WILLIAM
PARKER VIOLIN TRIO - Scrapbook
Músicos: Billy Bang (violín),
William Parker (contrabajo), Hamid Drake (Batería)
Composiciones: Scrapbook 8:02, Sunday
Morning Church 11:31, Singing Spirits 5:00, Dust on a White Shirt 5:06,
Urban 7:24, Holiday for Flowers 3:23
Composiciones por William Parker.
Thirsty Ear Recordings
THI57133.2
Comentario: El sello Thirsty
Ear en su "blue series" es motivo de controversia entre los
aficionados al jazz. Su productor ejecutivo, Peter Gordon, ha partido
en su creación de unos presupuestos ciertamente elevados en cuanto
a su supuesta creatividad y al desarrollo de nuevas ideas. El papel de
Matthew Shipp como director artístico de la citada
serie y el gran plantel de músicos presentes en sus obras (Tim
Berne, Matthew Shipp, William Parker, Evan Parker, Roy Campbell, Mat Maneri,
David S. Ware, Hamid Drake o Joe McPhee) provoca
que los aficionados eleven enormemente el nivel creativo y emocional que
debieran alcanzar estas obras. Es este aspecto el que hace que aparezca
la controversia en cuanto a la creatividad presente en las obras de este
sello. Estos elementos, sin embargo, no deben eclipsar el excelente nivel
de algunas de sus propuestas. Sin ir muy lejos en el tiempo y contrarrestando
la falta de interés de algunos de sus últimos lanzamientos,
brillan con luz propia la última grabación de Tim
Berne en directo ("The Sublime And...")
o la del trio a violín de William Parker.
El contrabajista continúa de algún
modo trabajando en la línea del magnífico y elegante Raining
On The Moon publicado en 2002. Trio de lujo, ¡qué
se podría decir de la sección rítmica de este trio
que no se haya dicho ya! William Parker y Hamid
Drake han sido y son compañeros en mil batallas. Establecidos
ambos como una de las mejores rítmicas de la actualidad, sus nombres
suelen estar asociados a propuestas musicales con un interés habitualmente
por encima de la media. Dinámicos, variables y complementarios,
estos artesanos de la improvisación se conocen y trabajan a la
perfección. En esta grabación resultan el soporte perfecto
para el violinista Billy Bang. Este es un viejo conocido
de William Parker. En 2003 se ha reeditado "Through
Acceptance of Mystery Peace" (a nombre de William
Parker en Eremite). Allí se recoge un tema grabado en
1974 en el que coincidían el contrabajista y el violinista. Compuesto
en su totalidad por William Parker, Scrapbook
rebosa "swing". El tema inicial, que titula a la grabación,
sirve para el lucimiento de los tres músicos. Singing Spirits
con una base blues, permite una demostración de violín "a
la free" por parte de Billy Bang. Sunday Morning Church
muestra una solemnidad quizás religiosa. Un disco (este sí),
a incluir en el haber del no siempre tan novedoso ni original sello americano.
José Francisco Tapiz
Cuarteto Eduardo Kohan
- Klaro
Músicos: Eduardo
Kohan (saxo, flauta, melódica, recitado), Jean Ferrarini (piano),
Christin Kleiner (contrabajo), Laurent Wyler (batería)
Composiciones: Metempsicosis
(Cuarteto, Lugones) 6:12, Danse de la fureur pour les septs trompettes
(extrait) (Olivier Messiaen) 1:34, Petite Mélodie (E. Kohan) 5:39
wma, C'est assez (Cuarteto) 3:05 wma, Sopenko (E.
Kohan) 6:05, Klaro (E. Kohan) 6:29, Selva (Cuarteto) 2:05, Soul Eyes (Mal
Waldron) 7:04, Mrécages (Cuarteto) 3:35, Milonka (E. Kohan) 4:33,
Che (Cuarteto) 3:50, Katamarka (Cuarteto) 4:53, Dear Lord (John Coltrane)
8:21, Mister F (Cuarteto) 4:27
Altrisuoni (http://www.altrisuoni.com/).
AS 150
Comentario: Eduardo
Kohan es un músico argentino nacido en 1949 que reside
en Suiza desde 1976. Klaro es el tercer trabajo
editado a su nombre tras Dies Irae (Hat Hut
records, 1981 ) y CUARTETO (Doron Jazz, 2001).
En Klaro el músico está acompañado
por su formación Cuarteto. Eduardo Kohan
y su grupo muestran un gran gusto por la composición. Las aportadas
por el cuarteto están relacionadas con la música contemporánea.
Esta relación y gusto por lo contemporáneo queda perfectamente
demostrado en su revisión de Danse de la fureur pour les septs
trompettes de "Quatuor pour la fin de temps"
del compositor Olivier Messiaen (1908-1992). Interesante
resulta también la fusión de poesía, composición
e improvisación en el tema que abre el disco, en que el grupo pone
música y ambienta "Metempsicosis" del poeta
Leopoldo Lugones.
El trabajo compositivo de Eduardo Kohan en solitario
muestra un gran gusto por el jazz más clásico y la búsqueda
de la belleza en las melodías. Esto se refleja en las baladas (las
preciosas Klaro o Petite Mélodie), en los aires
folklóricos homenajeando a su tierra natal (Milonka),
o en las versiones elegidas. Soul Eyes (de Mal Waldron)
y Dear Lord (John Coltrane) son las elegidas.
Apuestas fuertes si se echa un vistazo hacia el pasado y se mira la lista
de músicos que han trabajado sobre estas composiciones.
José Francisco Tapiz
ALLAN HOLDSWORTH
GROUP: THEN!
Formación:
Allan Holdsworth- Guitarra eléctrica, Guitarra Barítono
/ Steve Hunt- Teclados / Gary Husband-Batería / Jimmy Johnson-Bajo.
Temas: Zone I, Proto-Cosmos, White Line, Atavachron,
Zone II, Pud Wud, House of Mirrors, Non-Brewed Condiment, Zone III
Duración: 55’40’’
Alternity Records. Ed. 2003. www.alternityrecords.com
Comentario: Si el guitarrista de los guitarristas ha
aprobado la edición de un nuevo album oficial en directo, esta
vez grabado en Tokyo en Mayo de 1990, muy buena tiene que ser la grabación.
Y efectivamente, nos encontramos no sólo con una grabación
con una calidad audiófila, sino con unas interpretaciones soberbias,
con el cuarteto de aquella época en estado de gracia. Pocos grupos
han alcanzado el nivel de intensidad y compenetración de éste.
“Then!”, editado por el sello independiente
americano Alternity Records, nos presenta, entre varias piezas clásicas
del repertorio de Holdsworth como Proto-Cosmos
(de su época con el batería Tony Williams),
tres improvisaciones (Zones) inéditas hasta ahora, donde
el grupo demuestra su capacidad de crear atmósferas intrigantes
que no dejarán al oyente impasible, sea músico o no. Con
Gary Husband demostrando por qué es un superclase
de los baterías, el gusto y la técnica de bajo eléctrico
de Johnson y Steve Hunt como perfecto
contrapunto a los teclados, Allan Holdsworth toca de
manera impresionante: solos imposibles, acordes únicos. Sencillamente
espectacular. Para amantes de las emociones fuertes, este disco os va
a dar muchas horas de satisfacción. Abstenerse seguidores del jazz
suave. Este album desprende muchísima energía.
