Comentario:
Ya era hora de que el jazz nacional contara con una mujer tan entusiasta de la batería y la percusión como Lucía Martínez. Y digo entusiasmo, porque afrontó su actuación con una admirable determinación, dispuesta a demostrar desde el principio las grandes cualidades que atesora. Sus conocimientos sobre la batería quedaron sobradamente demostrados en el concierto que sirvió para presentar en Madrid Soños e Delirios, su primer trabajo realizado con los mismos músicos portugueses que le acompañaron en el Johnny.
En hora y media el cuarteto fue desgranando uno a uno los temas de su nuevo disco. Buenas composiciones, gran equilibrio entre los miembros del cuarteto y solos logrados a cargo de unos músicos sabedores de sus posibilidades dieron como resultado un espectáculo a pedir de boca.
El concierto arrancó con una pieza doble en la que se incluyeron “Lolita”, único tema de la noche no incluido en el estreno discográfico de Lucía Martínez, y “Perto do 177 rúa de Moreira”, que es una buena muestra de la capacidad compositiva e interpretativa de esta joven viguesa. Grandes recursos en el manejo de las cajas y los platillos, completando su actuación con los detalles percusivos. A su lado, los músicos que la acompañaban también demostraron aplomo y saber estar en el escenario. Desde el comienzo se percibió una gran querencia, como es lógico viniendo de una persona que comenzó en los territorios de la música folk, por los sonidos más populares, ya sean los gallegos e incluso los aires flamencos. El saxo de João Pedro Brandao así lo evidencia con un fraseo claro y definido que invoca ciertas influencias más tradicionales. En la pieza “O dia antes”, el contrabajo de Carl Minnemann marca el ritmo, la batería poco a poco se superpone y se desarrolla una media balada. El tema “Vendaval” hace honor a su nombre y su desarrollo evoluciona de menos a más, proporcionando amplios espacios para la improvisación tanto de Pedro Neves al piano como del propio Brandao al saxo.
En “Meu sonho D´ouro” vuelve la calma y de nuevo la composición sirve para que el pianista y el saxofonista se luzcan con una balada, mientras Lucía Martínez matiza con pequeñas intervenciones; un tema muy evocador e íntimo. Buen solo a piano de Pedro Neves, muy sutil pero efectivo a lo largo de toda la noche.
En “Disponibilidade para os delirios” se retoman ciertos aires galaicos, siendo quizá el tema en que más rienda suelta se da a la improvisación, especialmente a cargo de João Pedro Brandao, fino intérprete, con momentos ciertamente brillantes.
“Corredores de sombras” comienza con un cierto aire tenebroso a cargo de la batería y el piano, y a medida que se desarrolla se hace más complejo. Tema con mucho swing, en el que Lucía Martínez expone su sabiduría con un gran solo acompañado con percusión electrónica.
La parte final del concierto quedó reservada para una pieza melódica, “Lucecita de la mañana”, interpretada por João Pedro Brandado a la flauta y donde Pedro Neves se marcó un solo muy completo y versátil. Finalmente, Lucía Martínez reservó para acabar la única pieza que no es composición suya, “Eu de Marin ausenteme”, una preciosa balada gallega muy evocadora, marcada sobre todo por la carga emotiva que le imprimió João Pedro Brandao al saxo alto.
Gran debut de esta joven baterista gallega, residente en Berlín, una propuesta novedosa, fresca y con futuro dentro del jazz nacional. Así quedó patente en esta su primera visita a la capital.
