Comentario: Algunas cosas sucedieron fuera de lo previsto en la presentación de B.A.C. trío el pasado viernes. A la hora de comenzar el concierto, no estaba allí precisamente todo el público que esperábamos… ¡pero tampoco estaban todos los músicos anunciados! Alejandro Pérez por lo visto no encontraba dónde aparcar y los minutos pasaban. Después de un tiempo de espera más que prudencial, Baldo y Carlos decidieron comenzar el concierto con una improvisación a dúo que éste último, sin perder el buen humor, tituló “Esperando a Alejandro”. Afortunadamente la química entre ambos músicos es un hecho contrastado y si por dentro había cierto nerviosismo debido a la situación, la música que brotaba de sus instrumentos sonaba fresca y con brío. Así estuvieron unos quince minutos hasta que llegó el saxofonista. Después de unos instantes de silencio en los que éste preparó su instrumento, subió a la tarima y acomodó sus partituras, se reanudó la actuación. El tema elegido fue “La gula” del propio Pérez, perteneciente al primer disco del trío (¡Ya!, Ingo 2001). Aunque se trataba de una composición bastante trabajada por B.A.C., la tensión por el retraso atenazó un poco a los músicos y si bien la interpretación fue muy correcta, no tuvo la magia que, con el trío ya más templado, se conseguiría más adelante.
En los temas siguientes la cosa fue mejorando paulatinamente y tras interpretar la hermosa “Historias de aves” de Baldo, también incluida en el primer disco del grupo, con una inquietante y descriptiva introducción a cargo de “Sir Charles” y “Herzog” (de Bobby Hutcherson), el grupo brilló con una espléndida versión de “The Peacocks”, esa incombustible balada de Jimmy Rowles, en la que destacó un sugestivo pasaje de Baldo con el arco. La enérgica “Canción para Raquel” (de Alejandro Pérez), con el grupo escorado hacia su lado más hard-bop, cerró el primer pase con aplomo: el clima del concierto ya estaba mas controlado.
En la segunda parte los músicos salieron más sueltos y comenzaron sirviendo una muy trabajada “Kary’s Trance” de Don Ferrara, muy aplaudida por una sala ya más llena y con un mejor ambiente.
“Vals inaudito” (de Martínez) con Alejandro al saxo soprano, “A la Chita callando” (de Pérez) y la balada “Punto de encuentro”, con un solo precioso e intimista del contrabajista y autor del tema, fueron confirmando los valores de esta formación, que ya desde la elección de sus instrumentos asume una vocación de riesgo.
Este formato de trío impone una exigente desnudez, en la que Baldo, Alejandro y Carlos saben moverse muy bien potenciándose uno con otro. Un perfecto ejemplo lo encontramos en “Miguel Gila”, composición de “Sir Charles” de una complejidad más cercana al free, con la que cerraron la actuación de un modo sobresaliente.
Los insistentes aplausos consiguieron que –pese a que ya era más de la una y la sala tenía programada otra actuación– el trío nos regalase una intensa propina: “¿Qué pasa?”, de Alejandro Pérez.
De este modo B.A.C Trío sacó a flote un concierto que había empezado complicado, y dejó en el Bogui Jazz un estimulante avance de lo que puede ser el álbum que verá la luz en diciembre. Habrá que estar atentos.