Manuel Cebada Montero
Fred Anderson
- Back at the Velvet Lounge
Músicos: Fred Anderson (saxo tenor);
Maurice Brown (trompeta); Jeff Parker (guitarra); Harrison Bankhead (guitarra
acústica (3), bajo (1, 2); Tatsu Aoki (bajo (2-5)), Chad Taylor
(batería)
(Delmark, 2003)
Comentario: Tras
la escucha de este fantástico directo, resulta difícil hacerse
a la idea que el artífice de tanta intensidad sea un legendario
saxofonista que supera los setenta años. Grabado a finales de 2002
en el Velvet Lounge, el club que Anderson ha respaldado
durante décadas (casi podría decirse que ésta es
una grabación casera en su sentido más literal), el saxofonista
reunió a varios paisanos de generaciones más recientes para
este set compuesto íntegramente por temas propios. No hay cabida
aquí para recurrentes estándares, pero sí para un
lenguaje irremediablemente ligado a la tradición menos acomodaticia.
Escuchando “Fogeux” u “Olivia” es fácil entrever
que Anderson recoge el testigo de Coltrane,
Ornette o Rollins y, sin la mínima
intención de subvertir el idioma que éstos promulgaron,
nos ofrece una espléndida panorámica de la vanguardia de
los sesenta aderezada por el pulso del blues. Siempre en el terreno de
la melodía, su saxofonismo es homogéneo, enérgico
y de un exquisito clasicismo. Carente de estridencias y con un claro gusto
por los registros más bajos de su instrumento, Anderson
produce auténticas cascadas de notas que, lejos del exhibicionismo,
conforman un discurso al servicio de la expresividad. Chad Taylor,
un joven baterista curtido en Chicago pero residente en Nueva York, se
muestra como un instrumentista versátil y de elegante sutilidad.
Completan la sección rítmica Harrison Bankhead
y Tatsu Aoki, que se alternan el puesto de contrabajista.
De la aportación de Jeff Parker (Chicago
Underground, Tortoise, etc), un músico
capaz de adaptarse a los dictámenes del bop, la electrónica
o el rock con sorprendente facilidad, no puede decirse gran cosa en esta
ocasión. Su interpretación es algo tímida, incluso
taciturna, adoptando un rol prácticamente secundario que contrasta
con el del advenedizo Maurice Brown, un trompetista que
hace aquí su primera aparición en disco pero cuyo lenguaje
da muestras de estar sobradamente consolidado.
Con el espíritu del blues recorriendo los cinco cortes de esta
grabación, Back at the Velvet Lounge
difícilmente contará algo nuevo a aquellos que estén
familiarizados con el trabajo de Anderson, ni siquiera
a los oyentes del jazz más clásico, pero es sin dudarlo
una excelente muestra de un discurso elocuente, de una veteranía
bien entendida y desprende una autenticidad no tan habitual estos días.
Efrén del
Valle
Satoko Fujii/Tatsuya
Yoshida - Toh-Kichi
Músicos: Satoko Fujii (piano, voz);
Tatsuya Yoshida (batería, voz)
Victo, 2002
Comentario: El Festival
de Nuevas Músicas de Victoriaville de 2002 regaló a la audiencia,
entre muchas otras atracciones, este encuentro, a priori variopinto. Sin
embargo, a pesar de que Fujii y Yoshida
provienen de tradiciones y estéticas muy alejadas, el cóctel
resultante del vigoroso espíritu tayloriano de la primera y el
frenetismo hardcore del segundo, dan sus buenos dividendos.
Es justo decir que Yoshida logra reconducir el libertinaje
pianístico de la Fujii hacia su terreno y también
que, cuando las manos corren por las teclas sin cortapisas, el baterista
se tambalea al tratar de adentrarse en tierras inexploradas. Con todo,
la energía de las composiciones, la robustez del engranaje que
ponen en marcha los golpes certeros de Yoshida y la increíble
capacidad de adaptación de Fujii, hacen de “Toh-Kichi”
una escucha apasionante y agotadora a partes iguales. Es obvio que sobre
las tablas se produjo un diálogo permanente y homogéneo,
y que la pianista entró en el juego, en el circo Ruins,
con su parafernalia de vocalizaciones dadaístas y ritmos delirantes.
La interpretación es exultante y desprende humor y entendimiento
por todos los poros. No importa que se trate de envites atonales, concesiones
melódicas o un tango en el que los preciosos acordes de Fujii se
arropan en el sonido de una cremallera amplificada.
Quizá los fans acérrimos de una y otra parte no estén
satisfechos con el híbrido, pero “Toh-Kichi”
es sin duda una fantástica confrontación de rock y jazz,
dos mundos que no siempre han convivido con la fluidez deseada. Cien por
cien recomendable.
Efrén del
Valle
Eugene Chadbourne/René
Lussier - L’Oasis
Músicos: Eugene
Chadbourne (guitarra, acústica, bajo y voz); René Lussier
(guitarras acústica y eléctrica)
(Victo, 2002
Comentario: L’Oasis
combina la grabación de dos conciertos: por una parte, un show
totalmente improvisado en Les Instants Chavirés de París
en 1998 y por otra, la actuación del dúo en el Festival
de Victoriaville de Quebec en 2002, con un repertorio de clásicos
del bluegrass. Ni una cosa ni la otra sorprenderán a los seguidores
de estos polifacéticos guitarristas. Tanto Chadbourne
como Lussier han hecho buenas las teorías de la
vanguardia en su enfoque guitarrístico, que han sabido deconstruir
a lo largo de unas carreras agotadoramente versátiles.
En los cortes pertenecientes a la tournée francesa, el énfasis
recae sobre las improvisaciones ruidosas y abstractas que le han valido
a estos veteranos la etiqueta de eternos enfant-terribles. Con menos virulencia
de la que cabría esperar, “Scruggs Soufflé!” o
“Our Satanic Majesty’s Request” son excursiones que esquivan
dogmatismos, composiciones ad hoc con discretas –y contadas- referencias
al blues y el country. Y este último es precisamente el terreno
por el que optaron en su presentación canadiense. Con un repertorio
preparado durante varios días antes del concierto, Chadbourne
y Lussier se embarcaron en una personal reinterpretación
del cancionero tradicional norteamericano, pero con altas dosis de comicidad
e irreverencia. Los hilarantes solos, la cómica voz de Chadbourne
y el contrastado virtuosismo de ambos músicos, hacen que L’Oasis
se perciba como un todo perfectamente cohesionado, a pesar de plantear
estéticas diametralmente opuestas. Chadbourne
y Loussier parecen lograr grandes cosas sin pretenderlo,
partiendo de la inmediatez de la música folk y de la complejidad
de la experimentación sonora para ofrecer puro entretenimiento
con maestría y un gran sentido del humor.
Efrén del
Valle
BRÖTZMANN / PARKER
/ DRAKE - NEVER TOO LATE BUT ALWAYS TOO EARLY (dedicated to Peter Kowald)
Músicos: Peter
Brötzmann (saxo tenor, taragato, clarinete), William Parker (contrabajo,
doussn'gouni), Hamid Drake (batería)
Composiciones: CD1:Never Run But Go
1-4, The Heart And The Bones. CD2: Never Too Late But
Always Too Early 1-3, Halfhearted Beast
Composiciones por Brötzmann, Parker, Drake
Duración 1h54'
Grabado el 10 de abril de 2001 en Casa del Popolo, Montreal, Canada
Eremite 037/038. http://www.eremite.com/
Comentario: Me preguntaba yo en mis
dulces 14 años: ¿hay música después de Nirvana?
