El pasado viernes los aficionados al jazz pudieron disfrutar
de algunas de las figuras más relevantes que han
desfilado por el Jazz San Javier. Para empezar la del maestro
de la guitarra John Scofield, considerado uno de los guitarristas
más sobresalientes y creativos del panorama jazzístico
mundial. Un músico y compositor prolífico
donde los haya, como demuestra su extensa y variada discografía,
que incluye estilos tan diversos como el jazz-funk,
el estilo fusion y el post-bop, estilos
diferentes con un denominador común: el jazz, y la,
cada vez más, inconfundible e inimitable forma de
tocar de este gran protagonista de la música. Alumno
aventajado desde sus comienzos con la guitarra, Scofield
ha sabido evolucionar con el tiempo, sin estancarse en un
único arquetipo musical, como un investigador incansable
del jazz contemporáneo.
En esta ocasión el guitarrista estuvo acompañado
por tres grandes músicos. Nada más y nada
menos que por el veterano pianista Mulgrew Miller, Scott
Colley en el contrabajo y Bill Stewart en la batería.
Dicho de otra manera, una sección rítmica
de lujo con la que Scofield navegó a sus anchas durante
algo más de los noventa minutos que duró la
actuación, por cierto un tanto deslucida, no por
los músicos, sino por el prolongado y poco respetuoso
murmullo en boca de algunas personas que se encontraban
entre el gran aforo de público, esperando con ansiedad
la segunda actuación de la noche. Es el riesgo que
se corre, a veces, cuando se convoca a dos grupos musicales
y solo uno de ellos es considerado, por parte de algunos
espectadores, como la estrella del evento.
El cuarteto no se hizo esperar y apareció en escena
a la hora anunciada, mientras se iba llenando el auditorio.
La actuación arrancó con una primera pieza
en tiempo de vals, “Ten Taken”, incluida en
el DVD llamado New Morning: The Paris Concert (In
Akustik), grabado en directo en 2010 –una recopilación
de nuevos y viejos temas incluidos en discos anteriores–.
Tras la exposición de este tema a dúo (guitarra
y piano) llegaron las primeras improvisaciones de Scofield
y Miller, espaciosas, dando paso también al contrabajista
Scott Colley, con un sonido de grupo bien definido y compactado.
“Steeplechase”, una composición del saxofonista
Charlie Parker, fue la segunda pieza elegida para continuar.
La velocidad del tema comenzaba a subir la dinámica
de la actuación. Lo más destacado fue la serie
de solos de ocho compases que realizaron entre el contrabajo
y la batería de Bill Stewart, sin dejar de lado las
vertiginosas improvisaciones del líder y del pianista.
Es tanto el lenguaje jazzístico que acumulan estos
músicos que hacen parecer fácil lo difícil.
Su muestra musical, generosa y cómo no didáctica
es fruto de lo que saben hacer como maestros que son. No
se dan al virtuosismo, aún pudiendo, sino más
bien a la elocuencia, quieren expresar y contar algo, utilizan
un lenguaje en el que se manejan con soltura y conocen perfectamente,
el lenguaje del jazz. La tensión suele dar paso a
la relajación. El líder presentó a
los músicos del grupo y continuaron con una balada,
“Simply Put”, de su último álbum
A Moment’s Peace (Universal, 2011). Un tema
en el que lo más lucido fue el excelente solo del
pianista, integrado perfectamente en el groove,
en el patrón rítmico creado por el grupo.
El swing del pianista es interpretado con delicadeza
y claridad, el fraseo es limpio, la sencillez se abre paso
ante las dificultades. Mulgrew Miller pudo parecer hasta
frío y poco involucrado, debido en parte a tanta
escrupulosa sencillez, pero no es así, él
esta ahí, inmerso y absorto en el espacio sonoro
que le crean sus compañeros. La dinámica cambió
de nuevo con “Slinky”, pieza incluida en la
grabación del DVD anteriormente citado. Un tema basado
en la formula rítmica de un cinco por cuatro, tipo
“Take Five” de Dave Brubeck, en el que destacó
la improvisación del contrabajista Scott Colley,
audaz y meticuloso en sus fraseos, con un poderoso y cálido
sonido en las cuerdas de su instrumento. El quinto tema
llegó con “Woody’n You” donde todos
tuvieron su espacio para la improvisación. Colley
y Stewart disfrutaron con alegría lo que pudieron,
intercambiándose fraseos dentro del espacio armónico.
Una introducción solo de piano marcó la entrada
a “I Don’t Stand A Ghost Of A Chance With You”,
otra balada desarrollada con largos solos de guitarra y
piano. La actuación llegaba ya casi a su fase final
con “ Groove Elation”, titulo que dio nombre
a un disco grabado en 1995, y que está incluido también
en el DVD grabado en Paris. Los seguidores de Scofield reclamaron
un último tema, y el músico aceptó
la propuesta. Volvieron al escenario y tocaron un bis, “The
Guinnes Spot”, un tema perteneciente a su álbum
Meant To Be (Blue Note, 1990), un bello homenaje
a las gentes y tierras de Irlanda.
En resumen, una actuación basada
en la elección de un repertorio escueto y sencillo,
en el que predominaron distintos formatos de blues,
standards y algunos temas de su propia cosecha.
Pocas sorpresas para el que esperaba algo más de
una formación así, pero eso si, calidad musical
y buen hacer ante todo.
“Cualquier persona puede hacer complicado lo simple.
La verdadera creatividad consiste en hacer simple lo complicado”.
John Coltrane (1926-1967)
Músico y Compositor Estadounidense.