Comentario: Se esperaba una noche altamente voltaica con la presencia del saxofonista Pee Wee Ellis en el Festival de Jazz de Terrassa, icono del jazz-funk y compañero de aventuras de entre otros de músicos de la talla de James Brown o Maceo Parker. Lo que se esperaba con ser una noche llena de fuerza y vigor se tornó en una noche simplona y por momentos soporífera.
El grupo que lideró Pee Wee Ellis es un espectáculo hecho a medida para su lucimiento, en donde se interpreta un buen número de temas originales del propio saxofonista, junto con la presencia de algún que otro tema conocido, como fue el inconfundible “Watermelon Man” de Herbie Hancock y que, sin duda alguna, fue de lo mejorcito que se interpretó a lo largo de las dos horas de concierto. La música que se desarrolló, careció de ese impulso energético e infeccioso propio del funk, con instantes muy tediosos y aburridos y con escasos momentos de diversión tanto por parte del líder como del resto de músicos, lo que conllevó la sensación de ser todo muy previsible. La formación que acompañó al líder se mostró tan inoperativa y poco efectiva como la del propio saxofonista, tan sólo cabe señalar la excelente y escasa participación de la cantante Lizzie Hay. Los temas cantados por Hay fueron el bálsamo musical para despertar al público, con una voz bella y potente que hizo las delicias del respetable, y que resultaron ser los mejores momentos de la velada, y que supieron a poco.
En definitiva, un concierto flojo y poco afortunado, que dejó con mal gusto de boca a más de un aficionado.