¿encontraré algo que me “remueva las pelotas” - como dice
mi buen amigo Barahona - más allá de Kurt Cobain?. Ahora,
casi diez años después, me enfrentaba a la misma disyuntiva:
¿hay jazz radical, free, visceral, dramático, que me ponga
el pelo como escarpias, mas allá de Coltrane? Y otro buen amigo,
Mr. Tapiz, en su primer capítulo de “La tercera hora” me ofrecía
una respuesta, una respuesta clara, contundente y sin objeciones.....Peter
Brötzmann.
Me resulta muy difícil poder criticar música porque
me resulta de lo más subjetivo. No se qué decir, me quedo
en blanco, como cuando me preguntan por qué me gusta este tipo
de “música”. No tengo motivos objetivos, no te puedo dar razones
musicales, sólo puedo decir “me gusta, me remueve las pelotas,
me parte el alma...” sin saber por qué la escucho y la acepto con
los brazos abiertos, de par en par, así que sólo me puedo
limitar a decir lo que mis oídos reciben y cómo lo reciben.
Energía es la palabra, desde el primer segundo; energía
de golpe, sin respiro, un “triálogo” entre genios que saben cómo
hablar a la perfección con cada uno de sus instrumentos.
Libre, visceral, trágico, rabioso y “a-physikai” al tarogato y
saxo tenor, por momentos (pocos) dulce al clarinete; Peter Brötzmann
con un discurso sin dilaciones, como una tormenta, duro como una piedra,
áspero, intolerantemente creativo, imaginativo, fluido, radicalmente
musical.
Y como escolta de esa cólera artística una sección
rítmica, un corazón en perfecto compás, una taquicardia
homogénea de gran magnitud. El hilo que une a Hamid Drake
y William Parker es de puro acero. Si eres capaz de atravesar
el muro polifónico de Brötzmann verás
con claridad cómo se la juega (y siempre gana) esta sección
rítmica (la pregunta, cuando falten estos dos Maestros, será:
¿existe ritmo más allá de Parker
y Drake?)
En definitiva, un trío que cumple la profecía “uno y trino”.
En definitiva, creatividad, imaginación, fluidez, libertad, energía,
entendimiento...ARTE en mayúsculas y sin privaciones.
Aquí se pierde la pista de ese “punto medio” que tanto añoraba
Aristóteles; esto, o lo adoras, o no lo puedes soportar, no hay
lugar a medias tintas.
Como músico en potencia que soy, sólo espero algún
día poderle regalar a un amigo algo tan bello, como hacen ellos
a Peter Kowald, porque algo así solo se lo puedes
regalar a alguien al que realmente quieras.
thÖmasavant
TOTAL MUSIC MEETING 2001 - 2002
a/l/l 002 - a/l/l 006
http://www.free-music-production.de
TOTAL MUSIC MEETING (TMM)
es un festival que cada inicio de noviembre y desde 1968 tiene su cita
en Berlin. Organizado por el sello FMP (Free Music Production), una pequeña
parte de su realidad ha quedado plasmada en grabaciones editadas por este
interesante sello. Por primera vez en su historia FMP se ha animado a
editar sendos recopilatorios de los festivales de los años 2001
y 2002.
¿Qué se encontrará quien se acerque a estas grabaciones?
Empezando por los intérpretes, los dos discos recogen a 22 formaciones
diferentes (once por edición). Están los correspondientes
solos (Carlos Bechegas, Sven Ake Johanssen,
Agustí Fernández), dúos (Wu
Wey & Xu Fengxia -precioso el tema e impronunciables tanto
el título como los instrumentos empleados en su ejecución-,
Bernocini - Lehn, Angster - Kubler),
tríos (los de Evan Parker y Alexander
Von Schlippenbach, Voyager -con George Lewis,
Aki Takase y el piano computacional interactivo Voyager-, IST
-con Simon H. Fell-, Three October Meetings, The
New Flags, Ossatura, Manuela
-con Zingaro, Reichel, Carl), cuartetos (Doppelmoppel,
Zenttralquartt, Contrabassclarinet Project),
quintetos (el supergrupo 2X3=5 con los históricos
Evan Parker, Paul Lytton, Alexander Von Schlippenbach, Barry Guy y Paul
Lovens), llegando cuantitativamente hasta el septeto con Surprise
Act.
En cuanto al jazz hispano, no se puede dejar de señalar el hito
que supone la presencia del músico mallorquín Agustí
Fernández a piano solo en "The Sea Under
The Snow". A pesar de ser el primer músico español
en grabar para FMP y en estar presente en el TMM, no son sólo estos
los motivos por los que merece ser resaltado entre tantas importantes
figuras. Por encima están su creatividad y la calidad de su interpretación.
Musicalmente sorprende la variedad y calidad de su contenido sonoro, realzadas
por el magnífico gusto demostrado a la hora de disponer la selección.
Más allá de una sesión de free-jazz y/o libre improvisación,
en su variedad está el gusto para quienes se acerquen a estas dos
grabaciones. A lo largo de las dos horas y media y como no podría
ser de otro modo aparecen propuestas relacionadas con estos estilos. Sin
embargo hay bastante más. Dentro de la creatividad característica
de estos encuentros músicales hay propuestas de música electro-acústica
(Bertoncini/Lehn, Mal D'archive, Ossatura),
propuestas cercanas al rock y al blues (Doppelmoppel,
Zenttralquartett) o a la música étnica
(con Xu Fengxia, en el ya señalado dúo
con Wu Wei y en otro integrando el grupo The
New Flags).
En definitiva, dos magníficas muestras de parte del estado creativo
actual del jazz y la libre improvisación por parte del sello FMP.
José Francisco Tapiz
ANTHONY BRAXTON
Anthony Braxton Quartet
(Dortmund) 1976
Músicos: Anthony Braxton (saxos alto, contrabajo
y sopranino, clarinetes y clarinete bajo), George Lewis (trombón),
Dave Holland (contrabajo), Barry Altschul (batería y percusión)
Composiciones: 40F, 23J, 40(O), 6C, 40B
Grabado en directo en Jazzfestival "Jazz Life", Dortmund, 31
de octubre de 1976 por WDR, Colonia
hatOLOGY 557
Anthony Braxton Quintet
(Basel) 1977
Músicos: Anthony Braxton (saxos alto y sopranino,
clarinete), George Lewis (trombón), Muhal Richard Abrams (piano),
Mark Helias (contrabajo), Charles "Bobo" Shaw (batería)
Composiciones: 69J, 69N/G, 69M, 40B
Grabado en directo el 2 de junio de 1977 en Safranzunft, Basilea, Suiza
por Radio RDS, Studio Basel. Editado por primera vez en 2001
hatOLOGY 545
Comentario: Coincidiendo con la visita a España
(Sevilla, noviembre de 2003) de Anthony Braxton he aquí
un par de grabaciones rescatadas de su muy amplia discografía.
Grabadas a mediados de los 70, muestran al multi-saxofonista / clarinetista
acompañado por músicos de auténtico lujo, que en
el calor del directo, desarrollan su particular lenguaje (ver títulos
de las grabaciones).
Del año 1976 es el concierto de Dortmund, celebrado en la primera
edición del festival de Jazz de esta ciudad alemana. Sin piano
y en cuarteto, Braxton se encuentra con viejos conocidos.
La "rítmica", formada por Barry Altschul
y Dave Holland, había compartido aventuras sonoras
con el soplador en el grupo Circle (junto al pianista
Chick Corea) a principios de los años 70. Los
acompaña aquí el joven trombonista George Lewis
(25 años), que recién integrado en la formación en
sustitución de Kenny Wheeler, está en todo
momento al alto nivel requerido para trabajar tanto con el universo personal
de Braxton, como con los músicos que le acompañan.
