Comentario:Eliane Elias se ha convertido en una asidua visitante de los festivales nacionales que se celebran en época estival. Después de haber pasado por el Festival de Móstoles recorrerá en próximas fechas varias localidades presentando su homenaje a los 50 años del nacimiento de la bossa nova.
Tras comenzar con un tema instrumental a modo de introducción, la pianista y cantante de Sao Paulo fue desgranando distintos clásicos de este género de la música brasileña emparentado con el jazz, pero en el que rara vez permite aventurarse por los caminos de la improvisación. Y así sucedió con este nuevo concierto donde todo sonaba a previsible. El público recibió lo que esperaba y así se marchó contento después de haber disfrutado de piezas emblemáticas como “Chega de Saudade”, “Desafinado”, “Por causa de voce” , “Day By Day” y “Falsa Baiana”. Mucho Jobim y un repaso a los compositores que han tenido relación con la bossa nova. Incluso George Gershwin con su conocido “They Can’t Take That Away From Me” tuvo cabida en este repaso de música nostálgica.
Las cartas credenciales de Eliane Elias son de sobra conocidas. Descalza delante del piano volvió a demostrar que sigue siendo una intérprete magnífica. No hace mucho tiempo lanzó su homenaje a Bill Evans y en ese disco quedó patente que es una pianista con una creatividad brillante. Si a eso unimos su fuerte personalidad dentro del escenario, no es de extrañar la gran expectación que mueve esta brasileña en sus conciertos.
A su propia aportación se une el solvente acompañamiento a cargo de Rubens de la Corte a la guitarra, de Rafael Barata (que demostró que lleva el ritmo en la sangre con sus cruciales intercambios en la batería) y de Marc Johnson, que parece un contrabajista de otra dimensión. Precisamente, el norteamericano protagonizó uno de los mejores momentos de la noche en “Desafinado”. De nuevo un gran solo de Marc Johnson en el que echó mano del arco para poner un elemento de brillantez. Entre sus dedos el contrabajo emite un sonido claro, melancólico y evocador como pocos.
Tras muchos años, Eliane Elias ya no tiene mucho que demostrar y de sus dedos salen notas que evocan constantemente los ritmos calientes de su Brasil natal, estrechamente unidos a sonidos que van desde Fats Waller a Bill Evans. Al mismo tiempo es capaz de mantener un buen equilibrio entre las piezas más sosegadas, tipo baladas y las más rítmicas, con lo cual el público siempre se entrega a ese tipo de recursos con aplausos encendidos. Además, el concierto culminó con el tema más esperado de la noche, “The Girl From Ipanema”. El éxito estuvo asegurado y todo el mundo se dio por satisfecho con esta rúbrica del V Festival de Jazz de Móstoles.
