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BARRE PHILLIPS & JOE MORRIS – AGUSTÍ MARTÍNEZ
Temporada Arco y Flecha 2009-2010

  • Fecha: 24 de enero de 2010.
  • Lugar: Círcol Maldà (Barcelona).
  • Componentes:
    Agustí Martínez: saxo alto

    Barre Phillips: contrabajo
    Joe Morris: guitarra

  • Comentario: Agustí Martínez lleva ya mucho tiempo trabajando en las posibilidades expresivas del saxo alto sin más acompañamiento, una senda difícil que inició hace 40 años Anthony Braxton. Haciendo un trabajo serio además. Esa noche, junto al dúo de Phillips y Morris, era la ideal para presentar su segundo trabajo en esta línea, Doubts Of The Reason. Pero Agustí Martínez no se limitó a presentar unos temas que, por otra parte, había grabado hace un año, sino que en los veintitantos minutos que duró el único tema que hizo, realizó un verdadero esfuerzo de condensación de su ideario, de su quehacer, más que una simple catalogación o sucesión comprimida de extractos. Así, se enzarzó en secuencias rítmicas que iba alterando algebraicamente, en cuidadas fracciones; o proyectaba melodías profundas, con ese toque reflexivo, entre el enfado y el quejido; o dejaba notas en larga suspensión o bien colmaba la estancia con un sonido saturado, casi al rompimiento; y entre medio, trabajó con las llaves y trabajó con el interior de la boca. Al final, el resultado global presentó una gran organicidad, como si lo que hubiéramos escuchado formará parte de una única composición, por más que con sus partes improvisadas. El concierto lo cerró con un breve bis, una versión de “Solitude” de Ellington, dándole un sesgo especial, un giro absoluto sin faltarle el respeto, re-poniéndola en un mundo nuevo y actual; algo que siempre ha hecho en sus directos, otras veces ha sido Parker o un mambo de Pérez Prado, cosas que siempre le han gustado o con las que ha convivido profesionalmente. En conjunto, su breve set fue algo que no está al alcance de cualquiera, y que demuestra que Martínez probablemente sea el músico de jazz español actual, entendiendo el jazz de una forma amplia, menos conocido y valorado.

    Lo de Barre Phillips y Joe Morris fue el concierto de dos navegantes que desplegaron su arboladura musical con experiencia y serenidad. Dos improvisaciones largas, laboriosas, en los que las cuerdas fueron atadas y desatadas pacientemente, y dos más cortas, la última de las cuales se tornó violenta, con ráfagas a modo de vendaval que tensaron el velamen. Pero, en conjunto, fue un concierto taimado y recogido, en el que ninguno de los dos faltó a su particular estilo. Phillips ejerció de un modo natural la capitanía, con un toque tranquilo y sin aspavientos, marcando cambios y virajes más o menos sutiles en el rumbo. Morris trabajó la guitarra con ahínco y constancia, como un brillante segundo oficial. Si Phillips fue aquella noche el palo y las vergas, Morris fue más que nunca las jarcias que se ataban y enrollaban de punta a mástil. Pero, dentro de esos papeles asignados un poco grosso modo, se apreciaron de forma diáfana los estilos y modos tan diferentes de cada uno de ellos. Austero y soñador el del bajista, nervioso y apesadumbrado el del guitarrista. Y se apreció, también, como en su disco Elm City Duets y en otros directos de ambos que se han podido escuchar en Internet, la manera en que se esperan y se atienden, en que siguen una sugerencia o se dejan llevar por la corriente, en que se aprecian y espolean. Una sesión en la que ambos mostraron su templanza pero también el mero placer de estar tocando juntos. No hubo una ruta fijada, sino que más bien se trató de un viaje de asueto.

    Una imagen que retengo de ambos esa noche: Phillips mirando al frente, a un horizonte más allá de la sala del concierto; Morris concentrado en lo que se trae entre manos, infatigable y abstraído en el trabajo.

    Texto © 2010 Jack Torrance