Si algo resalta en este disco es la interacción entre Braxton
(saxos y clarinetes) y Lewis (trombón). No hay
que dejar de señalar, de cualquier modo, el trabajo de Holland
al contrabajo ni a Barry Altschul a la batería.
En el año 2001 veía la luz una grabación inédita
de un concierto del año 1977 en la ciudad suiza de Basilea. Apenas
seis meses después de la grabación de Dortmund, sólo
coinciden en ambas formaciones además de Braxton,
el trombonista George Lewis. El cuarteto se ha transformado
en quinteto y al contrabajo de Mark Helias y a la batería
de Charles "Bobo" Shaw se une el pianista de
la AACM de Chicago Muhal Richard Abrams.
La música vuelve a ser un auténtico lujo en manos de estos
cinco músicos. George Lewis y Anthony
Braxton siguen compenetrándose fantásticamente.
Muhal Richard Abrams demuestra una gran imaginación
a la hora de construir la música. Mark Helias
y Charles Shaw son la base perfecta para mantener el
interés y la tensión de la música.
Tras la escucha de estos dos directos surgen una serie
de cuestiones relacionadas con Anthony Braxton. Habitualmente
se le acusa de frio y cerebral. Me permito sugerir la escucha de las dos
versiones de "Composition 40B", en el cierre de ambas
grabaciones. Dedicada a Lou Donaldson y con su aroma
a hard-bop, esta es una música caliente y sensual. Otro pequeño
apunte. Al término de la escucha, a quien esto escribe le queda
la sensación de haber recorrido toda la historia del jazz. De estar
ante una música que sin dejar de mirar hacia delante y buscar expandir
sus límites, es a la vez respetuosa y revolucionaria con su propio
pasado.
José Francisco Tapiz
WHITE WIDOW / AVAILABLE
JELLY – Happy Camp / MICHAEL MOORE – Jewels and Binoculars: the music
of Bob Dylan
WHITE WIDOW
Músicos: Michael Moore (saxo alto,
clarinete, clarinete bajo), Alex Maguire (piano), Mark Helias (contrabajo),
Han Bennink (batería)
Composiciones: Moffat 4:20; Manuel’s Party
7:08; Coyote 4:16; White Widow 6:59; Aspatria 3:56; Codiphile 6:41; I
Loves You Porgy 7:07; Leave Me Alone 5:28; Peabody 8:54; Parma Suite –ham,
cheese, Parma violets 12:13
Ramboy 16
Grabado en Londres el 30 de enero de 2001.
AVAILABLE JELLY – Happy Camp
Músicos: Michael Moore (saxo alto,
clarinete, clarinete bajo), Tobias Delius (saxo tenor), Eric Boeren (corneta,
melódica), Wolter Wierbos (trombón), Ernst Glerum (contrabajo),
Michael Vatcher (batería, percusión)
Composiciones: Nilentika – Tazana Kely
5:55; The Feeling Of Jazz 5:35; Boppard 5:18; Uninhabited Island 4:05;
Elmo 4:39; Putto 4:08; Big Piece 16:48; Cowboy Henk 6:01; The Village
Of The Virgins 5:08; Happy Camp 4:45
Ramboy 10
Grabado en directo el 22 de junio de 1996 en Bim-huis, Ámsterdam.
MICHAEL MOORE – Jewels and Binoculars: the music of Bob
Dylan
Músicos: Michael Moore (saxo alto,
clarinete, clarinete bajo, melódica, campanas), Lindsay Horner
(contrabajo), Michael Vatcher (batería, percusión)
Composiciones: I Pity the Poor Immigrant
5:47; Fourth Time Around 4:15; Visions of Johanna 5:03; Dark Eyes 5:44;
Two Soldiers 8:12; Higway 61 Revisited 4:39; With God On Our Side 4:00;
Dear Landlord 6:52; Sign On The Window 3:35; Percy’s Song 4:05; Boots
of Spanish Leather 2:41
Ramboy 15
Grabado en directo el 3 de diciembre de 2000 en el Grand Theater de Groningen
(Países Bajos) y el 29 y 30 de noviembre de 2000 en Bruselas.
http://www.ramboyrecordings.com/
Comentario: Empecemos
como en el “Un, dos, tres”*: Michael Moore es clarinetista
y saxofonista de jazz nacido en Estados Unidos pero residente desde hace
años en Ámsterdam, tierra de fumadores de tulipanes. Siguiendo
el lema “si no puedes con ellos hazlo tú mismo” ha creado su propio
sello discográfico, Ramboy, con el que documenta sus propios proyectos
así como los de músicos afines. Y hay que decir antes que
nada que los discos editados por Ramboy destacan por su exquisita presentación
y calidad de sonido, a lo que se une el alto interés musical.
“White Widow”
es un disco ecléctico y variado –pero equilibrado- a cargo de músicos
que gustan del free pero también de un jazz más swingueante
(en el sentido tradicional), menos vehemente (en el sentido político)
y más melódico (en el sentido canónico). Así,
se alternan improvisaciones colectivas y temas más angulosos con
composiciones muy líricas y un standard, el “I Loves You Porgy”
de Gershwin que recibe una lectura llena de reverencia.
A la batería, Han Bennink
muestra su característico toque chispeante, lleno de humor aunque,
en esta ocasión, más comedido de lo habitual, plenamente
integrado en la música del cuarteto. ¿Y quién ha
dicho que Bennink no swinguea? Lo hace a su manera –como
debe ser-, y su manera resulta muy eficaz. Mark Helias,
uno de los bajistas más interesantes de al actualidad, demuestra
clase y sabiduría, mientras que Maguire es uno
de esos pianistas con un conocimiento enciclopédico del jazz, que
cubren un enorme territorio estilístico. Pero su fuerza radica
en que con esos ingredientes realiza una música intemporal. Por
su parte, Moore es un músico de un gran lirismo,
enamorado de la melodía, incluso en los contextos más rigurosos,
y extrae siempre un sonido muy hermoso de cualquiera de sus instrumentos.
“White Widow
“ es, por tanto, un disco que refleja plenamente el carácter musical
de sus integrantes: lírico, con toques de humor, entretenido a
la vez que arriesgado, riguroso e inteligente. Un cóctel muy sabroso.
Y seguimos con los cócteles: Available
Jelly es un grupo que también se caracteriza por el eclecticismo
y su sabia mezcla de vanguardia y tradición. Desde que en 1984
publicase su primer disco, reúne en torno a Moore a varios de los
mejores improvisadores de la escena holandesa y de alrededores. Este es
su cuarto y, por ahora, último disco, y está grabado en
directo, tal vez el mejor contexto para este grupo y la música
que ofrece.
Porque la música incluida en “Happy
Camp” desprende una contagiosa alegría de vivir.
El disco se abre con un tema tradicional de Madagascar (en realidad dos
en una misma canción), tan hermoso en su jovialidad, que este cronista
tuvo que escucharlo tres veces seguidas. A continuación, “The
Feeling Of Jazz” es la primera de las dos composiciones de Duke Ellington
incluidas (la otra es “The Village Of The Virgins”, bonito título).
En ambas versiones el grupo consigue hacer que éstas suenen frescas
sin tener que recurrir a grandes “reestructuraciones” formales. El resto
de temas llevan la firma de Moore, salvo uno del trompetista
Boeren, y en ellos, el free, el bop, el swing y una original
utilización del contrapunto se combinan de la forma más
natural. Tal vez el único eslabón débil sea “Big
Piece”, la pieza más abstracta del disco, que con sus casi
17 minutos de duración se hace demasiado larga. Y no es que carezca
de interés, ni mucho menos, pero sí rompe un tanto la unidad
del disco.
