Mucha Salud
Hace aproximadamente un año, los integrantes de 3 Azoteas participaban junto a otros alumnos de la especialidad de jazz del Conservatorio Superior de Música de A Coruña -como lo harán el próximo día 29- en el combo que servía de muestra, bajo la dirección y atenta vigilancia de sus profesores, de las evoluciones de esos músicos tan jóvenes en su perfeccionamiento musical. El proyecto del trío en cuestión nació, por tanto, como expresión de las inquietudes de una cantera que reclamaba su sitio con paso firme. Su actuación del pasado viernes, y el próximo lanzamiento de su primer disco, justifican sobradamente ese sitio ya ocupado y los logros de un trabajo serio y bien encauzado. Su jazz bebe -en lo referente a su estructura, armonía e intención- del rock y el jazz progresivos, más empeñados en contar una historia que en limitarse a jugar con una progresión armónica estandarizada. El pianista Iago Mouriño dispara alto, seguido y con tanto acierto que no deja una sola lata sobre su pedestal. Su mano derecha fluye con una dinámica y una técnica asombrosas, pero su discurso no pretende ser apabullante -a pesar de su inevitable protagonismo dado el formato- y también expresa buenas cotas de romanticismo. Éste quedó patente en su elocuente pasaje a piano solo en la versión del preludio de Chopin que también inspiró aquel célebre Insensatez arbolado por Jobim. Otra versión de mérito fue el desfigurado Thriller de Michael Jackson. El resto del repertorio lo ocuparon bellos originales que lucirán con personalidad en su trabajo discográfico. Miguel Queixas y Pablo Pérez dirigen desde sus puestos la trayectoria de la nave con mucho tacto: el primero con un toque sensible, equilibrado, alegre y exento de la descarga energética presumible para un contexto jazz rock (todo un acierto en pro del sonido del trío); el segundo con un gran sentido del espacio, con líneas muy emotivas en las baladas y con solvencia en los momentos de presión. Jazz con mucha salud.