Comentario:
La presentación de Benny Golson en el IV Festival Internacional de Jazz de Móstoles supone, para quienes han seguido su trayectoria a lo largo de los años, una suerte y una oportunidad única para vivir en primera persona a una de las leyendas del jazz. Su presencia venía acompañada de la BJO (Barcelona Jazz Orquesta), con la significativa ausencia de la vocalista Susana Sheiman, además de contar con el invitado trompetista Wendell Brunious.
En cuanto a la BJO, con diez años de vida profesional se ha convertido por derecho propio en una de las Big Bands de mayor prestigio a nivel nacional, colaborando con músicos como Frank Wess, Nicholas Payton o Toni Hadley entre otros, además de grabar un disco con el conocido saxofonista norteamericano Jesse Davis.
En cuando a Wendell Brunious, ha colaborado con algunos de los grandes como Wynton, Branford y Ellis Marsalis, Terrence Blanchard, Harry Connick Junior o la orquesta de Lionel Hampton. Gran conocedor del jazz de Nueva Orleáns y que tiene a Louis Armstrong entre sus influencias mas acusadas.
Tras esta pequeña introducción, y con todos los músicos sobre el escenario, fueron desfilando composiciones clásicas de Benny Golson, presentadas por el mismo, en el que no faltaron referencias a boppers de su época dorada como Dizzy Gillespie, Art Farmer, Miles Davis o John Coltrane. Temas amables, desenfadados, swingueantes que guardan todo el sabor añejo y la mejor esencia del bop. El septuagenario Benny Golson se mostró generoso aunque comedido y controlado y con el buen gusto que le ha caracterizado siempre, pero no es menos cierto que ese control al que hacemos referencia, tiene que ver más con la edad que con cualquier otra cosa, su arrebato, y su pegada se han apagado con el paso de los años, pero como digo no así su indudable clase. Siempre arropado por la BJO, que fue un instrumento más a su servicio, y con la inestimable ayuda del trompetista Wendell Brunious de mayor fuerza, sonido claro y definido e indudablemente mucho más generoso en su esfuerzo sobre todo con el fiscorno en detrimento de la trompeta. Posicionados ambos al frente de la orquesta se propició un mayor colorido y espectáculo que de otra manera no hubiera sido posible ó que hubiera restado protagonismo en el caso de ser acompañado por la cantante Susana Sheiman.
La música de Benny Golson se conserva cual fósil, en ámbar, para regocijo de los amantes del bop mas clásico y disfrute y descubrimiento para los mas jóvenes de hoy día. Y es que esta tradicional forma no debería perderse nunca para conocimiento de generaciones posteriores.
Standards como “Stablemates” o la conocida, “I Rememberd Clifford”, en honor del excelente trompetista Clifford Brown, que contó con el destacado solo de Wendell Brunious al fiscorno, fue muy celebrada y aclamada por el aficionado.
Con la pieza “Blues March” como colofón, llegamos al momento más álgido e impactante del concierto: la orquesta ensamblada y potente, hizo desfilar a algunos de sus solistas a modo de jam session, contando con un solo de batería a cargo de Jean-Pierre Derouard que echó más leña en una noche a todo swing.