Los músicos que participan en “Happy
Camp” no necesitan (o no deberían necesitar) presentación:
tan sólo decir que figuran entre los más destacados improvisadores
europeos y así lo demuestran en esta obra. Y quien haya disfrutado
con estos dos cócteles y todavía siga en pie tal vez se
anime con el combinado más exquisito de los tres.
En “Jewels and Binoculars”
Michael Moore, junto con Lindsey Horner
al bajo y Michael Vatcher a la batería, interpretan
once composiciones de Bob Dylan y el resultado es un
verdadero éxito. El trío logra el “tour de force” de dar
nueva vida a los temas dylanianos a fuerza de lirismo e introspección,
sin necesidad de ponerlos patas arriba armónicamente. Es una propuesta
totalmente intimista y lírica, pero donde la melodía es
reinventada sin dejar de tener presente el original.
A finales de octubre Moore,
Horner y Vatcher realizaron una presentación
en concierto en Madrid (ver reseña en http://www.tomajazz.com/clubdejazz/conciertos/emocionajazz_moore.htm)
en el que interpretaron varios temas no incluidos en el disco, lo que
demuestra que este es un proyecto que da mucho de sí y no es flor
de un día.
No vamos a repetir lo ya dicho en la reseña
del concierto, sobre todo porque la reiteración de epítetos
elogiosos puede llegar a sonar hueca. Tan sólo señalar que
“Jewels and Binoculars” es un disco delicioso,
cuidado hasta en sus más mínimos detalles. No sólo
los músicos demuestran su cariño por la música de
Dylan, sino que la presentación gráfica
del disco es muy hermosa, el orden de las canciones logra un equilibrio
emocional perfecto y la calidad de sonido es ideal (se alternan temas
grabados en estudio y en directo sin que se advierta ninguna diferencia).
* Célebre y nefasto concurso de
televisión.
Diego
Sánchez Cascado
David S. Ware String Ensemble,
“Threads”
Comentario: Hace
ya dos meses que cargo con este último fardo de David S.
Ware. Y digo fardo por que es un disco que me incomoda por lo
negativo, partiendo del principio de que es bueno ser incomodado positivamente.
Para mí, ha sido la mayor decepción discográfica
de los últimos tiempos, felizmente tan llenos de otros discos interesantes,
algunos de ellos realmente arrebatadores
Varios aspectos me han disgustado de “Threads”.
Para empezar el título, que remite a desafíos que realmente
no existen. Por el contrario, es un disco muy conformista, cabizbajo y
rutinario. Si se mira la obra de S. Ware, que tengo el
gusto de conocer bien, la comparación es dolorosa. “Threads”
es un disco desequilibrado, que vive más del collage de temas desligados
entre sí que de una continuidad coherente en su estética
y en su discurso.
La publicidad lo presenta como un disco de composiciones de S.
Ware. Y lo que uno encuentra, en términos de composición
(que casi siempre ha brillado a gran nivel en la discografía del
saxofonista, ¿dónde está la gran novedad?) es, por
lo general, ordinario, demasiado para aquello a lo que nos acostumbró
a partir de los años 70.
Por otro lado, la aventura de escribir para cuerdas (algunas de ellas
falsas, porque son las “cuerdas” electrónicas de Matthew
Shipp, que entran en coro para así intentar salvar la
situación, pero esta es una cuestión menor), tampoco pasa
de una tentativa, de un ensayo que mejor hubiese sido que se quedase en
el tintero, porque se revela sin interés y repetitivo en el mal
sentido.
¿Qué decir del hecho de que a pesar
de ser un disco de S. Ware él mismo se muestre
ausente la mayor parte del tiempo, como si contemplase la bella obra que
ha realizado? Si se dijese que es un disco de Shipp & Maneri
con David S. Ware como “invitado especial”, pase, aunque
sea dispensable; pero no se habla de esto. De aquellos dos también
se han escuchado obras mucho mejores este año y en los años
más recientes, por ejemplo los discos grabados para Thirsty Ear,
sin ir más lejos.
Volviendo a las composiciones, me pregunto que tendría en la cabeza
el autor de ”Flight of I” para crear un tema
como el cuarto (no recuerdo su título), un bostezo que dura unos
exagerados 13 minutos (¡de eso sí me acuerdo!) y que sobre
todo repite una melodía vaporosa, salida de la estética
del respetable Michael Nyman, pero que ciertamente sonaría
mejor si hubiese sido compuesta e interpretada por el propio Nyman.
Además de esta composición, la mayor parte de lo presentado
no está al nivel de S. Ware, salvo quizás
el primer tema, estratégicamente colocado al inicio del disco.
O tal vez no. Percibo la intencionalidad de intentar hacer algo diferente
y encaminarlo por la vía de la composición, aunque vistos
los resultados, más valdría continuar como anteriormente,
o volver a revisar composiciones ajenas, como sucedió con su anterior
“Freedom Suite”, tomada prestada a Sonny
Rollins.
¿Y el sonido? Bien, sobre este aspecto diré que Thirsty
Ear no supo o no quiso captar la energía única, la textura,
la dinámica y la potencia del magnífico sonido del tenor.
Nos ofrece algo homogeneizado y comprimido al nivel de las frecuencias
medias, con lo que han amputado todos los sublimes matices que se encontraban
en el sonido en directo o en las grabaciones para la japonesa DIW y Silkheart.
Incluso Sony/Columbia (“Go See The World”) dejó
“filtrar” aquello que Thirsty Ear ha cortado.
Tiene aquí un sonido indiferente, que más se parece a David
S. Ware para un oído atento que lo que verdaderamente
es. Me dicen que el señor está convaleciente y que, debido
a ello, perdió el “power”, lo que me parece una falacia, puesto
que hace unos días escuché una muy reciente grabación
de un concierto en directo en la que su sonido se mostraba en una enorme
erección.
Se trata pues, de un disparo al agua o un traspiés, sin consecuencias
y completamente irrelevante para la discografía del artista y para
la música improvisada en general. Lo peor de todo es que con este
disco, la carrera de David S. Ware se mete en un gran
agujero, del cual no veo cómo va a salir. El cuarteto está
agotado, es ley de vida. Y su Ensemble ha nacido muerto.
Tal vez por eso se haya apostado por un formato con mayor potencial comercial
(es un hecho que las cuerdas en el jazz siempre venden bien) al que no
son ajenos los elementos señalados, que para unos serán
virtudes, pero para mí son defectos. Por eso no me uno al coro
que ensalza esta obra, completamente fría y sin cualquier atisbo
de pasión.
Con discos como este “Threads” no es seguro
que S. Ware logre despegar. Si estuviera entre sus próximos
objetivos proceder a una renovación estética, sería
forzoso dar marcha atrás y tomar otra dirección. ¿Cuál?
El sabrá, si quiere.
Eduardo Jorge Chagas
THE
ABSTRACTIONS - Ars Vivende
Comentario: ¿Qué
es “out jazz”? Es esto, por ejemplo. The Abstractions
–un furioso asalto colectivo bajo la forma de energía en bruto.
Música bravía e indomable, construida a partir del cruce
de géneros y subgéneros, del jazz y la libre improvisación
electroacústica al post-rock pasando por el “spoken word” y el
noise, que ataca con uñas y dientes al oyente y 76 minutos después
lo deja en las más literal penuria física (¡que no
emocional!). Gran culpa es los dos intrépidos guerrilleros de la
costa oeste de Estados Unidos, Rent Romus y Ernesto
Díaz-Infante, que no se dan descanso en la saludable actividad
de animar la cosa. Lo que hace falta.
