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MARTA SÁNCHEZ TRÍO - TINEKE POSTMA QUARTET 17º Festival Jazz es Primavera
- Fecha: 13 de marzo de 2007.
- Lugar: C.M.U. San Juan Evangelista (Madrid).
- Componentes:
Marta Sánchez Trío
Marta Sánchez: piano
Edward Pérez: contrabajo
Andrés Litwin: batería
Tineke Postma Quartet
Tineke Postma: saxo alto y soprano
Marc van Roon: piano
Frans van der Hoeven: contrabajo
Martijn Vink: batería
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Comentario:
La primera de las dos actuaciones programadas dentro de la tercera jornada del ciclo “Jazz es Primavera” trajo al escenario del Johnny al trío de la pianista Marta Sánchez. Aparte de mostrar sus cualidades como instrumentista, fue una estupenda oportunidad para dar a conocer los temas de su último álbum titulado, de forma curiosa, Lunas, soles y elefantes. En este trabajo participó el contrabajista portugués Carlos Barreto, que no estuvo en Madrid y fue sustituido para la ocasión por Edward Pérez. Hay que decir desde el principio que el concierto mereció la pena. En las siete piezas interpretadas quedó patente el buen hacer del combo capitaneado por esta joven pianista madrileña, que ha conseguido aportar su sello personal a base de una interesante asimilación de los clásicos. Pero Marta no se limita a reinterpretar sin más a Monk, Evans o Peterson. Se nota que ha aprendido de ellos y que estos maestros han pasado a formar parte de su íntimo mundo creativo de donde extrae su particular modo de entender el jazz. Sus composiciones y arreglos consiguen crear diferentes momentos, emocionantes, líricos e intensos. Si a ello se une que tanto Edward Pérez como Andrés Litwin fueron también claves en la actuación, el resultado en nada desmerece a otras figuras que han pisado el escenario del San Juan. Tanto en las piezas más intensas como en aquellas donde primaba el recogimiento, Marta Sánchez salió airosa con mucha profesionalidad, conduciendo siempre al trío hacia metas cada vez más altas. Y ahí le siguieron a la perfección el contrabajista y el batería. El primero no dando nunca una nota de más, aportando precisión y oportunidad, y el segundo, resolviendo con elegancia y rapidez, sin excesos y dejándose notar en los momentos justos. Tal y como demostró, este trío y la música de Marta Sánchez tienen largo recorrido, porque hay honestidad, mucho trabajo y ganas de innovar, lo que hoy en día es un detalle muy digno de admirar.
La segunda aportación de la noche corrió a cargo del cuarteto de la saxofonista holandesa Tineke Postma. A diferencia de las pianistas de jazz, que cada vez abundan más, en el caso de las saxofonistas la cosa ya suele ser más rara.
Con las cartas de presentación de haber tenido como profesores a Chris Potter, David Liebman o Dick Oatts, es evidente que Tineke Postma no podía ser la peor alumna de la clase. Desde que acabó sus estudios cuenta con tres discos publicados a su nombre, dos de ellos junto a la gran baterista Terri Lyne Carrington.
No cabe duda que Tineke Postma ha bebido de las fuentes de uno de los grandes saxos altos de la historia del jazz como Cannonball Adderley, pero también se pueden apreciar algunos detalles de Coltrane y, por supuesto, de su mentor Chris Potter.
Con siete temas a cada cual más completo, Tineke Postma realizó un repaso por su corta pero intensa carrera como instrumentista y compositora. Su forma de tocar irradia luminosidad y colorido, y sus fraseos son claros y precisos. Conduce con mucho entusiasmo a sus músicos, que saben proporcionar la tensión e intensidad adecuada en cada uno de los temas. Lo mismo en una melodía suave como en los diálogos directos con el resto de la banda. Por momentos, también es capaz de arroparse en la intimidad del saxofón alto y trabajar su magia mediante tonos incisivos con el soprano.
Postma es una intérprete con buenas ideas musicales. Quizá da la sensación de que lo que toca es perfectamente reconocible y que suena a manido, pero su música no es plana, es sincera y está llena de detalles que sustancian cada una de las piezas.
El grupo es compacto y sabe crear muchos espacios para la espontaneidad. Tineke se lleva muy bien con el soprano, sin caer en esos sonidos demasiado acicalados y ñoños que a veces han conseguido arruinar el instrumento. Para ello, en seguida los remata con gran energía y bastantes ideas buenas capaces de sostener la atención del oyente. Martijn Vink trabajó en la batería como una hormiguita que poco a poco va acumulando bienes, y tanto Marc van Roon al piano como Frans van der Hoeven al contrabajo, consiguieron darle equilibrio al grupo, que mantuvo un nivel alto durante toda la noche.
Para alguien que quiere oír un jazz enérgico, inmediatamente moderno y que no pierde de vista la tradición de jazz, Tineke Postma es una apuesta segura. Una nueva voz a tener en cuenta y de la que seguiremos sabiendo mucho en el futuro.
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