Comentario:
¿A qué sonaría una especie de
gospel de Igualada, Cardona, Calanda o Maruenda, con esa verbigracia subida e iluminada que nuestros curas y monjas nos han procurado durante tantos, tantísimos años? ¿Y si además fuera ejecutado en una era posindustrial y regresiva que volviera a depositar en nuestras manos viejos transistores y válvulas como única tecnología viable?
25HOMBRES suministra preguntas pero sin dar respuestas. 25HOMBRES no es un grupo de música ni nada por el estilo. Es un ente que hace radio, que tienen programas aquí y allá, y que realizan contadas intervenciones en directo. La última había sido en el LEM de 2007, y fue de lo mejor de esa edición. ¿Por qué aparecen aquí entonces? Pues porque trabajan con el sonido y se enfrentan a él de una manera muy particular. A no pocos músicos les iría bien escucharlos.
Imaginemos que tenemos el silencio frente a nosotros como se tiene una cuartilla en blanco o un cuadro vacío. Mejor aún, no el silencio sino el ruido ambiente X. Si se quiere hacer algo habrá que apartarlo. Toda actuación es una agresión a ese medio ambiente acústico. Entonces, hay que llenar ese plano en el que no hay nada. ¿Cómo lo hacen 25HOMBRES? Pues a partir del lenguaje radiofónico, del arte sonoro, de la electrónica más ruda. Pequeñas limaduras musicales y vocales son atraídas hasta ellos por su imán. No hay ningún concepto instrumental, ni siquiera cuando una guitarra acústica electrificada es arpegiada. Su propuesta es de hecho un programa (de radio, o de voluntad y representación, que cada uno elija el qué).
Normalmente abren y cierran sus emisi-tuaciones con algo que luego recuperan para cerrarlas. De ese modo quedan perfectamente enmarcadas (además de que ayudan a ajustar la duración). Puede ser una música o una cuña. En este caso fue una especie de canción folk en catalán con tufo a congregación. Entre el aleccionamiento y la recaudación, este tema sugiere esa languidez narcótica de la que se sirve la religión. El catolicismo está en el punto de mira 25HOMBRES, sino siempre casi siempre. La cosa arranca y comienzan a vertebrar el asunto con cuñas, esta vez largas, de sacerdotes o creyentes extremos (¿de dónde demonios sacarán ese material?). Gente que habla de la culpa y del poder, normalmente victimizándose de un modo inexplicable y turbador. Supongo que en eso consiste todo el “misterio”. Entre ellos, convenientemente dispersos, un éter de sonidos que no quieren investirse de ninguna cualidad musical sino que quieren acceder al interior del oyente. Reverberaciones, zumbidos, fondos cósmicos, una voz angelical que trata de elevarse, unos planchazos metálicos, unas cuerdas tañidas. Motivos, muchos de ellos subliminales, que han de incidir en la percepción, en el ambiente y en la coloración general. Exceptuando el incienso que llevaban quemando desde rato antes de empezar y de una proyección en anillo que mostraba una especie de alfabeto ignoto (jeroglíficos dependiendo de cómo se superpusieran), no se apoyaron en nada externo. Hicieron transitar todo con muy buen oído. Como espectador no te preguntabas si eso era música o no, sino que te decías, “que bien están cubriendo este hueco en el que me encuentro” Hueco que antes estaba integrado por el silencio más vocecillas, risas, vasos y botellas… demasiado ordinario, ¿no?
La conclusión es que el viejo arte radiofónico, en general, podría ser de gran ayuda para muchos músicos que también se enfrentan a esa cosa inquietante blanca y vacía. Hoy día, con toda esa cantidad de paradigmas puestos patas arriba, si no queda más remedio que trabajar con nociones como espacialidad, organización, ruido, etc., se trataría al menos de procurar hacerlo bien.
Una última cosa. Además de los diversos programas de radio que hacen o en que están involucrados, cada dos semanas invitan a músicos a tocar en directo en su espacio “Los Des-conciertos de 25HOMBRES”, en Radio Contrabanda de Barcelona. Han pasado por ahí, entre muchos otros, gente como Francisco López, Pablo Rega, Mr. Hubba y el Mono Inventor, Dargelos, Christopher Williams o Alfredo Costa Monteiro. Por lo que he visto, no son nada restrictivos, es decir que podría ir alguien con una acústica, o con dos saxos, o con un laptop, siempre y cuando, claro está, no hagan obviedades ni cosas convencionales. Pero, para todo ello, ahí van sus blogs para quien quiera consultarlos, contactar con ellos o acceder a su particular mundo.
http://25hombres.blogspot.com/
http://desconciertos25hombres.blogspot.com/
