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CHICK COREA

  • Fecha: 6 de Noviembre de 2010
  • Lugar: Palau de la música catalana. Festival internacional de jazz de Barcelona.
  • Componentes:
    Chick Corea: piano
  • Comentario:

    Por una vez empezaré por el final. En el escenario, Chick Corea al piano, Niño Josele a la guitarra y Carles Benavent al bajo. Con todas las evidencias de ser una jam session, que arrancaba con un dúo piano-guitarra interpretando “My Foolish Heart”, el trío interpreta de forma imprecisa algunos temas como “Beautiful Love”, “Spain”… después la gente, inexplicablemente exaltada, se levanta de sus asientos aplaudiendo compulsivamente.

    Parece un exitoso concierto más en la exitosa carrera de un pianista excepcional. Era el colofón a una hora y media de concierto previo a piano solo dividido en dos pases. Desenlace imprevisible y sorpresivo para un recital que había agradado a la audiencia hasta entonces sin levantarla de sus asientos.

    El concierto comienza con una libre improvisación que deviene en una clásica composición de Corea, llamada “Armando’s Rhumba”. Después homenaje explícito a las composiciones de tres grandes del piano jazz. Primero Bill Evans, suenan “Turn Out The Stars” y “Waltz For Debbie”. Después Monk con “‘Round Midnight” y “Blue Monk”. Finalmente Powell con “Dusk In Sandi” y “Oblivion”.

    A partir de aquí ya sobra todo, las improvisaciones triviales sobre algunas melodías del compositor ruso Alexander Scriabin,  la “relectura” de “Children’s Songs” y por supuesto la jam session final.

    Por lo demás, Corea, en buena forma, fiel a su estilo tan personal con un pianismo variadísimo en la articulación de las melodías. Imaginativo y pródigo en los “comentarios” que salpican los reposos melódicos. Sugerente en el ritmo preciso y flexible de su mano izquierda. Es decir, el pianista absolutamente reconocible y personal que tan difícil resulta imitar.

    Había preparado expectante y con ilusión el concierto que iba a escuchar revisitando Piano Improvisations Vol.1 y 2, Children’s Songs, Expressions y bastantes discos más de distintas épocas de este fantástico y versátil pianista con un buen número de distintas formaciones. Posiblemente fue un error, porque el concierto me pareció maravillosamente predecible, pero encima incluyó una jam session de la cual lo único a rescatar es la constatación de que el público, hasta que no hubo escuchado “Spain” no encontró argumentos para levantarse de sus butacas.


    Texto © 2010 Natan Oliveira