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BELMONDO & YUSEF LATEEF SEXTET
Ciclo “Jazz es primavera”. Madrid

  • Fecha: 8 de marzo de 2007.
  • Lugar: Colegio Mayor San Juan Evangelista.
  • Componentes:
    Yusef Lateef: saxofón tenor, flautas y voz.
    Lionel Belmondo: saxofón tenor, saxofón soprano y flautas.
    Stéphane Belmondo: fiscorno, caracolas y campanillas.
    Laurent Fickelson: piano.
    Sylvain Romano: contrabajo.
    Dre Pallemaerts: batería.

  • Comentario: El concierto que inauguró el ciclo Jazz es Primavera de este año fue un gozoso cruce de influencias. Yusef Lateef, marcado en sus comienzos por el be bop y las músicas étnicas, fue a su vez una de las primeras influencias de Lionel Belmondo, líder del quinteto que en esta gira interactúa con el octogenario instrumentista presentando -además de algunos temas recientes- las composiciones del disco que les unió hace dos años, titulado precisamente Influence (Flat Recordings).

    La actuación del sexteto comenzó con la flauta serpenteante de Lateef deslizándose sola y ensimismada por la sala. El resto del grupo se fue sumando poco a poco, tejiendo una música cada vez más potente, hasta que un solo circular de Sylvain Romano anunció el inicio de "Suite Overtime", composición de Yusef Lateef que sumó más de cuarenta minutos tras enlazar las cuatro partes que la conforman: “Morning”, “Metaphor”, “Iqbal” y “Brother John”.

    Desde allí hasta el final del concierto, como quien respira, Lateef le imprimió a cada composición una espiritualidad emotiva y atrapante. Supo administrar muy bien sus fuerzas y tuvo en los hermanos Belmondo a dos escoltas de lujo en todo momento. El veterano músico de Tennessee reafirmó su conocida habilidad para adaptar al contexto del jazz diversos instrumentos étnicos. Con ellos obtiene un sonido ancestral que por momentos evoluciona tanto hacia la música árabe como hacia la africana, hacia los sonidos de oriente como hacia los del blues más oscuro, hacia formas más etéreas como hacia otras más tangibles, con emisiones que llegan a asemejarse a una espiración animal. En la música “autofisiopsíquica” de Lateef (término que él prefiere al de jazz para definir estilísticamente a su obra), cada instrumento se convierte en el narrador de una historia diferente. Por otra parte, la dirección musical de Lionel Belmondo fue impecable, así como los potentes fraseos de Stéphane, que contrastaban con el estilo mucho más templado de su hermano. El piano de Laurent Fickelson, sin brillar demasiado, engarzó muy bien la dinámica entre los vientos y la base rítmica. Romano sorprendió con su buen manejo del contrabajo, al que supo extraer una gran dosis de posibilidades melódicas. Y la efervescencia de Dre Pallemaerts potenció durante toda la noche las voces de los solistas con una acentuación certera y encendida.

    Los temas interpretados por el sexteto fueron por lo general de estructura compleja, compuestos por ritmos diversos y ambientes sonoros que terminaban por encontrarse en un dibujo melódico principal. Una línea que mantuvieron con coherencia hasta el bis con la pacífica “An afternoon in Chatanooga”, composición de Lateef dedicada a su lugar de origen en la que su flauta se lució sobre las escobillas del belga para luego dejar paso a un solo doliente de Stéphane Belmondo con la más pequeña de sus caracolas.

    Tras el largo aplauso del final, el público se dispersó visiblemente satisfecho, influenciado por ese viento de serena energía llamado Yusef Lateef.  

  • Más imágenes de este concierto en Ojos de Jazz: Belmondo & Yusef Lateef Sextet.

     

    Texto © 2007 Ana Blázquezy Sergio Zeni
    Fotos © Pablo Neustadt