Comentario:Sólo son cuatro las ediciones celebradas del festival Imaxina Sons de Vigo y, sin embargo, ya se pueden señalar varios aspectos a su favor. Su consolidación como festival de referencia en el panorama español (y no solamente del estival). Su penetración entre los aficionados gallegos, que acuden año a año en un número cada vez más numeroso, conscientes de la calidad de las propuestas que se les ofrecen. Y es que en su programación se entremezclan propuestas locales, nacionales e internacionales, sin que por ello pierda ni su atractivo ni su gran nivel.
Es posible que en estas tierras tan diversas y en la que sin embargo todos los festivales aparecen cortados por un número muy limitado de patrones (que dependen esencialmente del presupuesto), alguien tome nota sobre las ventajas de organizar un festival siguiendo una línea estética (la que sea). Para finalizar, a casi todas las actuaciones internacionales de Imaxina Sons se les podría añadir la etiqueta de “actuación única en España”.
Comenzamos con el repaso al segundo fin de semana de la edición de 2008.
Jueves 3 de julio.
Stefano Bollani “Il Visionari”
Lo del pianista italiano Stefano Bollani tiene mucho mérito. Es un gran pianista, en su arsenal musical incluye tanto elementos jazzísticos como no jazzísticos, y en sus espectáculos muestra un sentido del humor desbordante.
En Vigo se presentó con el proyecto Il Visionari. Aunque Bollani grabó un disco homónimo en 2005 para el sello francés Label Bleu, lo único que tuvo en común este doble CD con el concierto de Vigo fueron los músicos que le acompañaban a lo largo de toda la grabación. Este nuevo repertorio no supuso ningún problema, sino todo lo contrario. Su música en directo adquiere una gran vitalidad, y se amplía gracias a su sentido del humor y del espectáculo. Por todo ello se metió en el bolsillo al público vigués. En el concierto, además de sus temas propios hicieron acto de presencia referencias a la música clásica y al cine italiano, a canciones tradicionales, a composiciones de Pat Metheny y también al celebérrimo “As Time Goes By”.
El final del concierto, con Bollani dirigiendo a su grupo para intentar cerrarlo con un “Do majestuoso, como en las sinfonías de Mozart”, fue de lo más divertido que servidor recuerda en un concierto de jazz. Y es que la música y el sentido del humor no tienen porque estar reñidos. Sobre todo si el concierto está dirigido por un gran músico y un showman de primera apoyado por un gran grupo en el que destacó Nico Gori.
Viernes 4 de julio.
Barry Guy New Orchestra
Tal y como se ha señalado anteriormente, lo de Imaxina Sons tiene mucho mérito y quizás alguien debiera tomar nota del modo en que ha logrado que el público esté atento y receptivo a sus propuestas. No hay otra manera de entender la gran entrada para ver la actuación de la New Orchestra que, dirigida por el contrabajista Barry Guy, cuenta entre sus integrantes con algunos de los más aguerridos libre improvisadores de la división de honor de la escena europea. Sólo hay que mencionar a alguno de los miembros para esta formación de ensueño: Evan Parker, Paul Lytton, Hans Kock, Mats Gustafsson, Herb Robertson y Agustí Fernández.
Para sorpresa de más de un asistente el grupo reinterpretó “Oort-Entropy” dirigido durante la mayor parte del concierto por Barry Guy y utilizando unas partituras con una curiosa notación. La citada composición fue grabada exactamente por los mismos músicos en 2004 para el disco homónimo editado por en el sello suizo Intakt. Sin embargo en directo la música de Guy surgió corregida y aumentada, amplia, potente y libre. Su desarrollo permitió disfrutar de solos extensos de todos y cada uno de los músicos. Mención especial merecen Agustí Fernández (¿alguien caerá alguna vez en la cuenta de la deslumbrante carrera que ya tiene a sus espaldas?) y, especialmente, un expresionista Matts Gustafsson, capaz de hacer explotar su energía en las situaciones más insospechadas.
Machuca Trio – Michel Portal
El concierto al aire libre previsto en la Praza do Rei cambió su localización al cine Salesianos (en el que Siniestro Total ha grabado su último disco en directo), debido a la previsión de lluvia. Fue un buen cambio. Este local posee una acústica magnífica, es amplio y espacioso. Resultó un resguardo perfecto ante las inclemencias meteorológicas previstas.
El primer grupo en la cita doble de la noche fueron los canarios Machuca Trío. Su propuesta es valiente y arriesgada a la vista del panorama general de nuestro país. En ella se conjugan elementos del jazz contemporáneo de músicos como Bill Frisell y Marc Ribot, y del rock. A partir de sus composiciones supieron crear unos ambientes que fueron desarrollando de un modo muy inteligente, para lo que hicieron uso de pedales de efectos y electrónica en su justa medida. Aunque el trío ya ha grabado en forma de un nuevo proyecto titulado “Dos caras de la misma moneda”, el concierto sirvió para constatar la evolución que ha sufrido la banda desde “Energy” (disco a nombre del grupo titular del concierto y del que interpretaron varios temas), hasta su forma más actual.
