dosis de gusto y sensualidad al alcance de
muy pocos músicos.
El concierto se planteó como un “mano a mano”
entre Jerry González y Javier Colina, con muchos espacios,
lo que posibilitó el lucimiento de ambos intérpretes.
González esbozó, tanto con la trompeta como con
el fiscorno, una música con claras reminiscencias de
Miles Davis y el estilo be-bop, pero con referencias y pinceladas
latinas. Los instantes en los que Jerry González tocó
el cajón, proporcionaron a Javier Colina los espacios
más brillantes como solista. El contrabajista ofreció
una clase magistral de interpretación de su instrumento,
no sólo en los momentos más rítmicos y
percusivos sino también en los más reflexivos,
pero ante todo con sabiduría, elegancia y buen gusto,
y con ciertos aires aflamencados, que son parte integrante de
la vida musical del contrabajista.
El repertorio del concierto estuvo compuesto por un buen número
de standards, que fueron reconocidos por el numeroso público
asistente y que convirtieron la velada en una muestra completa
y excelente de buena compenetración entre dos músicos.
Éstos, lograron, a través de un sencillo planteamiento,
una atmósfera intimista de extraordinaria musicalidad
y sensualidad. Un gran concierto.
© 2006 Juan Carlos Abelenda