Jason Moran And The Bandwagon con Ralph Alessi y Chris Potter || 11-VII-2010, Pamplona || Conciertos ||Tomajazz

Comentario:

Al igual que ocurre con los buenos libros, las buenas faenas o los buenos partidos de fútbol el concierto de Jason Moran And The Bandwagon junto con el trompetista Ralph Alessi y ese fenómeno del saxofón llamado Chris Potter, fue de menos a más. El suyo fue un concierto de contrastes en el que los músicos tuvieron la habilidad de ir aumentando el nivel de calidad de lo ofrecido momento a momento. Pero vayamos por partes.

En primer lugar hay que señalar que el pequeño ciclo jazzístico que desde hace más de una década tiene lugar en plenas fiestas de San Fermín ha alcanzado en sus últimas ediciones un nivel excelente, al menos en lo que a figuras internacionales se refiere. Sin ir más lejos, hace dos años lo visitaba el grupo liderado por Dave Liebman, Ravi Coltrane y Joe Lovano; el año pasado era el turno del veterano saxofonista Benny Golson, mientras que en la clausura de la presente edición el elegido era un supergrupo como el señalado anteriormente. Unas actuaciones que no tienen por qué envidiar a las cabezas de cartel de otros festivales con más renombre y que, en el caso de la edición actual, o la de 2008, son exclusivas en España.

Y en este año hay que hablar obligatoriamente de supergrupo. Por una parte Jason Moran And The Bandwagon es uno de los tríos de piano más importantes de la última década, mientras que Jason Moran es el pianista de su generación (de músicos en torno a los cuarenta años) con mayor proyección. No sólo lidera sus proyectos (con más de media docena de grabaciones en el mítico sello Blue Note), sino que también es reclamado por primeras figuras como el contrabajista Dave Holland o el batería Paul Motian (con quien ha grabado su útlimo disco en el también mítico sello alemán ECM). Ralph Alessi es un estilista de la trompeta que, si bien ha permanecido a la sombra de una figura como Dave Douglas, es reclamado por músicos sumamente interesante como el pianista Uri Caine o el propio Jason Moran. En cuanto a Chris Potter, no sólo estan sus proyectos como el Chris Potter Underground, sino su participación en el Dave Holland Quintet, en el que es un elemento fundamental gracias a su enorme nivel como saxo tenor, o Paul Motian.

Como se puede observar, en esa breve lista aparecen algunos nombres en común. Lo importante no sólo es el quienes son, que también, sino lo que esas coindicencias significan. Y esto es, ni más ni menos, que este grupo no es la reunión de unos desconocidos, sino la de unos compañeros que han coincidido en algunas de las bandas más interesantes de los últimos años, con las implicaciones artísticas que eso conlleva.

A partir de estas premisas, lo que se esperaba en la Plaza de los Burgos, nueva ubicación del Jazzfermín, era jazz de alto voltaje. Tales premisas hicieron que aficionados de otras capitales se acercasen ex-profeso a disfrutar del concierto. Obviamente surgían algunas dudas: el repertorio a interpretar, el papel del trío de Moran o la imbricación en el grupo de los dos invitados. Sin embargo el inicio no resolvió muchas dudas, sino todo lo contrario. Los dos primeros temas fueron típicos de The Bandwagon, incluyendo las grabaciones de sonidos de fondo que Moran incorpora habitualmente. Mientras el trío bordaba su forma de entender la interacción en el escenario, Alessi y Potter permanecieron en el lateral disfrutando del espectáculo. Tras ese inicio tuvo lugar un momento desconcertante. El trompetista y el saxofonista se incorporaron al escenario para realizar una interpretación casi canónica de “The Sidewinder”. En manos del quinteto el clásico de Lee Morgan fluyó a un muy buen nivel, pero no al esperado. Todo sonó demasiado pegado al clásico. ¿Estaríamos ante una reunión ad-hoc, una jam session en público con la que cubrir el expediente y rellenar un hueco en sus apretadas agendas? Sin ir más lejos, la semana pasada Moran tocó en el Festival de Jazz de Getxo como integrante del cuarteto del saxofonista Charles Lloyd. Por fortuna, todo fue una falsa alarma. En el siguiente tema, que Moran presentó en castellano como “Meditaciones de Pamplona”, la música comenzó a remontar el nivel. A partir de unas grabaciones callejeras del ambiente sanferminero, los músicos comenzaron con sus improvisaciones organizándose en distintas agrupaciones, para mostrar lo que se esperaba de ellos. A partir de ese tema, expuesto con formas cercanas a la improvisación libre, el final del concierto fue in crescendo. A resaltar las dos versiones que interpretaron, que poco tuvieron que ver con la anteriormente señalada. La primera, del clásico “Body And Soul”, a pesar de, en un primer momento, parecer pillar a los dos invitados desprevenidos, sirvió para que los solos mejorasen el nivel de todos los escuchados anteriormente. La segunda, del monkiano “Friday The 13th”, en un bis reclamado con insistencia y más que merecido, sirvió para que Potter lograse nuevamente un solo mejor que los anteriores, tal y como suele ser su costumbre. En cuanto a Ralph Alessi hay que señalar que en su turno logró llevar a la trompeta el espíritu de Monk. Su solo comenzó lleno de espacios, tal y como ocurre con la música de ese genio del piano. Progresivamente esos espacios fueron llenándose de notas, mostrando el vendaval que este trompetista lleva dentro. Mención especial merece la rítmica que, en su labor en segundo plano, se encargó de variar el acompañamiento en cada uno de los solos. No pudo haber un mejor broche para la edición de 2010 de Jazzfermín que el que vino de la mano de estos cinco maestros.

Dedicado a Leyre: ¡bienvenida!