Con los primeros acordes del Concierto de Aranjuez
a cargo de Javier Colina dio comienzo la segunda parte
del concierto doble. Para Jerry González se trababa
de la primera vez que pisaba el escenario del San Juan como
co-líder de una banda. Los otros dos músicos
ya lo habían hecho con mayor frecuencia. Especialmente
Dani García, como componente del sexteto de Chris
Kase, también integrante del cartel de este año.
Desde el comienzo quedó patente cuál iba
a ser la forma de enfocar el repertorio de Miles Davis elegido
para esta ocasión especial: una ración de
temas clásicos de Miles o interpretados por él,
con el Kind Of Blue como referencia de la que no
se separó González en todo el concierto. Ataviado
a la manera de Miles, con un sombrero, unas gafas negras,
pantalones de cuero y chaqueta larga, Jerry González
mostró su perfecta asimilación del músico
de San Luis. A excepción de un tema, el resto fue
interpretado con trompeta con sordina, lo que supuso un
auténtico monográfico sobre cómo acometer
esta forma de tocar el instrumento. Si algún pero
hay que poner al concierto es la excesiva utilización
de este único registro, cuando de Miles Davis se
pueden extraer muchas aristas.
A pesar de ello, hubo momentos de buen swing,
con los tres músicos marcando su territorio con decisión
e intensidad. Tanto a trío como en los diferentes
dúos que formaron, los músicos respondieron
y supieron exprimir positivamente la música de Miles.
En “Freddie Freeloader” González realizó
una buena réplica de Davis, con Colina demostrando
su habitual versatilidad. Lo de este músico es para
recuadrar. Su contrabajo transmitió notas brillantes
en cada momento, con precisión y siempre con mensaje,
ya sea a dúo con González o con Dani García.
Es capaz de inventar y al mismo tiempo crear el terreno
propicio para que sus acompañantes se luzcan. Ya
sea en temas como “Round Midnight” o en otras
piezas clásicas como “Fran-Dance”, Javier
Colina es un auténtico seguro para cualquier grupo.
Dani García fue el contrapunto ideal para cerrar
el triángulo.
Tras un amplio recorrido por los sonidos más cool
de Davis, nada mejor que el tema “Bye Bye Blackbird”,
para poner término a un concierto que volvió
a entusiasmar a los aficionados que se dieron cita en el
San Juan que, por cierto, está registrando muy buenas
entradas en la edición de este año. Mérito
de los organizadores y por supuesto de Miles Davis, que
tal y como se está demostrando sigue teniendo mucho
tirón. De eso se trataba cuando se programó
este nuevo ciclo de jazz dedicado a homenajear a este genial
músico.