Tras las buenas vibraciones que dejó Eri Yamamoto
en su jornada inaugural, llegaba a Universijazz 2012 el
plato fuerte del ciclo, por dos razones: por la presencia
en el Casino Antiguo del veterano Scott Hamilton y por la
presentación de su último trabajo, una excelente
pieza a añadir al interesante catálogo del
sello castellonense Blau Records. La grabación, titulada
Live In Barcelona, captura lo mejor de dos noches
de
swing en diciembre de 2010 en la barcelonesa
sala Jamboree. Sus acompañantes en esta ocasión,
Ignasi González y Esteve Pi, los mismos protagonistas
del disco, excepto la incorporación al piano de Fabio
Miano en sustitución de Gerard Nieto.
El cuarteto inauguró la noche con “What
Is This Thing Called Love”, donde Miano levantó
los primeros aplausos citando en su solo la melodía
de “Take The A Train”. Siguió una versión
de “This Is The End Of A Beautiful Friendship”
interpretada a ritmo de bossa donde el piano
volvió a sorprender en su solo, antes de que Hamilton
atacara a saxo solo el tema “Race Point” que
diera título a su grabación de 1991 para
el sello Concord. Con este blues el saxofonista
hizo vibrar al público con un solo magistral, trabajando
en buena parte de él sobre una sola nota, moldeándola
con su respiración y protagonizando a continuación
un brillante ejercicio de llamada y respuesta con la batería
de Esteve Pi. Tocaba el momento de relajarse y emocionar
al respetable con una bellísima interpretación
de “Polka Dots And Moon Beams” para finalizar
el pase con el aire festivo de “Sweet Georgia Brown”
en el que brilló la conversación instrumental
de Hamilton con el piano de Fabio Miano.
De vuelta en el escenario, el cuarteto abrió el
segundo pase con “I’ll Close My Eyes”,
donde de nuevo Esteve Pi y Fabio Miano volvieron a deleitar
a los asistentes en sus solos. No paró la máquina,
y sonaron “Cherokee” y “Alone Together”,
antes de bajar el ritmo –que no la intensidad–
con “Skylark” y terminar por todo lo alto
con un trepidante “I Want To Be Happy” entre
los aplausos del público.
El cuarteto vivificó el repertorio de standards
con interpretaciones vibrantes y una incesante comunicación
entre los músicos, puesto el objetivo en la melodía
y un swing contagioso que no cesó en ningún
momento. Cómplice imprescindible del éxito
de la noche fue la base rítmica, con un Fabio Miano
en estado de gracia, rivalizando sus solos con los de
su jefe de filas en brillantez, imaginación y buen
gusto, y Esteve Pi gozando a cada golpe de baqueta, respondiendo
al instante a cada llamada de sus compañeros, sustentado
por el rocoso trabajo de Ignasi González. Qué
decir de Scott Hamilton, absolutamente incontestable en
su dominio de la melodía y el lenguaje, además
de un sonido redondo, acariciante, y una sensibilidad
que a menudo trae a la mente la figura de Ben Webster.
Cuatro músicos, en suma, disfrutando y haciendo
disfrutar a todos los que en el Casino Antiguo fuimos
testigos de una noche de jazz de las que no se olvidan.