Comentario:
La cuarta actuación de Sunn o))) en Barcelona volvió a ser un acontecimiento de los de guardar en la memoria. O’Malley y Anderson, los fundadores, acompañados desde hace un tiempo por el cantante húngaro de Mayhem Attila Csihar, y con la colaboración de Steve Moore, miembro de los Earth de Dylan Carlson, han logrado marcar una evolución respecto de la pétrea densidad de sus primeros años. Sin llegar a plantear en directo su irreproducible último disco,
Monoliths & Dimensions (de hecho, ninguna de las cuatro piezas que lo integran están tomadas de un mismo directo, sino ensambladas a partir de varios registros), Sunn o))) es ahora una banda capaz de construir un estado de ánimo en el espectador, de llevarlo por un sitio u otro y de atenazarlo con una especie de ritual que realizan con impía frialdad (figurada). Me estoy refiriendo al directo de la banda, pues en disco son otra cosa. Sin duda, la presencia de Csihar ha sido muy importante. Cada vez está más metido en este nuevo mundo. Ha atemperado su convulsa personalidad para redirigir su mala leche por unos senderos más sobrecogedores, menos obvios pero, a la postre, más terroríficos. Sus dotes de
showman no han disminuido, han variado. Se proyectan ahora en una idea más seductora a mi parecer, una idea que tal vez no sea tanto musical como de diseño sonoro, y en la cual él contribuye vocal y teatralmente de forma muy convincente.
Pero, aunque es cierto que se ha operado un cambio sustancial en Sunn o))), en esencia sigue valiendo lo que pensé tras su actuación en el Sónar de 2007, y es que O’Malley y Anderson siguen con esa idea de trabajar sobre o, para ser más precisos, a partir de aquello que ya no interesa al 99% de las bandas de metal, la escoria de los procesos de tratamiento del hierro, que ellos tienen la proverbial virtud de convertir en sonido puro, con todo su grano y rugosidad, con toda su insoportable evidencia física. Es un proceso cuidadoso el que emplean, cada vez más cerca de la alquimia que de las grandes palas removedoras, los baños de ácido y la electrólisis que se usan para separar el aluminio de la bauxita. Menos industrial y más poético. Y en eso es en lo que han ganado, en esa dimensión que les permite ser cada vez más sugestivos y menos aparatosos. En este sentido, bastaba con compararlos con los teloneros, el dúo Eagle Twin, que hicieron gala de tanta testosterona como de poco cerebro. Unos machotes –la imagen de su nombre ya paga. Es verdad que en el rock no hay que estar buscando siempre inteligencia dotada y capacidad conceptual, pero un poco de ingenio nunca está de más.
Pero, bueno, la cosa es que a Sunn o))) hay que verlos al menos una vez en la vida. Consejo de amigo.
