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BILL FRISELL 858 QUARTET
365 Jazz Bilbao

  • Fecha: 22 de octubre de 2009.
  • Lugar:Sociedad Filarmónica (Bilbao).
  • Componentes:
    Bill Frisell: guitarra eléctrica
    Ron Miles: sattva
    Eyvind Kang: viola
    Hank Roberts: chelo


Fotografía: © Yahvé M. de la Cavada, 2009

  • Comentario: La temporada 2009-2010 del ciclo 365 Jazz Bilbao ha empezado con fuerza de mano del extraordinario guitarrista Bill Frisell y su 858 Quartet.

    Frisell es uno de esos músicos que han sobrepasado cierto umbral en su carrera, después de haber participado en una infinidad de proyectos, cada cual más diferente. El guitarrista puede presumir de tocar, grabar y componer la música que le apetece hacer, sin nada que demostrar ni nadie a quien convencer de nada.

    Esa aura de autorrealización se pudo percibir a lo largo de todo el concierto que ofreció en Bilbao, un excelso y variado recital que encandiló a un público que no sabía muy bien lo que iba a ocurrir sobre el escenario. Sentados muy juntos y mostrando una gran empatía, Frisell y los suyos acometieron el repertorio manifestando una gran comodidad.

    La violinista Jenny Scheinmann fue sustituida por Ron Miles, viejo hombre de confianza de Frisell, completándose el cuarteto con la maravillosa viola de Eyvind Kang y con otro viejo colaborador del guitarrista, el chelista Hank Roberts. Roberts es uno de los grandes especialistas de su instrumento, no sólo por su capacidad técnica sino por su enorme personalidad. Algo parecido ocurre con Kang, al que podemos considerar uno de los personajes más interesantes de la vanguardia actual.

    Miles tuvo una tarde rara porque, si bien nos dio momentos estupendos, tuvo algún problema de afinación con su Sattva (una especie de mezcla entre trompeta y corneta diseñada por Monette para el trompetista, como hizo el fabricante con la Flumpet de Art Farmer hace años). Este curioso instrumento está afinado en sol grave y Miles sacó sonidos preciosos de él, aunque los registros más graves le jugaron alguna mala pasada, aunque nada importante.

    Frisell, Telecaster en mano, dirigía todo sin mandar. El grupo funciona como una unidad colectiva y los temas van desarrollándose de forma natural, sin solos demasiado explícitos ni personalidades confrontadas. Todo a favor de un resultado que pasó por muchísimos estilos sin dejar de ser puro Bill Frisell en ningún momento. Todo personalidad, como pasa con los grandes.

    Como nota personal debo destacar la preciosa versión del “Zingaro (a.k.a. Portrait In Black And White)” de Antonio Carlos Jobim, un tema emocionante reinterpretado con respeto y originalidad. Filias aparte, todo el concierto tuvo el mismo nivel: altísimo.

    Texto © 2009 Yahvé M. de la Cavada
    Fotografías © 2009 Rafabilly