Por encima de todo The Abstractions tocan música
experimental, que tiene entre otras posibles finalidades desasosegar al
oyente más preparado para la inquietud física y espiritual
y, al mismo tiempo, marcar terreno en la escena estéticamente más
avanzada de la actualidad. Esta es, en síntesis, la muy seria propuesta
de Ernesto Díaz-Infante, Dina Emerson, Phillip Everett,
Sandor Finta, Lance Grabmiller, Bob Marsh, Jesse Quattro, Alwyn Quebido,
Rent Romus y Stephen Ruiz.
No se puede negar que han hecho un bonito servicio en este segundo episodio.
En “Ars Vivende” (ed. Edgetone Records/Pax Recordings,
http://www.edgetonerecords.com,
http://www.paxrecordings.com)
realmente no se construye piedra sobre piedra el edificio que ha llegado
a ser comparado con una enorme tela al estilo de las que pintaba Jackson
Pollock, sólo que en este caso, en vez de pinceles, los artistas
usan instrumentos musicales y todo un arsenal de la más variada
electrónica del pasado y del futuro. Todo vale, incluso tirarse
un cubo de pintura y zambullir la cabeza sobre la superficie cromática.
¡Una bofetada!
Hablar de rabia, ira, energía primitiva caos y tinieblas, de todo
un pathos individual y social, ciertamente no es un despropósito
total, no señor Aquí la cuestión sugiere tener el
mayor cuidado y ay de aquel que se deje atrapar por el torbellino sin
estar bien agarrado a cualquier amarra virtual. La cosa se pondría
mal. Porque esta es realmente música de la mejor, en el sentido
de que provoca los más osados e inquietantes desafíos.
Aparte de esto, estoy seguro de que una parte importante de la corriente
musical más estimulante y radical de este inicio de siglo pasa
justamente por aquí, es decir, por las manos de estos feroces creadores
de California que, al final, parece que no sólo tiene playas y
beldades curvilíneas.
Después de lo que se ha dicho no creo que sea necesario, pero por
si acaso, aquí queda una advertencia: quien busque facilidades
melódicas y una satisfacción auditiva dócil, mejor
que se dé media vuelta y que vaya a llamar a otra puerta, porque
además de la sangre, sudor y lágrimas que le esperan, aquí
tiene una respuesta que es en sí misma una enorme pregunta: ¿qué
va a ser de la música creativa de aquí en adelante?
Eduardo Chagas
Mihály
Dresch quartet / Archie Shepp - Hungarian be bop
Músicos: Archie shepp (saxos tenor
y soprano, piano), Mihály Dresch (saxos tenor y soprano, flauta),
Ferenc Kovács (violín), Mátyas Szandal (contrabajo),
István Baló (batería), Kálmán Balogh
(cimbalon)
Composiciones: 1. Lily of the valley 7´59;
2. Búzal song (based on a traditional folk tune) 11´46; 3.
I was beaten because... 10´02; 4. Steam 6´29; 5. Sorrow, sorrow
8´51; 6. Hungarian be bop 9´56
Duración total:55´03
Todos los temas compuestos por Mihály Dresch, excepto "Steam"
por Archie Shepp.
Grabado en 2002 en Budapest.
BMC (Budapest Music
Centre records)
Comentario: Me encontraba
yo en uno de esos días en que el bolsillo te permite lujos musicales.
Rebuscando, de pronto, me di de morros con un cd que tenia una portada
exquisita, su precio era alto, y los componentes no me sonaban, pero era
tan sutil su presentación... y el titulo rezaba “Hungarian be bop”...¡¡hungarian!!
Con lo que a mi me gusta la música de Europa del Este. El caso
es que al final no lo compre, pero quedó pendiente.
Meses después ya no se encontraba en el mismo lugar y le perdí
la pista, pero ya conocía el trabajo de uno de sus músicos,
Archie Shepp, y buscando en su sección volví
a darme de bruces con ese cd. Esta vez no lo dude y me lo lleve a casa.
Puedo decir que di en clavo, desde el primer tema “Lyli of the valley”
se nota la calidad y la originalidad musical puesta en este trabajo, donde,
sin ningún pudor, se mezclan el jazz de mejor gusto y virtuosidad,
con los tonos melancólicos y dramáticos de la música
del Este y, como invitado especial, el personal Archie Shepp.
El título puede equivocar, ya que de be bop poquito. Es un disco
profundo, tranquilo, relajante y melódicamente muy bello. El cuarteto
liderado por el saxofonista Mihály Dresch demuestra
una homogeneidad y un conocimiento vastos del entorno en que se mueven.
Un cuarteto de gran calidad musical donde seria difícil destacar
algún músico en especial desde planos objetivos. Pero desde
mi subjetivo punto de vista, me gustaría destacar la figura del
baterista, István Baló, que es un lujo
para los oídos. Es uno de esos músicos que tiene la cualidad
de saber lo que hace, cómo lo hace, y cuando lo hace, con un detallismo
y un concepto rítmico insultantes (difícilmente encontrable
en otros).
Y bueno, qué se puede decir de Archie, los contrastes
de su voz saltarina, juguetona, psicodélica, free se mezclan con
el melodismo y virtuosidad dulce y sobria de Mihály
con una facilidad y un placer pasmosos.
Canciones melancólicas, folclore, tonos de cuentos de hadas (con
Shepp a piano), y como temas más movidos el vals-be
bop como primer corte, y la única canción bop del disco,
la última, que le da título donde los cinco dan rienda suelta
al jazz más rápido y musical, al autentico be bop húngaro.
Si no te gusta el jazz, el virtuosismo, la música
de Europa del este y Archie Shepp ¡huye!. Si por
el contrario no es así, es un trabajo indiscutible y de escucha
obligada.
Toda una delicia empaquetada de lujo.
thÖmasavant
Kyle Bruckmann/John Shiurba/Ernesto
Díaz-Infante/Karen Stackpole – Grand Mal (bar 1234) / Kyle Bruckmann/Scott
Rosenberg/Michael Zerang – Six Synaptics (bar 333)
Comentario: Barely
Auditable Records (http://www.barelyauditable.com),
pequeñísimo sello norteamericano dirigido por Scott
Rosenberg, uno de los responsables de la loable edición
del conjunto de cuatro compactos que contienen seis composiciones de la
Ghost Trance Music (GTM) de Anthony Braxton
–audaz empresa que vio la luz gracias a la colaboración de su colega
Rastascan (http://www.area.com/yol/rastascan/)
- ha editado recientemente dos grabaciones. Tienen en común, además
de las esperadas afinidades estéticas, la participación
del soplador experimental y manipulador electrónico de Chicago
Kyle Bruckmann y, cada una a su manera, destaca por la
excelencia del material editado. No es casualidad que mostremos nuestra
admiración, cuando la proveniencia y la manufactura exhiben tal
certificación de calidad. Vamos con la prueba de la escucha:
Kyle Bruckmann/John Shiurba/Ernesto Díaz-Infante/Karen
Stackpole – Grand Mal
“Grand Mal”, publicado en colaboración
con el sello de Ernesto Díaz-Infante (Pax Recordings
http://www.paxrecordings.com/),
es el resultado de una sesión de música totalmente improvisada
que tuvo lugar el día de año nuevo de 2001 en Oakland, California.
Kyle Bruckmann (oboe, corno inglés, suona) había
tocado anteriormente con los guitarristas John Shiurba
y Díaz-Infante, aunque posteriormente no desarrollasen
juntos ningún proyecto musical. Reunido el trío y establecidas
las coordenadas, les pareció adecuado para la creación del
ambiente buscado convocar a la percusionista Karen Stackpole,
instrumentista afiliada al género lyttonesco en la forma de abordar
las percusiones alejada, por tanto, de lo que pueda parecerse a un tratamiento
convencional.
