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WALTER WHITE QUARTET
Ciclo Iberojazz

  • Fecha: 19 de enero de 2010.
  • Lugar: Jazz Filloa (A Coruña).
  • Componentes:
    Walter White: trompeta
    Jacobo de Miguel: piano
    Gustavo Hernán: contrabajo
    Miguel Queixas: batería

  • Comentario:

    El pistoletazo de salida de esta nueva edición del ciclo IberoJazz, que ya puede presumir de haber cumplido su primer lustro, no fue un concierto al uso sino una actividad paralela pero estrechamente relacionada con la programación de este año. Se presentó al público coruñés, por medio de una audición comentada, el disco Atlantic Bridge, un proyecto conjunto de músicos gallegos y norteamericanos con originales de casi todos sus implicados: Alberto Conde, Kin García, Roberto Somoza, Miguel Cabana, Steve Brown y Walter White. Este último tuvo además el honor de liderar un cuarteto creado especialmente para la ocasión en un abarrotado y, como siempre, ávido de escuchar en respetuoso silencio buena música, Filloa. La presencia de White sin duda había creado expectación entre los músicos locales, de los que había una cantidad considerable en la sala o escuchando casi desde la calle. El norteamericano nos conquistó desde la primera nota de la bella introducción de Stella By Starlight, como también lo hizo Jacobo de Miguel, del que se tocaron en el primer pase dos bonitos originales, el primero con aire africano y el último una de sus composiciones más pegadizas: JBlues. Apenas pude percibir el trabajo del resto de la sección rítmica por el lugar en el que me encontraba y en el que la voz de la trompeta, sin embargo, sonaba de forma poderosa. En el fraseo de White se concitan muchos estilos y episodios de la Historia del Jazz. Sus solos pueden brillar con alardes técnicos de gran velocidad y corte be bop, con onomatopeyas musicales que tanto recuerdan la sonoridad de Armstrong y la época “prehistórica” como las lamentaciones y los agudos de Kenny Wheeler, o con silencios muy inteligentes. En el segundo pase se sumaría a la fiesta el guitarrista Steve Brown. No sería allí, no obstante, donde le vería para completar el triplete de inauguración de este ciclo, sino en la clase magistral que impartió a la mañana siguiente para compartir con los alumnos del conservatorio sus cuarenta años de experiencia docente. Un lujo.

    Texto © 2010 Quinito L. Mourelle