Comentario: El grupo Fourplay
visitó San Javier para ofrecer con su música,
una noche de jazz-rock, mezclado con rhythm&blues y pop.
La mezcla dio como resultado una muestra exquisita de armonías
y sonidos, que llegaban fácilmente al oyente invitándole
a un viaje placentero por una música esencialmente bien
elaborada. Cuatro magníficos músicos forman la
banda, sus carreras en solitario así lo demuestran: Bob
James es el líder y fundador de este grupo, pianista
con una formación autodidacta desde los cuatro años,
larga, variada y continua. Su aparición a trío
en el Festival de Jazz de Notre Dame en 1962 captó la
atención de Quincy Jones, siempre atento a la nueva generación
de músicos que iba apareciendo en el panorama del jazz
y la música estadounidense. Larry Carlton, excelente
guitarrista, ganador de varios premios
Grammy, componente
de bandas como la de Quincy Jones, Steely Dan y otros grupos
de diferentes estilos musicales, sustituyendo a Lee Ritenour.
El bajista y cantante Nathan East es uno de los músicos
con más demanda en el panorama de la música de
fusión, rock y pop de nuestros días, bajista en
el grupo de Phil Collins durante muchos años y cofundador
de Fourplay. Y por ultimo el batería Harvey Mason, músico
y colaborador en distintas formaciones como el prestigioso cuarteto
Foursight de Ron Carter.
El repertorio basado en sus últimos discos, Heartfelt
(2002), Journey (2004) y X (2006), contiene
temas con diferentes tendencias y estilos, desde el smooth
jazz más reciente, el jazz-rock y el pop, con
versiones de temas como “Fields of Gold” de Sting
o “My Love’s Leavin’” de Steve Winwood,
a temas propios y originales, la gran mayoría producidos
en los cuatro últimos años, tales como “Turnabout”,
“Sunday Morning”, “Kid Zero”, “Screenplay”,
“Cool Train” y “Departure”.
Cuando Bob James toca la parte armónica de los temas
al piano, Carlton le acompaña de forma sutil, casi
imperceptible pero enriquecedora, recorriendo el mástil
de su guitarra para encontrar el complemento necesario, arpegios
e inversiones de acordes se superponen en una delicada muestra
sonora, arropados por el bajo eléctrico de Nathan East
y la batería firme y elegante de Mason. Piano y guitarra
llevan la mayoría de los solos que hay en cada tema,
aunque hubo algunos de bajo y batería. Nathan es también
la voz del grupo, cálida y agradable como demostró
en las versiones de Sting y Winwood, adaptadas para darles
el sello y el carácter inconfundible de esta banda
compuesta por músicos ya consagrados y en la cima de
su carrera. Las improvisaciones a cargo de James y Carlton
se suceden como si de un mano a mano se tratara, dando lugar
a un clima vertiginoso y lleno de intensidades sonoras y rítmicas,
no en vano son dos virtuosos de su instrumento y la unión
de ambos resulta especialmente brillante.
Un buen concierto para los amantes de esta música
que disfrutaron con el buen hacer de una de las mejores bandas
estadounidenses de nuestros días.