Comentario: Siempre resulta agradable contemplar
el nacimiento de un evento musical, particularmente en el
terreno del jazz, donde resulta tan complicado llevar a buen
término un proyecto de estas características.
Gracias a la iniciativa de la Red de Teatros de Castilla y
León y a la de un número muy importante de Ayuntamientos
(ocho de las nueve Provincias de la Comunidad ofrecen a sus
ciudadanos esta programación), se presentó hace
unas semanas la primera edición del Festival de Jazz
de Castilla y León.
Tres formaciones, que en esta ocasión representaron
al colectivo de músicos de Castilla y León,
ofrecieron al público sus actuaciones desde el mes
de abril y hasta julio. En esta ocasión le tocó
el turno a Valladolid.
Vaya desde aquí la felicitación para la Junta
de Castilla y León y su Red de Teatros, así
como a las Fundaciones y Casas de Cultura de los Ayuntamientos
de Ávila, Burgos, Ciudad Rodrigo, Palencia, Ponferrada,
Soria, Toro y Valladolid por esta brillante iniciativa. Bien,
vamos a lo nuestro.
Cova Villegas – 6 de junio
Desde la ciudad de León llegó la formación
de Cova Villegas con alguna variación desde su última
visita a Valladolid (cambio de batería, incorporación
de un contrabajista y la baja por enfermedad del percusionista
Bernardo Martínez, al que deseamos una pronta recuperación).
No obstante, Villegas contó con la presencia de sus
inseparables Ildefonso Rodríguez y Cy Williams, guitarrista
originario de Pittsburgh (EE UU).
Cova dispone de una voz muy versátil, lo que permite
que el repertorio del grupo abarque desde el standard de jazz
hasta el bolero, la bossa nova, la copla o el fado. Esta riqueza
y variedad de estilos añadieron atractivo al concierto,
que comenzó con una original versión de “This
Masquerade” en la que el excelente Cy Williams realizó
la introducción.
“Love For Sale” de Cole Porter –con un
vertiginoso final– o “I Mean You” de Thelonious
Monk –con un muy interesante duelo entre Jorge Frías
y Diego Gutiérrez– recorrieron el jazz clásico,
aunque el grupo aportó su particular estilo y arreglos
dejando paso a la improvisación.
Tal y como comentaba la propia Cova en la rueda de prensa
de presentación del Festival, la incorporación
del bajista Jorge Frías a la formación le imprime
un mayor carácter y cuerpo. Varios fueron los momentos
de la actuación que resultaron especialmente emotivos:
el bolero “Tres Palabras”, la personal interpretación
de un fado por parte de Cova y la muy original introducción
a la copla “Piconeros”, con Ildefonso Rodríguez
al saxo tenor y clarinete.
Un muy buen comienzo de Festival.
Pilar Heat Quartet – 7 de junio
Para el segundo día del Festival se escogió
a la formación burgalesa Pilar Heat Quartet. Pilar
Heat son la pareja escénica y sentimental formada por
Javier Arasti –encargado de los arreglos musicales–
y Pilar Pérez, que apuesta por acercar más al
público las canciones mediante la traducción
al español de algunas de sus letras.
Como pudimos apreciar el año pasado en el Universijazz
(festival internacional que organiza la Universidad de Valladolid),
la voz de Pilar Pérez es excepcional y capaz de alcanzar
todo tipo de registros con total naturalidad. La simpatía
de la que hace gala y el hecho de que el repertorio del grupo
esté formado fundamentalmente por grandes standards,
muchos de ellos pertenecientes a películas de Hollywood,
constituyen una apuesta a caballo ganador desde la misma salida.
“Cabaret”, “My Funny Valentine” o
las versiones en castellano de “Desafinado” y
“Stormy Weather” son claros ejemplos de las excelencias
vocales de Pilar, a las que le ponen su justo contrapunto
las intervenciones del alicantino José Ramón
Zamora. Javier Arasti y el veterano Fernando López
permanecieron en un segundo plano, cumpliendo con efectividad
su papel. Su momento de lucimiento, en trío junto a
José Ramón, llegó en el tema instrumental
de Sonny Rollins, “St. Thomas”.
Sin desgranar todo el listado de temas con el que Pilar Heat
Quartet nos deleitó, cabe destacar la interpretación
de “Miss Celie’s Blues (Sister)” que el
mago Quincy Jones compuso para la película El Color
Purpura, donde Pilar brilló con una luz muy especial.
José Luis Gutiérrez Cuarteto –
8 de junio
Por estas tierras somos algo tímidos a la hora de
contar nuestras bondades y excelencias, y vaya por delante
que es un gran amigo, pero realmente el vallisoletano José
Luis Gutiérrez es el referente jazzístico en
Castilla y León y uno de los principales interpretes
de la escena nacional.
En muy pocos artistas se dan como en José Luis Gutiérrez
las características de frescura, originalidad, entrega
y sencillez, esta última en una doble vertiente, la
de su persona, cercana a la gente, y la de su manera de interpretar,
haciendo parecer natural y fácil aquello que es muy
complejo.
Sus composiciones se nutren por las raíces musicales
de nuestra tierra, utilizando el lenguaje libre del jazz para
hacernos llegar su particular visión de las músicas
del mundo.
Esta noche, acompañado por el guitarrista venezolano
Ramón García y por sus muy queridos Íñigo
Azurmendi y el romano Tommy Caggiani, José Luis volvió
a su casa tras sus recientes actuaciones en Brasil y Escandinavia
y sirvió como broche de excepción a la primera
edición del Festival de Jazz de Castilla y León
en Valladolid.
Con unos arreglos muy cuidados del bolero “Historia
de un Amor” y del clásico “Caravan”
comenzó el concierto del José Luis Gutiérrez
Cuarteto. Enseguida se pudo comprobar, por la prolongada ovación
del público, que la oferta de la formación gustó.
Íñigo Azurmendi realizó un magnifico
trabajo y tuvo su momento de esplendor creando la atmósfera
propicia para el tema “La Casa del Pueblo”. La
más reciente incorporación al cuarteto, el guitarrista
Ramón García, realizó unos improvisados
solos y adornó con distorsiones las interpretaciones
de José Luis.
“JLG” y el tema tradicional “Tres Hojitas”,
sirvieron para volver a comprobar hasta qué punto el
saxofonista puede sorprender, emocionar y crecer en el escenario.
Los continuos encaramientos musicales de José Luis
Gutiérrez buscando la complicidad de Tommy Caggiani
fueron simplemente magistrales. Tommy está un momento
espectacular y José Luis sabe como pedirle que dé
un poco más.
A ritmo de tango y pasodoble –preciosa mezcla–
“La Solución”, puso punto final a la actuación.
Aplausos y vuelta al escenario. El artista preguntó
al público si teníamos alguna petición,
ante lo cual, desde las primeras filas se pidió con
acierto que se “consolide este festival”, para
lo que se escogió un emotivo blues, “TT”,
dedicado al maestro Tete Montoliú.