El último de los programas dobles del 28º
Festival de Jazz San Juan Evangelista dedicado a recordar
la figura de Miles Davis reunió a dos generaciones
de trompetistas. Por un lado la veteranía de Jerry
González y por otro, la frescura y originalidad de
Raynald Colom.
La apertura correspondió al quinteto de este músico
hispano-francés, con una propuesta claramente actualizada
de la obra de Miles Davis objeto de homenaje. Tanto en sus
propios proyectos como en sus colaboraciones, especialmente
con el grupo de Llibert Fortuny, este joven trompetista
ha apostado por la investigación de nuevos territorios
y la exposición de nuevas propuestas. Su recorrido
por Kind Of Blue así lo constató.
La interpretación de las cinco piezas de este disco
fue realmente original. En este sentido hay que destacar
la labor de líder que ejerce Colom en el escenario,
pendiente de cada uno de sus músicos acompañantes.
El concierto tuvo momentos de gran brillantez. La acometida
del primer tema, “So What”, con buenos arreglos
y engrasada compenetración en el grupo fue una buena
tarjeta de visita para comenzar. Potentes fraseos hasta
el límite de Colom, secundado por un saxofonista
muy joven, Gabriel Amargant, que estuvo a la altura en cada
uno de los solos que encaró, con un sonido fresco
y directo, como tónica general. La sección
rítmica, especialmente con el uruguayo José
Reinoso al Fender Rhodes, puso el complemento a
ese toque diferente que Colom quiso imprimir a su homenaje.
Partiendo de un estilo en el que predominaba el bop,
el grupo consiguió traspasar los límites de
los sonidos clásicos para ir abriéndose hacia
otras vías en las que tenían cabida las referencias
del jazz electrónico, el funk o el groove,
sin olvidar un ingrediente al que Raynald Colom se ha acercado
últimamente, como es el flamenco.
La propuesta de los diferentes temas de Kind Of Blue
resultó fresca, dinámica, con citas a momentos
clásicos de la carrera de Miles, con un resultado
claramente moderno. Raynald Colom tiene muy claro el camino
por el que desea transitar en el jazz y lo demostró
sobradamente en su estancia en el San Juan. Una apuesta
decidida por la innovación y la revisión de
una música que domina y conoce a la perfección.