Comentario:
Dentro de una nueva edición de
Jazz Círculo, el concierto encargado de inaugurar el ciclo fue el del sexteto del trompetista norteamericano afincado en Madrid Chris Kase. Nada mejor que hacerlo con la excusa de presentar su nuevo disco
Ode: un trabajo lleno de virtudes y que ha tenido muy buena acogida, al igual que cada uno de los editados hasta ahora por este músico de Nueva Jersey. Son muchos los elementos que destacan en las grabaciones y actuaciones en directo de Chris Kase: unas buenas composiciones, unos magníficos arreglos y una elección minuciosa de los músicos que le acompañan.
Como no podía ser de otra manera, el concierto en el Círculo de Bellas Artes volvió a mostrar las cualidades que atesora el que sin duda es el mejor trompetista, sin desmerecer al resto de los del panorama nacional.
A lo largo de los dos pases de que constó el recital, Kase tuvo la oportunidad de hacer un repaso de prácticamente todos los temas que conforman Ode. Desde el tradicional “Scarborough Fair” con que abrió la actuación hasta la pieza final “Nettles” asistimos a un concierto de jazz de primera categoría en el que cada uno de los miembros del grupo brilló a gran altura. Sin renunciar a los aspectos más característicos del hard bop, el grupo transitó por grandes espacios en los que cada componente gozó de sustanciosos márgenes para expresarse. Tanto en la emotiva pieza “Mediant Motion”, interpretada en un tempo medio, como en la más acelerada “Escalones”, con el grupo mostrando una gran intensidad, con los solos sucesivos de Bob Sands, Mariano Díaz y, por supuesto, del hombre de la mirada triste, Joaquín Chacón, a la guitarra. Mención especial para Dani García, un batería dotado de un acopio de recursos que desborda clase por los cuatro costados, y para Pablo Martín, un buen acompañante que supo recalcar los momentos decisivos del concierto.
En la balada “Ode” Chris Kase fue capaz de erizar el cabello por su belleza, mientras que el grupo al completo hizo subir la adrenalina con “Esperanto”, un blues con toque latino en el que Bob Sands encadenó un solo detrás de otro y Mariano Díaz se marcó su mejor interpretación de la noche, intensa y muy emocionante. Para completar la sesión, Dani García y Joaquín Chacón fueron el batería y el guitarrista perfectos. Con un homenaje a Kurt Weill y otra pieza inspirada en el gran Ornette Coleman culminó una lograda actuación de uno de los grupos más compactos y creativos del panorama jazzístico español.
