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UZ - NICOLE MITCHELL´S TRUTH OR DARE
29º Festival de Jazz San Juan Evangelista
“La belleza mágica del jazz en su valiosa diversidad”
- Fecha: 22 de octubre de 2010.
- Lugar: Colegio Mayor San Juan Evangelista (Madrid).
- Componentes:
UZ
Chefa Alonso: saxo soprano
Miguel Bestard: tuba
Marcos Monge: clarinete bajo y saxo tenor
Nicole Mitchell’s Truth Or Dare
Nicole Mitchell: flauta y voz
Reene Baker: violín y voz
Shirazette Tinnin: batería y percusión
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Comentario:
Dos propuestas imaginativas, desde luego muy diversas y rebosantes de creatividad, inauguraron la nueva temporada del Festival de Jazz en el San Juan Evangelista. Como un torrente de aguas frescas se puede calificar la música que interpretó el Trío Uz. Un caudal de buenas composiciones que colmó de grandes sensaciones la primera parte del programa doble. Hay mucha sabiduría y dulzura en cada una de las notas del Trío Uz. La ingenuidad de algunos momentos en que los tres metales se entrelazan cual mariposas que revolotean, se traduce en detallados espacios donde el silencio también juega su protagonismo. Como contrapunto, amplias llanuras sonoras capaces de trasladarnos hasta la poética de paisajes indescriptibles. Desde luego que el Trío Uz ha sabido llevar a su cesto creativo lo más granado de los árboles del jazz, del free, de la libre improvisación y de la interpretación espontánea. Partiendo de unas bases elementales, los músicos se empeñan en que las composiciones adquieran tres dimensiones sonoras. La contundencia y sobriedad de la tuba, que a veces se desata, la sensibilidad del clarinete bajo y la libertad sin ataduras del saxo soprano. Todo ello no sería posible si no hubiera detrás unas composiciones como las que firman Chefa Alonso, Marcos Monge y Miguel Bestard. La primera aportó temas ya elaborados para su grupo “Akafree”, perfectamente adaptados e interpretados con mucha soltura por el trío. Hubo buenos solos improvisados, mucha densidad creativa y gran sentido de la rítmica en cada tema. Cada músico representa su faceta con los papeles muy aprendidos pero manteniendo la frescura en la interpretación. El itinerario melódico del trío apenas se asemeja a otros proyectos más complejos de la coruñesa Chefa Alonso. Es otra pata más de una carrera musical silenciosa pero efectiva, poco reconocida pero muy valiosa, tal y como se pudo comprobar. En el soprano de Chefa Alonso hay mucha solera y se concentra lo más preciado de los maestros, desde John Coltrane a Steve Lacy. Como buen conjunto de cámara, en el Trío Uz hay momentos para el divertimento como en “Falso Indio”, “Las Palmas-Nuakchot”, “La Visita de la Salamandra” o “Setamá”, de Miguel Bestard y para la reflexión como en “Jazz Nocturno”.
En la música del Trio Uz hay homenajes a los pasacalles de Nueva Orleáns, a la música culta, a las canciones para niños y sobre todo a la Fantasía con mayúsculas. Una apuesta decidida, un viaje mágico, pleno de resortes creativos muy intensos. Una grata sorpresa de las que no se olvidan fácilmente.
Elegida mejor flautista del año 2010 por la prestigiosa revista Downbeat y por la Asociación de Críticos de Jazz, Nicole Mitchell es una de las voces más autorizadas del panorama jazzístico de Chicago, una máquina creativa en constante ebullición, capaz de mantener en activo varios proyectos a la vez, sin descuidar su faceta didáctica y musicológica. Una de sus últimas creaciones es el trío Truth Or Dare, una formación atípica con flauta, violín y batería, grupo de cámara de libre improvisación. Los caminos por los que se introduce este trío son arriesgados por poco inexplorados e imprevisibles. Las ocho piezas del concierto evocaron cortos viajes hacia lo desconocido. Nicole Mitchell demostró que es una música creativa, compositora y gran líder de bandas. Integra nuevas ideas con momentos que recuerdan al legado del jazz, gospel, y referencias orientales con el violín y la percusión africana, dando lugar a una especie de jazz postmoderno con el que pretende dar una vuelta de tuerca más a los viejos conceptos del jazz experimental. Un jazz futurista en el que, por momentos, también se pudieron apreciar referencias a Eric Dolphy, Bill Dixon y Muhal Richard Abrams, aromas de la Escuela de Chicago, la de músicos creativos y no la de economistas, de tan infausto recuerdo.
Apoyadas en las maneras incisivas de la baterista, Shirazette Tinnin, que demostró ser la compañera perfecta en los momentos más sutiles y en los más desbordantes, tanto Nicole como Baker supieron crear diferentes modulaciones rítmicas, surgidas del otro lado del espejo. Momentos de alto voltaje creativo y de creación espontánea se vivieron en el recital de este Truth Or Dare, donde los agudos desgarradores de la flauta e incluso guturales de Nicole, funcionan casi de una manera catártica. Su peculiar forma de extraer sonidos de la flauta acompañándose con la voz otorga a las piezas mayores dosis de creatividad. El juego del grupo, intercalando dúos y tercetos variados, fue digno de admiración. La creación está constantemente en ebullición, los solos y la manera en que van apareciendo las notas de los instrumentos superpuestos dibuja paisajes con múltiples aristas. Aunque la actuación resultó un poco corta, las últimas pinceladas de flauta y violín de bella factura, acompañados por el cajón, cerraron el círculo de un viaje iniciático, en el que estuvo plenamente justificado el título genérico del festival. Un gran concierto, mejor dicho, toda una experiencia de la que resulta muy difícil abstraerse.
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