Comentario: Entraba el jazz
en la 13ª edición del Festival de la guitarra de
Córdoba, y qué mejor forma de hacerlo que de la
mano de uno de los mejores guitarristas en activo como sin duda
es Pat Metheny, con su nueva formación en trío.
El lugar, unos impresionantes Jardines del Alcázar que,
con su iluminación nocturna, se dibujaban como un ambiente
idóneo para disfrutar en el intenso verano cordobés
de un gran concierto, entre sus fuentes y sus jardines, la grandeza
de la naturaleza modelada por la mano del hombre.
Y en este panorama surgió Metheny con su clásica
camiseta a rayas, saludó a la concurrencia, y se sentó
en el centro del escenario para interpretar, de una tacada,
varios temas: “Last Train Home” con su guitarra
barítono, casi empalmando con “Song For The Boys”,
y cambiando de guitarra para enlazar con el tema que dedicó
a su esposa, “Find Me In Your Dreams”. Sin duda,
se pudo presenciar en del inicio del concierto al Pat Metheny
menos efectista y más intimista, el de las melodías
hermosas y melancólicas, que invitan a la contemplación
paisajística, lo cual, dado el lugar del evento resultaba
altamente gratificante: los acordes de guitarra se mezclaban
con el fluir del agua, y el croar de las ranas en las fuentes
de los jardines parecía fundirse con la música
que salía de su guitarra.
Acto seguido, una ayudante apareció en escena con
guitarra Pikasso en mano, lo cual desató la sorpresa
en quienes no conocían este instrumento, y el regocijo
entre quienes esperábamos que Metheny nos deleitara,
en un festival como es el de la guitarra de Córdoba,
con un manjar como “Into The Dream”, cómo
no.... Lo que la audiencia no esperaba es que, Metheny dejase
la última nota abierta, momento en el cual Christian
McBride y Antonio Sánchez aprovecharon para subir al
escenario y se pusieron a tocar “So May It Secretly
Begin”, mientras el líder cambiaba a la eléctrica,
no sin algunos problemas de conexión rápidamente
solventados.
Metheny estuvo en todo momento muy atento a explicar los
diferentes matices que suponía cambiar a uno u otro
instrumento, con una simpatía muy de agradecer, como
si estuviese realizando una clase práctica acorde con
el curso que impartió los dos días posteriores
al concierto.
El siguiente tema lo presentó Metheny con el nombre
de “Song No. 13”, y el trío sonó
verdaderamente bien, con un nivel de compactación que
hacía presagiar muy buenos momentos de cara al concierto,
y al futuro de la formación. A continuación,
esos buenos presagios se hicieron realidad tras ponerse a
interpretar el magnífico “Missouri Uncompromised”
del mítico Bright Size Life, en el que McBride, sin
ser Jaco Pastorius, nos demostró que su fama de contrabajista
excepcional nos puede dar muchas alegrías. Ya a estas
alturas del concierto podíamos apreciar que Metheny
había optado por recurrir principalmente a temas de
sus anteriores tríos, como su posterior tema, “Question
And Answer”, que ya interpretase con Holland y Haynes
en el disco homónimo, y en el que los efectos atmosféricos
del sonido, los ecos, los sonidos que imitaban truenos, hacían
presagiar una posterior calma como la que surgió tras
“When Night Turns Into Day”, en el que un estupendo
Antonio Sánchez decidió cambiar de armas y se
pasó a las escobillas, invitando a Pat y a Christian
a sentarse en sendos taburetes. Fuera del escenario se levantaba
algo de viento para refrescarnos y hacernos felices con buen
jazz. Y viendo lo felices que estábamos, decidieron
hacernos aun más regalándonos un “Bright
Size Life” que se dibujaba como el último tema
de la noche.
El público aplaudió al trío con energía
y viendo que sólo llevaban alrededor de una hora y
cuarto en el escenario, y no se hicieron esperar para salir
a interpretar el bis, en el que McBride se colgó el
bajo eléctrico y tocó como si fuese lo más
fácil del mundo, llevando el 75% del peso de todo el
groove que llevaba encima el blues “Double Guatemala”,
tema que sirvió para despedirse y para dejar al personal
contento y satisfecho. Aunque, todo hay que decirlo, con ganas
de más concierto.