Todo menos convencional es esta música misteriosa que el cuarteto
explora intensamente a lo largo de diez movimientos, recorriendo un amplio
abanico de territorios ya visitados con anterioridad, pero susceptibles
de revelar inesperados e interesantes (re)descubrimientos, narrados con
un discurso colectivo e improvisado de evolución lenta. El propósito
del grupo apunta claramente en el sentido de la investigación pormenorizada
y microscópica de las inusuales texturas creadas por las dos guitarras,
eléctrica y acústica –difícilmente identificables
como tales-, los soplos microtonales al límite de lo audible y
las percusiones espectrales. La música es casi estática
y, por otra parte, evoluciona milimétricamente de forma casi imperceptible,
igual que la vida en el interior de un hormiguero, creando un murmullo
orgánico complejo, delicado y plenamente satisfactorio.
Kyle Bruckmann/Scott Rosenberg/Michael Zerang – Six
Synaptics
Si “Grand Mal” fue fruto de la buena colaboración
entre las discográficas Barely Auditable y Pax Recordings, en este
caso el esfuerzo fue compartido entre la primera y la novel Ertia Creations
(http://www.ertiacreations.com/),
en un intento exitoso de poner en común, no sólo su quehacer
habitual, sino esencialmente afinidades y complicidades en la creación
musical espontánea. “Six Synaptics” documenta
el encuentro entre dos de los mayores improvisadores de la escena actual
de Chicago. El multisoplador de la escuela de Anthony Braxton
Scott Rosenberg y ese completo percusionista y compositor
que es Michael Zerang, uno de los más solicitados
instrumentistas de la escena creativa internacional. El tercero es Kyle
Bruckmann, un pilar de la comunidad de la nueva música
en la ciudad de los vientos, aquí en plena exploración de
las abstracciones sonoras realizadas con instrumentos de viento, a partir
de su manipulación electrónica en tiempo real.
Zerang, veterano de innumerables colaboraciones con Peter
Brötzmann, Mats Gustafsson, John
Butcher y Ken Vandermark, aplica todo su saber
percusivo al servicio de la construcción de estas seis impresionantes
sinapsis recorridas por el fervor creativo de las tres figuras. Scott
Rosenberg, saxofonista y clarinetista de creciente importancia
en la escena norteamericana actual, da muestras de su inmensa capacidad
para producir colores y movimientos irregulares. Se articula con la multipercusión
de Zerang y con la maraña de ruidos electrónicos
que brotan de la maquinaria procesadora de Bruckmann.
Juntos escuchan, organizan y funden elementos orgánicos y sintéticos
con una minucia y pormenorización tales que exigen al oyente concentración
y recogimiento absolutos. “Six Synaptics” contiene
música para escuchar con el oído literalmente pegado al
sonido.
Eduardo Chagas
SUSIE IBARRA
& MARK DRESSER - tone time / FREE FALL - furnace / GUY KLUCEVSEK &
PHILLIP JOHNSTON - Tales From The Cryptic
Susie Ibarra &
Mark Dresser - tone time
Músicos: Susie Ibarra (batería), Mark Dresser
(contrabajo)
Composiciones: protone, jump, metatone, simmer, the subterrain,
the weaver, untold, tone time, surrealm, slipinstyle, sphere a, sphere
b, sphere c, sphere d, epitone.
Free Fall: Ken Vandermark - Ingebrigt Håker Flaten - Håvard
Wiik - furnace
Músicos: Ken Vandermark (clarinete y clarinete
bajo), Ingebrigt Håker Flaten (contrabajo), Håvard Wiik (piano)
Composiciones: Inside Out (for Paul Bley), The Spell
Of Introspection, Hopscotch (for Merce Cunningham), Furnace (for Frank
O'Hara), Into The Air (for Eric Dolphy), Half Past Soon (for Bill Evans),
Momento, Halfway, Emergency
Guy Klucevsek & Phillip Johnston - Tales From
The Cryptic
Músicos: Phillip Johnston (saxos), Guy Klucevsek
(acordeón)
Canciones: Spin Cycle, Tulips Are Better Than One, Am-Scray,
The Gift, Trial By Error, Petite Ouverture A Danser, A Pear For Satie,
Slippin' On A Star, No More Mr. Nice Guy, Der Leiermann, Diggin' Bones,
A Goyish Kind Of Blue, The Road To Woy Woy, The Needless Kiss, Blue Window
Comentario: El sello norteamericano
Wobbly Rail (http://www.wobblyrail.com/)
presenta dos nuevas grabaciones en la recta final de 2003.
La primera de ellas es tone
time, grabación a dúo de la batería
y percusionista Susie Ibarra (William Parker, David S.
Ware, Assif Tsahar) con el contrabajista Mark Dresser
(Anthony Braxton, Tim Berne, Dave Douglas). Ambos dos firman conjuntamente
la composición de las quince piezas que integran esta grabación.
Estas varían entre los ritmos claramente swingueantes de Jump,
Tone Time o The Weaver y la abstracción de Metatone,
Surrealm o las cuatro partes de Sphere.
Variado en su escucha, diverso en su contenido,
es un interesante trabajo.
Free Fall es uno de los
muchos proyectos que Ken Vandermark mantiene en activo.
Acompañado por el contrabajo de Ingebrigt Håker Flaten
(Mats Gustafsson, Bugge Wesseltoft, Atomic) y el piano de Håvard
Wiik (Atomic), el soplador de Chicago se reconvierte aquí
en clarinetista. Inspirado por el espíritu del mítico disco
Free Fall (Columbia, 1962) de Jimmy
Giuffre, este proyecto no se queda en una mera imitación
de la música que creó ese trio (Jimmy Giuffre -cl-, Paul
Bley -p-, Steve Swallow -cb).
Evolucionando sobre las composiciones
del trío (cinco para Vandermark, tres para Wiik
y una para Flaten), Furnace
destila relajación, por encima de la excitación habitual
en el free y la libre improvisación.
Placidez, belleza y tranquilidad son el factor común presente a
lo largo de en esta grabación.
El acordeón no es un instrumento
habitual en el jazz. Guy Klucevsek (Dave Douglas, John
Zorn) es uno de los pocos instrumentistas que trabaja en entornos relacionados
con la música improvisada.
Tales From The Cryptic
(2003) es su tercera grabación en Winter
& Winter tras Accordance (2001) y The
Heart Of Andes (2002). En esta ocasión está
acompañado por Phillip Johnston a los saxos alto
y soprano.
El dúo ofrece un bonito y agradable
disco para una escucha superficial. Sin embargo en su disfrute con la
necesaria atención, se muestra lleno de detalles improvisadores
que le otorgan una atractiva dimensión adicional. Salvo tres revisiones
de temas provenientes de la música clásica (por Erik Satie,
Franz Schubert y Johann Strauss hijo con el archiconocido Danubio Azul)
el resto son composiciones propias que los músicos se reparten
cuantitativamente a partes iguales.
Es de resaltar que aunque las composiciones
de Guy Klucevsek fueron realizadas por encargo de la
compañía de Jérome Thomas para el Circo Lili, estos
dos artistas logran que en su ejecución pierdan ese carácter
que se les podría suponer.
Un exquisito trabajo que gana escucha
a escucha.
