Dr. Michael White + The Original Liberty Jazz Band || 21-V-2010, A Coruña || Conciertos ||Tomajazz

Comentario:

Con temperaturas todavía más altas que las registradas por el mercurio el pasado viernes, con una humedad también superior y un índice de mortalidad devastador, florecía a principios del siglo pasado el jazz en Nueva Orleans. Que esa dádiva del mestizaje siga viva más de cien años después, a pesar de haberse gestado en un ambiente tan enfermizo y hostil, es signo inequívoco de su fortaleza y originalidad. Algunos episodios de aquella génesis se han perdido –nunca podremos escuchar, por ejemplo, a Buddy Bolden– pero la llegada de las primeras grabaciones, el esfuerzo de los historiadores y los diferentes revivals de los que ha sido sujeto aquel jazz en pañales nos han legado una considerable documentación al respecto. Sin embargo, esa información sería estéril si aquellos estilos permaneciesen sólo en los registros fonográficos de la época, igual que algunas especies en peligro de extinción ya sólo viven en cautividad. Bandas como la del Dr. Michael White se ocupan de mantener esa tradición viva y en libertad, lejos de los barrotes de la jaula o el museo. Su competencia como clarinetista relumbró sobre todo en las piezas que interpretó en cuarteto. Fue entonces, y especialmente en un delicioso "Summertime" (que, ¡pobres de nosotros!, ahora sirve a unos grandes almacenes para vender bikinis), cuando reinaron el vibrato y las notas largas suspendidas durante interminables segundos para enlazar frases bellísimas. El bop, con su lenguaje cortante y sin aliento, destronó aquella poética antigua para dar paso al jazz moderno. El resto de la formación siguió al líder en su pasión mimética, en su fotocopia en blanco y negro de aquella gesta sureña. Sus papeles fueron más discretos que los de White, aunque brillaron especialmente a la hora de tejer episodios polifónicos de improvisación. La conjunción de los metales con el clarinete del doctor contagió al público de un entusiasmo que, suponemos, fue el que permitió que el jazz cuajase en aquella emergente Nueva Orleans.