Michel Portal (saxos, clarinetes y bandoneón) se presentó acompañado de una formación de lujo que estaba completada por el histórico batería suizo Daniel Humair, el excelente pianista balcánico Bojan Zulfikarpasic (Bojan Z) y el contrabajista francés Bruno Chevillón. Su música, aparentemente sencilla en cuanto a su estructura y con unas melodías que beben de las tradiciones de aquí y de allá (principalmente Francia y Argentina, tangos mediante), fue magníficamente expuesta por el cuarteto. Algo que no resultó una sorpresa, ya que los cuatro son unos pesos pesados del jazz europeo. Fue el epílogo perfecto para una jornada triple que recorrió diferentes concepciones del jazz.
Sábado 5 de julio
Marcus Stockhausen y Stefano Scodanibbio “Sopra le nubole”
La propuesta del trompetista Marcus Stockhausen (hijo del recientemente fallecido Karlheinz Stockhausen) y del contrabajista Stefano Scodanibbio lleva incorporado el calificativo de “Música intuitiva”. Parece correcto que los artistas intenten diferenciar sus propuestas de alguna manera, y una de ellas es obviamente asignarle la correspondiente etiqueta. Sin embargo y a la vista del desarrollo de su magnífico concierto en el auditorio municipal, se podría afirmar que la música desarrollada por este quinteto está plenamente integrada dentro de la libre improvisación europea.
La característica más notable del proyecto es que trabaja con una dinámica muy baja. Los músicos juegan con el silencio, dejan espacios muy abiertos y las pequeñas variaciones en el volumen permiten variar tanto la estructura como el desarrollo de la música. Scodanibbio y Stockhausen demostraron ser unos grandes virtuosos con sus instrumentos. Estos dos músicos, junto con el percusionista, llevaron el peso de la actuación. Su música, toda una sorpresa para el público, fue envolvente y deliciosa, con un planteamiento libre y sin limitaciones, totalmente diferente de la propuesta planteada el día anterior por la orquesta de Barry Guy, aunque igualmente disfrutable.
Terela Gradín y Paco Charlín
Terela Gradín presentó al aire libre en la Praza do Rei su disco Pascala acompañado de su compañero de siempre, el pianista Manolo Gutiérrez. En el concierto el repertorio estuvo integrado por temas propios, versiones de temas de Wayne Shorter y Radiohead, así como exploraciones por el terreno del scat. Una propuesta de calidad que no hubiera tenido cabida en otros festivales y que sin embargo en Vigo tuvo un hueco que no fue precisamente en un sitio escondido en lo más recóndito de la programación.
Por su parte Paco Charlín se presentó con una jovencísima encarnación de su proyecto Ultimate Jazz Earth-tet, integrada por músicos que han pasado por el Seminario Permanente de Jazz de Pontevedra. Obviamente Charlín tiene todo el derecho del mundo a llamar a sus formaciones como mejor considere, aunque la presión que pudiera suponer a sus jovencísimos acompañantes el compararse con los músicos participantes en los discos que ya están grabados a nombre de este proyecto pudiera ser excesiva. Por otro lado la presencia escénica de estos acompañantes puede plantear unas cuantas incógnitas. De estas la principal es hacia dónde quieren encaminarse estilísticamente. Tienen muy buenas formas y son muy jóvenes. Solo les faltan las ganas (según lo visto) de adentrarse en ese mundo sin límites que es el jazz. El tiempo lo dirá.
Domingo 6 de julio
Javier Vercher
Javier Vercher y su grupo (en el que además de piano, bajo y batería incorporaba a dos percusionistas) dieron un concierto impecable en las formas que caminó por unos tiempos medios que beben directamente de la herencia más espiritual de John Coltrane. Sin embargo las casi dos horas de concierto resultaron excesivas. La propia duración y la ausencia de algún que otro pico en la intensidad de su propuesta evitaron que un concierto correcto se convirtiera en un gran concierto.
Atomic / School Days
Aunque en la programación el grupo se anunciaba como Atomic / School Days con Ken Vandermark, lo cierto es que Ken Vandermark es uno de los cuatro miembros que integraban el grupo School Days en su primera grabación en 2001 en Okka Disk, y que servía para homenajear al cuarteto de Roswell Rudd y Steve Lacy de principio de los años 60.
Hecha esta precisión hay que decir que lo del octeto Atomic / School Days entusiasmó al público que acudió en gran número al Auditorio Caixa Nova. Y es que su música camina por sí sola por los terrenos del free bop, llevada en volandas por unos músicos que no sólo son competentes con sus instrumentos, sino que se conocen a las mil maravillas gracias a que todos ellos han participado en múltiples proyectos conjuntos.
El repertorio del concierto consistió en 6 temas compuestos por cada uno de los integrantes del octeto, salvo Ken Vandermark y el vibrafonista Kjell Nordeson. Entre los momentos más destacables hay que resaltar la participación de Ken Vandermark con el saxo barítono en el tema que abrió el concierto. Además de su solo, en un determinado momento se quedó mano a mano con el batería y percusionista Nilssen-Love, logrando una intensidad similar a la que han logrado en alguna de sus magníficas grabaciones a dúo. La composición de la noche fue la extensa “Irrational Ceremony”·del contrabajista Haker-Flaten (que también interpreta en su disco en quinteto Year Of The Boar). El magnífico tema sirvió para finalizar el concierto llevándolo a su punto álgido. Hay muchos, demasiados festivales que no se atreven a programar a grupos como Atomic / School Days. Ellos se lo pierden. Lamentablemente, también se lo pierden sus asistentes. Y es que este gran concierto fue el broche de oro para una edición que sólo se puede calificar como un gran éxito tanto a nivel artístico como de público.