Noche de inauguración y un auditorio casi al completo,
más de la mitad del aforo, para el arranque de la
edición del XV Festival Internacional de Jazz San
Javier, que este año se inició con una de
las figuras más reveladoras del panorama jazzístico
europeo e internacional, el pianista italiano Giovanni Mirabassi.
Músico autodidacto, en sus comienzos escuchó
a pianistas como Oscar Peterson y Bud Powell. Afincado en
Francia desde los 21 años, su trayectoria musical
ha ido alcanzando con el tiempo resultados ciertamente óptimos
en cuanto a su progresión técnica e inagotable
creatividad, llegando algunos a compararle con su compatriota,
el extraordinario pianista Enrico Pieranunzi, gran influencia
de este en Mirabassi, o con el mismísimo Bill Evans.
Casi una veintena de trabajos discográficos avalan
su carrera, entre ellos:
Architectures (Sketch,
1998) a trío y
Avanti! (Sketch, 2000) a
piano sólo.
Air (Sketch, 2003)
Acquario
(Egea, 2005),
Cantopiano (Discograph, 2007),
Terra furiosa (Discograph, 2008),
Sin Seiki
Out Of Tracks (Video Arts, 2008),
Out Of Tracks
(Discograph, 2009),
Giovanni Mirabassi Trio Live At
The Blue Note, Tokyo (Discograph, 2010) y
¡Adelante!
(Discograph, 2011) una recopilación de canciones
libertarias y temas revolucionarios, versionados y tratados
con la perspectiva musical del pianista y su constante relación
con el jazz. La mayoría de sus trabajos grabados
están realizados con la colaboración de músicos
muy importantes de la escena jazzística mundial,
como el también pianista Stefano Bollani, Gianluca
Renzi o el baterista Leon Parker, entre otros.
Puntuales a la cita, el trío comenzó el
repertorio a son de ritmo latino con el tema “Viva
Vendi”; un fresco relato pianístico en manos
de Mirabassi, que mostró sus mejores y más
recientes habilidades, acompañado del efectivo
y singular contrabajista Gianluca Renzi y el baterista
cubano Lukmil Pérez, muy atento a los desarrollos
que protagonizaban sus dos compañeros de grupo.
La melodía compartida entre Mirabassi y Renzi dio
paso a las primeras improvisaciones a cargo del líder;
un solo musical corto, pegado a la línea melódica
principal, con fraseos sencillos, y del contrabajista;
elocuente y preciso en sus formas. Una ágil introducción
de piano dio la entrada a la pieza “Octubre”,
en la que Mirabassi descargó toda su destreza con
la mano derecha, flexible y poderosa. Fue aquí
donde tuvo lugar el primer solo del baterista, que realizó
un largo y apoteósico final del tema, arropado
por el movimiento continuo del contrabajo y el piano.
La balada llamada “Vuelvo al son” transmitió
una mezcla de quietud, elegancia y romanticismo a la escena
musical, con elocuentes y limpios fraseos de piano, logrando
sutiles intensidades sonoras y una trascendente profundidad
lírica. El tono bucólico continuó
impregnando la atmósfera con la conocida canción
“Alfonsina y el mar”, melodía reconocible
por la audiencia, a la que siguió otra improvisación
de piano, contrabajo, y un extenso epilogo para acabar
la pieza a piano sólo.
El standard de jazz “Nardis”de Miles
Davis, una composición modal que hizo famosa el
pianista Bill Evans, entre otros, significó una
pequeña transición en el proceso del concierto
hacia formas y dinámicas, si cabe, más jazzísticas,
con improvisaciones vertiginosas de piano y batería,
en las que hubo fuerza, definición e interacción
a raudales, alternando también fraseos cortos de
ocho compases entre ellos. Otra exquisita balada “Somewere
In Seoul” y la pieza “The Ancient Oak”
dieron fin al concierto, no sin antes de ofrecerles al
entusiasmado público un bis, “Gracias a la
vida” de la cantautora chilena Violeta Parra, en
el que el pianista realizó una ágil improvisación
sin demasiados riesgos. Habría que destacar y ya
como resumen, la excelente labor de los dos compañeros
de Mirabassi: un contundente y creativo Lukmil Pérez
en la batería y la presencia del contrabajista
Gianluca Renzi, todo un sostén con matices sonoros
de elegante fuerza expresiva. Giovanni Mirabassi sigue
trabajando en nuevos proyectos así que no seria
extraño volver a verle en próximas ediciones,
en este gran encuentro musical de la costa mediterránea,
ya con quince años de festivales en su historial.
Esperemos que así sea.