José
Francisco Tapiz
MODERN JAZZ QUARTET
- The Complete Modern Jazz Quartet Prestige & Pablo Recordings
Prestige Records. EPRCD-4438-2. http://www.fantasyjazz.com/
Creado en 1951, the Modern Jazz
Quartet es una de las formaciones más longevas en la historia
del jazz. Con apenas un par de cambios en su formación, sus cuatro
componentes (Milt Jackson -vibráfono-, John
Lewis -piano-, Percy Heath -contrabajo-, Connie
Kay -batería) lo mantuvieron activo (salvo el periodo
que fue de 1974 a 1981) hasta el fallecimiento del vibrafonista Milt
Jackson en 1999.
Continuando con la puesta en circulación
de su legado histórico, el sello Prestige ha editado el compacto
cuádruple "The Complete Modern Jazz Quartet Prestige
& Pablo Recordings". Cinco horas de música
que recorren cronológicamente ocho grabaciones diferentes.
Del citado primer periodo hay 22 temas,
que pertenecientes a cuatro grabaciones, muestran al grupo entre 1952
y 1955. Cronológicamente se inicia con "Modern
Jazz Quartet / Milt Jackson Quintet". Entre los cuatro
temas de esa grabacion (faltan los correspondientes al Milt Jackson Quintet)
aparecen ya dos de sus hitos ("Vendome" y "La
Ronde" ), así como un muy buen arreglo del clásico
"All the things you are". En parte también (cuatro
piezas) está el disco "Sonny Rollins with the
Modern Jazz Quartet", editado a nombre del saxofonista.
Resulta muy interesante el encuentro de sus estilos aparentemente contrapuestos.
Dos obras más (ya a nombre del grupo) completan esta primera parte:
"Django" y "Concorde".
En esta hora y media el grupo muestra parte
de sus características: la elegancia en los arreglos y la ejecución,
utilización de formas de la música clásica europea
(contrapunto), un importante sentido del swing, así como un gusto
exquisito en la búsqueda de las melodías. Estos elementos,
unidos a la convulsión que jazzísticamente hablando tuvo
lugar en este periodo inicial, fueron los que le hicieron al grupo ganarse
el apelativo de "cool".
Las grabaciones pertenecientes al segundo
periodo del grupo abarcan desde 1981 hasta 1985. Como curiosidad señalar
que el primero de los temas es la reinterpretación del clásico
"Softly As In A Morning Sunrise", que cerraba la primera
parte. Resultan sorprendentes dos aspectos. El primero de ellos son los
arreglos casi similares, que separados por 26 años, el grupo ejecuta
en el inicio del tema. El segundo y más importante es el vigor
que a pesar de su ya para entonces larga trayectoria, eran capaces de
insuflar a todo su repertorio.
Si en el primer periodo predominaban las
lecturas personales de clásicos del jazz, aquí abundan las
composiciones propias. Cuatro discos, dos de ellos en directo ("Reunion
at Budokan 1981" "Together Again /
Live At The Montreaux Jazz Festival'82") y otros dos
en estudio ("Echoes", "Topsy.
This One's For Basie") están recogidos en tres
de los compactos. Musicalmente el grupo continúa trabajando en
base a las características citadas, además de mostrar un
gran gusto por los blues.
A pesar de la calidad de las composiciones
y de su interpretación, se podría objetar la aparente falta
de evolución musical por parte del grupo, a pesar del tiempo transcurrido.
Un aspecto chocante en cierto modo, ya que en 1959 y gracias al apoyo
del pianista John Lewis (líder del grupo), Ornette
Coleman (uno de los padres del free-jazz) recibió un empujón
enorme (en forma de dos becas) para poder desarrollar su carrera.
Para terminar no se deben dejar de señalar
ni la magnífica presentación ni el valioso libreto (en inglés),
que contiene sendos ensayos escritos por los expertos Chris Seridan (Jazz
Review) y Eugene Holley (Vibe, Down Beat).
José
Francisco Tapiz
Bugge Wesseltoft
- New Conceptions Of Jazz Live / Varios - Verve Remixed Vol. 2
azz goes to Rave... Así se podrían
titular los intentos discográficos de Bugge Wesseltoft
y del sello Verve con este par de ediciones, que logran dos resultados
dispares.
El teclista (al fender) y pianista Bugge Wesseltoft presenta
en su sello Jazzland su grabación "New Conception
of Jazz - Live". Concepción diferente, cierto,
pero no demasiado jazzística. Sin embargo y a pesar de ello no
se trata de un disco carente de atractivo.
Acompañado por distintas formaciones, grabado en directo en diversos
lugares y fechas, y publicado sin overdubs o correcciones es un buen muestrario
de la música del nórdico. Su escucha resulta variada e interesante
para el oyente que se involucre en un recorrido a lo largo de diferentes
ambientes sonoros. Ambientes sonoros amables y festivos que no muestran
desde luego ni la crudeza ni la agresividad de otras propuestas similares.
Aunque esta grabación no está tan orientada al jazz como
al mercado del pop, posiblemente sus oyentes potenciales se encuentren
con la barrera de una duración (para ellos y por tanto relativamente)
excesiva de las piezas. Allí están los 20 minutos de "Live
At Bla" (en dónde el teclista cuenta con la colaboración
estelar del guitarrista John Scofield) y otras cinco
piezas más que alargan su duración por encima de los diez
minutos.
De cualquier manera y por si quedase algún tipo de duda al oyente
acerca de la calidad del titular de la grabación como pianista
de jazz, tras la sesión de música dance aparecen a modo
de añadido y cerrando la sesión los temas "Feel
Good" y "Existence". El Fender es sustituido
por un Steinway Grandpiano y sus varios acompañantes son reducidos
al formato más estándar entre los trios de jazz. Piano,
batería y contrabajo (con un sorprendente Ingerbrit Haken
Flaten que es habitual en terrenos libre-improvisados) mostrando
las diferentes caras de un músico de jazz.
Bastante menos interesante es Verve Remixed Vol.2.
En formato de compacto doble el oyente se encontrará con los temas
originales (Verve Unmixed 2) y sus remezclas (Verve
Remixed 2). La escucha secuencial y alternada de cada una
de las remezclas con los temas originales no deja lugar a dudas sobre
el casi nulo aporte creativo que los diferentes remezcladores aportan
a este intento de aventura discográfica.
Da la impresión de que el repertorio original resulta demasiado
grande para las intenciones de los diferentes invitados. Estos se limitan
en las remezclas a acentuar diversos aspectos rítmicos muy puntuales,
reduciendo en la mayor parte de los casos, la posible riqueza de los temas
originales a una repetición machacona de unos elementos puntuales.
El contenido sonoro de Verve Unmixed 2 es un buen muestrario
de jazz amable proviniente del catálogo actual de Universal, en
su mayoría del legado de Verve. Como no podría ser de otra
manera y debido a su orientación hacia el gran público,
abunda la faceta vocal. Nina Simone, Sarah Vaughan, Ella Fitzgerald,
Betty Carter, Astrud Gilberto o Hugh Masekela
se unen casi testimonialmente instrumentistas como Dizzy Gillespie
(con un fogoso Manteca en directo) o Archie Shepp
(mostrando sus reivindicaciones sociales de principios de los 70).
En cuanto a las remezclas el momento más interesante se da en la
revisión por parte de Mondo Grosso de "Blues
For Brother George Jackson" de Archie Shepp
y apenas nada más.
Supuestamente encaminado a ser un gran éxito de ventas, vista su
difusión por todo tipo de superficies comerciales, a quien esto
escribe su escucha le plantea la duda de si realmente logrará el
propósito de atraer a un supuesto público joven y no iniciado
al universo musical del jazz.
diyeipetea
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