Comentario: Para ser sincero no esperaba mucho de este concierto teniendo en cuenta los precedentes en este mismo festival –a pesar de contar con el destacado pianista Horacio Icasto–centrándose mi escepticismo en la vocalista madrileña Irene Shams, pero lo cierto es que la realidad siempre se empeña en demostrar que es más poderosa que nuestros prejuicios.
Irene Shams aporta a su currículo el haber estudiado con Clara Zayas y Deborah Carter y dirigir actualmente el coro de gospel en la UCM y co-dirigir los talleres de esta misma universidad.
La salida de los músicos demostró desde los primeros compases que estábamos ante un cuarteto y no ante un trío con cantante. El primer tema fue el standard “Lullaby Of Birdland” (George Shearing) donde pudimos apreciar el poderoso scat de Irene Shams y la impecable técnica al piano de Horacio Icasto en alternancia con los redobles de la batería de Noah Shaye.
“Rythm-A-Ning” (Thelonious Monk), “Willow Weep for Me” (Ann Ronell) y “Stolen Moments” (Oliver Nelson) fueron una demostración palpable de frescura y de cómo afrontar standards de manera sincera y personal apoyándose en la energía, la potencia y el vigor, destilando swing a chorros, y es que cuando Horacio Icasto toca las teclas, éstas saltan emanando esencia de pianista que se complementa con la voz natural y espontánea de Irene Shams modulando los arrebatos y sostenidos con sentimiento y dominio. Y cuando la voz se aparta, el trío funciona con piloto automático mostrando todas sus habilidades de boppers inteligentes que dominan sus instrumentos.
En todo repertorio de jazz vocal no podía faltar cierto guiño a la música brasileña, por lo que sonaron composiciones como “Estrada Do Sol” (Antonio Carlos Jobim/Dolores Duran) y “Agua De Beber” (Antonio Carlos Jobim), si bien lo verdaderamente destacable fue la versión de la “Partita nº1 para violín” de Johann Sebastian Bach, donde la voz a capella de Irene Shams brilló con luz propia hasta que el trío decidió entrar con suavidad swingueante en su ayuda.
En resumidas cuentas el concierto deja buenas sensaciones. La confirmación de Horacio Icasto y su trío y la agradable aparición de la cantante Irene Shams, que con tiempo y madurez técnica puede convertirse en una de las voces importantes del jazz nacional.